La Sultana Melek

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Palacio de Topkapi.

Al llegar frente al sultán, la sultana Melek se quedó viéndolo fijamente con un rostro serio, para luego de algunos segundos posar la vista en su padre.

-Padre, agradezco volver a verlo con bien.- dijo mirándolo con una sonrisa.- Hermano que alegría verte nuevamente.

-Mi luz.- dijo el rey dándole un beso en la frente.- Mi corazón se regocija cada vez que te veo hija mía.-Antes que la sultana pudiera responder un agha interrumpió.

-¡Atención el Sehzade Kann!.-las puertas del harem se abren dándole paso al príncipe. Las concubinas más jóvenes no pudieron ocultar su emoción, deseando algún día pertenecer al harem del príncipe. Anastasia Hatun observó por primera vez al príncipe, naciendo en ella una sensación jamás antes experimentada.

-Madre que alegría volver a verte.- dijo el príncipe besando la mano de su padre para posteriormente posarla en su frente.

-Hijo mío, mi león, me alivia y alegra el corazón verte nuevamente.- toma en sus manos el rostro de su hijo, lo hace agacharse un poco para poder posar un beso en su frente.

Luego de la bienvenida el príncipe Eduardo tomó la mano de sus hermanas para dirigirse hacia los aposentos de la más mayor, pues tendrían una extensa conversación entre hermanos.

En los aposentos de Melek Sultan.

-Querida hermana, ¿Me podrías explicar porque no mencionaste en tus cartas qué hay una nueva concubina?.- preguntó rápidamente el príncipe.

-¿Que…- balbuceó la sultana y miró a su hermana menor.- Isabel.- dijo su nombre en un suspiro mientras se frotaba las sienes.

-No, nada de Isabel.- dijo la misma.- Sabes que esto es una falta muy grave, cuando padre se entere quemará este palacio con todos dentro.

-Por esa razón ninguno de los dos dirá nada.- dijo con autoridad dejando a sus hermano boquiabiertos.

-¡¿Acaso te volviste loca hermana?!.- gruñó el príncipe.- ¡¿Dejarás que te vea la cara de esta manera?!

-¡¿Y que puedo hacer?! ¡¿Eh?!.- gritó la sultana.- Que quieres que haga, son las tradiciones, cada sultán y príncipe tiene su harem, me casé sabiéndolo así qu…-

-Búscate otra excusa hermana.- dijo esta vez la princesa.- Tú nunca haz seguido las tradiciones.-

-Isabel.- dijo en un suspiro cansado.

-Ella tiene razón Elizabeth. Haz ido a guerras, te casaste por encima de los deseos de nuestro padre, te convertiste al Islam, y para completar tu vestimenta de hoy es todo lo contrario a cómo una sultana se vestiría, así que no vengas con la excusa barata de que son tradiciones.

-No se que hacer.- dijo al fin la sultana.

-Yo si, matémosla.- dijo con seriedad la princesa haciendo que sus hermanos la vieran con bastante sorpresa.- ¿Qué? Nunca me calló bien, ademas no es la primera vez que se acuesta con la pareja de una hermana.- Ambos hermanos levantaron un ceja con la clara indicación de que siguiera.- ¿Recuerdan al Conde De Huntingdon?.- ambos hermanos asintieron.- ¿Recuerdan que les dije que lo encontré con una señorita en una situación un tanto comprometedora?.- ambos asintieron.- Era Philipha.

-Bueno, ¿Cuando la matamos?.- dijo el príncipe con una gran sonrisa luego de un rato de procesar lo que su hermana había contando.

-Nada de eso, eliminen esa idea de su mente .- Habló autoritariamente haciendo que su hermano se moleste un tanto.

-Estás mal, si tú no haces nada, yo lo haré .- Miró serio a su hermana.

-Yo me uno, no dejaré que ella arruine todo de nuevo .- Confesó sentándose a lado de melek y tomando su mano .- Ella no merece quedarse, ni mucho menos tener una vida cómoda, no con todo lo que está haciendo.- La súplica en sus ojos era notoria, no quería que Elizabeth o mejor dicho, Melek pierda su dignidad.- Hagámoslo juntos, los tres, junto a tu madre, las undiremos.- Sonrió al ver cómo la sultana empezaba a procesar todo, la había convencido.

-Está bien, pero nadie aparte de nosotros debe saber, madre es la única.- Suspiró al ver la emoción en sus dos hermanos.- Pero lo haremos a mi manera.- Las sonrisas engrandecieron.

Con Anastasia.

En sus planes no estaba sentirse atraída por el hijo mayor del sultán, pero quién no lo estaría al verlo, hasta las criadas del sultán querían algo con él príncipe de la corona.

-¡ANASTASIA HATUN! .-La llamó sumbul agha que estaba corriendo por el harem.

- Hay no.... .-Susurró al ver cómo el agha corría hacia ella furioso, lo único que pudo hacer fue correr por los pasillos.

Se encontraba agitada por el esfuerzo pero no tenía opción si quería escapar de sumbul, le había dicho que la sultana mahidevran lo llamaba pero obviamente fue mentira y lo hizo para no hacer sus deberes.

-No es momento de arrepentirse Anastasia, tu misma te metiste en esto .-Se susurró hacia ella misma sin percatarse de que alguien estaba caminando al frente suyo, chocó con algo duro, golpeó su cabeza en el proceso por lo que se separó y se sobó suavemente, iba a gritarle a la persona con la que había chocado.

-¡Ten más cuidad- .-Nisiquiera pudo pronunciar lo restante al verlo, aquel apuesto chico había hecho que su corazón se detuviera por unos segundos.

-¿Estás bien? .-Preguntó el contrario al ver a aquella chica hermosa con el ceño fruncido.

Espero que les haya gustado el capítulo, gracias por su apoyo y lecturas, Los amo<3

Créditos: Lissette411 gracias por tus ideas y el cap :3