.018

6K 495 9
                                    

Palacio de Topkapi.

Fuera de los aposentos en donde se encontraba la pelirroja, los hijos del sultán se encontraban a la espera de conocer a sus nuevos hermanos, siendo el primero en acercarse El segundo hijo del sultán, Mustafa.

-Se parecen mucho a la Hatun.- dijo el príncipe.

-Tienes toda la razón hermano.- concordó el príncipe heredero.

-Son tan lindos.- dijo la sultana Abi acercándose, cada uno de los hermanos se acercaron a donde estaba sus nuevos hermanos.

-Niños.- llamó la sultana.- Creó que es hora de que descansen estos pequeños también tienen que dormir, mañana pasarán todo el día con ellos si así lo desean pero ahora es momento de dormir.- dijo la sultana en un tono bajo.- Firial, Pues llamar a las nodrizas para que los alimenten por favor.- mencionó la sultana.

-Por supuesto sultana.- hizo una reverencia y se retiró del lugar, al poco tiempo la señorita Firial regreso esta vez acompañada de dos nodrizas, la sultana colocó con delicadeza a los niños en los brazos de la nodriza las cuales se retiraron para alimentar a los pequeños.

-Firial necesito que acomoden mis aposentos para que los pequeños duerman ahí.

-Está bien sultana.- se retiro luego de hacer la debida reverencia.

-Y ustedes a dormir.- mencionó dándole un beso en la frente a cada uno, incluyendo al pequeño Mustafa.

La sultana luego de mandar a los menores a dormir se encaminó hacia los aposentos de su esposo, cuando llegó les dio la orden a los aghas que no la anunciara, entró a lo aposentos de forma cautelosa notando que su esposo estaba de espaldas en el balcón, se acercó hasta donde el estaba y lo abrazó por la espalda.

-¿Y los niños?.- preguntó el sultán colocando sus manos encima de las de su esposa.

-Están durmiendo, y Bayasid y Neylan están con las nodrizas, mande a preparar mi habitación para que duerman allí.- dice la sultana acariciando el abdomen de su esposo.

-Gracias.- dice el sultán disfrutando de las caricias de su esposa.- Me siento más seguro si ellos duermen contigo, no me voy a arriesgar, no con lo que acaba de pasar.

-Tranquilízate, ella no podrá ponerle una mano encima a ninguno, de eso me encargo yo.- dijo la sultana.

-Estoy pensando en su castigo, quizás la envié al palacio de lágrimas como una criada más.

-Decides el castigo después.- mencionó al sultana besando el cuello de su esposo ocasionando una risa del mismo.

-Melek estás en cinta.- dijo el sultán dando vuelta para así poder besar a su esposa.- Y aunque ambos queramos no se puede.

-Oh por favor.- dijo la sultana volviendo a su tarea de besar el cuello de su esposo.

-Melek por Allah.- la tomó de los hombros y la separó notando una sonrisa divertida en los labios de su esposa los cuales no tardó en besar.- Hoy a sido un largo día, tú tienes que descansar y yo también.- dijo dándole un beso en la frente para luego entrar de vuelta a los aposentos con una sonrisa.

-Eres malo.- dijo la sultana en un susurro pero siendo escuchada por el sultán el cual no tardó en echarse a reír, la sultana entró a los aposentos y le dio una sonrisa a su esposo.- Por más que quiera quedarme debo irme los niños ya deben de estar allí.

-Bien, tal vez vaya más tarde.- dice el sultán dándole un último beso a su amada para luego proceder a recoger unos papeles que estaban en su escritorio, la sultana hizo una reverencia y procedió a marcharse hacia sus aposentos, no sin antes pasar a ver a sus hijos los cuales ya se habían dormido, en cuanto llegó a sus aposentos se encontró a dos nodrizas meciendo a los bebés que ya se encuentran dormidos ella les dice que los dejen, sus damas luego le ayudan a poner su ropa de dormir, cuando la sultana se encuentra sola con los dos infantes se acerca para obsérvalos mejor, dándose cuenta que la pequeña Neylan era la viva imagen de Hurrem, más no le tomó importancia, cuando se aseguró que los niños estuvieran bien se acosto en su cama al poco tiempo su puerta fue abierta, sin embargo la sultana no movió ni un músculo, al poco tiempo sintió unos brazos rodearle la cintura y unos labios posarse en su cuello.

-Buenas noches mi ángel.- dijo el sultán, sin embargo no recibió respuesta pues la sultana ya había caído en los brazos de morfeo, poco tiempo después el sultán también cayó en un profundo sueño, no sin antes darle una mirada a sus hijos menores.










Espero que les haya gustado este capitulo, gracias por su apoyo, los amo <3.












Créditos: Lissette411 gracias por tu hermoso cap UwU

La Sultana MelekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora