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Palacio de Topaki.


En el harem todas se encontraban sentadas pues ya habían terminado sus quehaceres, cierta pelirroja estaba sentada acariciando su barriga con una sonrisa, sin saber el problema que se le vendría encima.

Devuelta con la sultana Melek, está le había ordenado a un guardia buscar a su hermana, estaba furiosa, como se atrevía la pelirroja a tratar a su hermana así, espero pacientemente, a que subieran con su hermana, cuando divisó al Agha con su hermana no dudó en correr hacia ella y abrazarla importándole poco las ropas sucias de la princesa, tomó el rostro de su hermana en sus manos y lo inspeccionó, su hermana se encontraba llorando pero eso no fue lo que le llamó la atención, sino un golpe en su mejilla izquierda, la sultana apretó sus dientes y mirando fijamente a su hermana le preguntó.

-¿Quien fue?.- su hermana solo podía sollozar.- Isabel necesito saber quien fue para arrancarle la cabeza.- mencionó mirando seriamente a su hermana.

-No lo se Eli.- mencionó en un hilo de voz luego de que se clamara.- Fue una pelirroja yo…- iba a seguir hablando pero la sultana la interrumpió.

-La mato.- dijo para luego volver a tomar la espada con una mano y la mano de su hermana en la otra.- Es que yo la mato.- volvió a pronunciar, su hermana la vio con nervios pues sabía que la pelinegra hablaba enserio.

Devuelta al harem todas se encontraban charlando y riendo, hasta que un estruendo llamó la atención de todas, las puertas se abrieron de par en par mostrando así la figura de la sultana con una espada, a sus espalda se encontraba aquella criada que había sido enviada a los calabozos, ninguna hizo reverencia pues se encontraban demasiado sorprendidas por lo que acababa de pasar, cuando tomaron conciencia rápidamente hicieron una reverencia.

La sultana camino a paso rápido a donde se encontraba la pelirroja, tomó su espada y con esta levantó la barbilla de la pelirroja que temblaba levemente, todas se sorprendieron ante esto pero ninguna dijo nada.

-¿Quien te crees?.- mencionó con voz extrañamente tranquila, la rusa hizo una mueca de confusión.- ¿Quien te dio el poder de enviar a alguien a los calabozos?.- preguntó la sultana, la rusa posó sus ojos de odio en Isabel cosa que no pasó desapercibida por la sultana la cual hizo más presión con su espada en el cuello de la rusa.

-¿Todo este teatro es por eso?, esa escla…- la interrumpe la sultana.

-Mucho cuidado en cómo te refieres a ella.- la rusa solo elevó una ceja.- Esa joven a la que acabas de mandar a los calabozos es mi hermana.- mencionó logrando así la sorpresa en todos los presentes.- Ella es la princesa Isabel I, mi hermana menor.- iba a continuar hablando pero el sultán entró rápidamente con el venían sus hermanas, madre, e hijos que no dudaron el acercase a Isabel pues ya el Pasha les había contado todo.

-Baja la espada Melek.- dijo en voz baja el sultán acercándose levemente a la sultana, no es que le importara la pelirroja pero si su hijo, la peli negra hizo caso omiso a sus palabras, varios intentos más y ninguno dio resultado, la sultana se encontraba observando a la pelirroja pensando todas las formas posibles en que podia asesinarla, todos estaban nerviosos pues sabían el temperamento de Melek.

-Eli.- el murmullo de su hermana rompió el silencio sepulcral que se había armado.- Suéltala Eli estoy bien mira.- mencionó ya más cerca de su hermana.- Baja la espada hermana.- Dijo esta vez bajando el bazo de su hermana, cuando el brazo estuvo completamente abajo Isabel se tiró a los brazos de su hermana, el sultán y los demás veían la escena desde lejos pues sabían que la sultana no dejaría pasar esto, la pelirroja pudo respirar con tranquilidad.

Todos vieron como la sultana se separó de su hermana con una sonrisa, limpio las lágrimas del rostro de Isabel, y sorpresivamente para todos se giró hacia la pelirroja y le lanzó una cachetada en la misma mejilla en la que ella había golpeado a su hermana logrando así que la rusa perdiera un poco el equilibro sin embargo no cayó.

-¡Melek!.- reprendió el sultán sin acercase, la sultana lo vio y se encogió de hombros.

-Da gracias que no le corte la cabeza, muchos han muerto por menos, mira el rostro de Isabel, ¿piensas que iba a dejar esto asi?.- le
Dijo al sultán.

-Está en cinta.- dijo el
Sultán. La sultana solo se encogió de hombros.

-¿Y?.- dijo despreocupada.- Una cachetada no iba a matar al bebe.- dijo y luego se volvió a mirar a la pelirroja.- Y a ti, da gracias a Allah que estás en cinta, porque si no te hubiese cortado la cabeza.- hizo una pausa.- Pero lo bueno es que no estarás embarazada por siempre.- mencionó con una pequeña sonrisa. Dio vuelta y tomó delicadamente la mano de su hermana para salir hacia sus aposentos con sus hijos siguiéndola.

En el harem se encontraban todos en la misma posición.

-¿Sabes que esto es una de las mayores faltas de respeto que se pueden cometer, cierto?.- Mencionó la madre sultana observando a su hijo.

-Lo se.- respondió el sultán clavando ojos en la pelirroja.

-¿Y sabes que si le rey Enrique se entera de esto no le importa que esté embarazada y la matara igual?.- volvió a preguntar su madre.

-También lo se madre.- volvió a decir el sultán.

-Espero y sepas darle un castigo tan grande con la magnitud de sus hechos. - mencionó para luego dar media vuelta e irse.

-Piense bien lo que hará su majestad, no fue a cualquier mujer que tocaron, fue a la hermana de su esposa, la princesa Isabel.- mencionó Fatma.- Ahora si me disculpa regresaré a mis aposentos.- dijo y luego hizo una reverencia para marcharse.

-Si me disculpa iré con nuestra madre.- dijo Şah, para luego hacer una reverencia y marcharse con Hatice detrás la cual solo le dedicó una mirada a su hermano. Mahidevran se retiro del lugar sin mencionar nada.

El sultán se quedó en el harem, todas las concubinas se encontraban ahí, nadie se había movido.

-¿Sabes la gravedad de lo que acabas de cometer?.- preguntó el sultán acercándose a la pelirroja.

-Su majestad, esa mujer me agredió.- trató de defenderse la rusa.- Por eso la mande a los calabozos, atento contra mi y nuestro hijo.- el sultán se encontraba sorprendido, pues aún no creía que la pelirroja podía mentirle en la cara.

-¿Enserio?.- preguntó tratando de sonar sorprendido, la rusa solo asintió con la cabeza.- ¿Entonces no fue porque se le cayó un jugo en tu vestido?.- preguntó la pelirroja se puso nerviosa.- Déjenme solo con Hurrem Hatun.- rápidamente todas salieron excepto la pelirroja.- No puedo creer que me mientas en la cara.- mencionó acercándose a la rusa.- Me informaron lo que pasó, se todo.- se acercó mas, ya la pelirroja se encontraba con los ojos llorosos.- Debi creerle a mi madre cuando me dijo todas aquellas cosas sobre ti.- mencionó en tono serio, se pasó las manos por el rostro y soltó un suspiro.- No serás sultana.- mencionó y la rusa lo miró con sorpresa y confusión.- Si das a luz a un Şehzade no obtendrás el título de sultana, ese puesto se gana, y con tu comportamiento me dejaste claro que no mereces ese título.- mencionó dando la vuelta para irse, dejando a la pelirroja destrozada.











Espero que les haya gustado este capítulo, gracias por todo el apoyo que me han dado :D










Créditos: Lissette411 Gracias por este cap hermoso :3

La Sultana MelekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora