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Palacio de Tokapi.





























A las afueras del palacio de Topkapi llegaba un carruaje con dos mujeres dentro, ambas desatarían la pesadilla de la que Ana siempre a querido escapar, Isabel se encontraba nerviosa puesto que un guardia le había avisado que su invitada no vino sola, aunque la otra mujer no implicara ningún problema no sabría cómo Catalina reaccionaría.

En el harem la tensión se podía cortar con un cuchillo, Ana solo se dedicaba a fulminar con la mirada a las Aragón, mientras Philipha oraba a todos los Dioses que conocía para que su destino no fuera como el de Hurrem hatun.

Melek, aunque aún furiosa por la noticia se encontraba radiante, sabía que su invitada daría un golpe al orgullo de Ana, Además que Sümbul le había avisado la noche anterior que su padre tomó a una de las nuevas esclavas y pasó la noche con ella, en realidad no le importaba, aunque esa mujer no podía quedar embarazada, si bien los Bolena no eran una familia de la nobleza, tampoco eran unos esclavos, tenían sus contactos, si bien no fue bien visto que el rey desposara a Ana, los miembros de la corte entendieron la posición puesto que no quería que su hija naciera fuera del matrimonio, aún con la reputación de esa mujer.

A las afueras del harem las mujeres bajaban del carruaje para posteriormente saludar a la princesa Isabel, una con más confianza que la otra.

-Es un poco el placer volver a verlas.- dijo Isabel.- En estos momentos hay una fiesta en el harem.- Suspiro.- Philipha logró embarazarse.

-No me lo puedo creer.- dijo al mayor de las mujeres.

-Créelo.- suspiro la princesa.- En fin dejemos la conversación para luego, Elizabeth debe estar ansiosa por que hagan acto de presencia.- dijo con una sonrisa, contagiando a las dos mujeres frente a ella.

Dentro del harem, siguiendo el camino de su madre, Philipha se excusó diciendo que no se sentía bien y fue a sus aposentos a “descansar”. La Bolena se encontraba un poco más tranquila, habían podido pasar el tiempo en la fiesta sin que el rey se presentara, aunque lo que no sabían es que el rey se preparaba para partir con su familia a Inglaterra, no sin antes amenazar a su nuero. Aunque las cosas nunca salen como uno las planea.

En las puertas del harem se encontraba ya Isabel, había mandado a una criada a avisarle a su hermana que su invitada había llegado y con una sorpresa incluida.

Por otro lado Melek no cabía de alegria, golpearía a Ana donde más le duele. Miro a su madre y le susurró al oído las noticias, su madre estuvo de acuerdo, todo sea para molestar a la Bolena para ella estaba más que bien.

-Sultanas.- habló Melek llamando la atención de las mujeres.- ¿Recuerdan que les dije que alguien vendría a visitarme al palacio?.- preguntó con una falsa sonrisa, ganándose un asentimiento de las mujeres.- Pues mi invitada a llegado.- dijo esta vez mirando a Ana.- Firial díganles que entren.- dijo con una sonrisa, la Kalfa asintió y obedeció, al fin y al cabo Melek prácticamente tenía su vida en sus manos.

Por las puertas del harem entraron tres mujeres, encabezadas por la princesa Isabel, la cual tenía una enorme sonrisa.

Ana se paró de su asiento incrédula, ¿En verdad Elizabeth jugaría esa carta? No lo podía creer, la rabia que sentía en ese momento era mucho más que la rabia que sintió al saber que no podría volver a embarazarse, o el día del nacimiento de Isabel.

-Permítanme presentarlas.- dijo la Sultana Melek parándose de su asiento con una sonrisa, fue y saludó a ambas mujeres.-Sultanas.- volteó a donde se encontraban las sultanas.- Ambas son damas de la corte, digamos que tenemos cierta amistad.- dijo con una sonrisa mirando atentamente a Ana.- Ésta es Juana Seymour.- dijo señalando a la menor de las dos mujeres que hizo una reverencia.- Y ésta es Maria Bolena, hermana mayor de Ana.- dijo viendo directamente a una todavía atónita Ana, pues no todos los días tenias a las amantes de tu marido frente a ti.

Aún peor, sus pesadillas estaban por presentarse frente a ella, y lo que ocurría no era mucho, tan solo era un poco de lo mucho que faltaba.

Juana Seymour y Maria Bolena observaban sonrientes a Ana Bolena, al igual que Melek sultan y Catalina de Aragón.












































Espero que les haya gustado, gracias por los 114 K de vistas, los quiero muchooooooo <3























Créditos: Lissette411 gracias por tus capítulos hermosos:)








La Sultana MelekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora