Palacio de Topkapi.
Mientras el gobernante y su esposa dormían, en otros aposentos se encontraba la pelirroja despertando, luego de unos largos minutos de sueño quedó rendida. La rusa se levantó confundida pero rápidamente empezó a buscar a sus hijos pensando que solo había sido una pesadilla pero cuando no los vio cayó en la realidad. Trató de levantarse sin embargo aún estaba adolorida.
-¡Firial!.- gritó la rusa.- ¡Firial!.- volvió a gritar, por las puertas entra la señorita Firial con una cara seria pues no era novedad que la pelirroja no le cayera bien.- ¿Mi hijo? ¿Donde está mi león?.- preguntó la rusa.
-“Tus hijos” están con la sultana Melek.- digo Firial.
-¡No!.- exclamo con furia la pelirroja.- ¡Es mi hijo!.
-Ya calla Hatun.- dijo harta Firial.- Cometiste el error de despreciar a la sultana, y el sultán te hizo pagar, así que cállate y deja de gritar que ya todos duermen.- dijo para luego dar media vuelta e irse.
La rusa se quedó pensando, no se iba a quedar de brazos cruzados mientras esa mujer criaba a su hijo, por supuesto que no, así que con mucho esfuerzo se paró de la cama, vio si había alguien por los pasillos y de manera sigilosa se logró colar a los pasillos que daban a las mazmorras. Observó que las puertas estaban siendo custodiadas por dos aghas los cuales no se movían, visualizó un candelabro y sin pensar mucho lo arrojó por las escaleras creando un ruido sordo que llamó la atención de los dos guardias los cuales se acercaron a ver qué sucedía, momento en el cual la rusa aprovecho para entrar a los calabozos, visualizando así a su amiga, la cual se encontraba en una esquina, sucia y demacrada, María levantó la mirada, observando al causante de arruinarle su momento de paz, abrió sus ojos sobremanera al ver a la pelirroja, la cual le hizo señas para que no hablaras, abrió la reja y ayudó a su amiga a salir, cautelosamente lograron burlar por nueva vez a los guardias que custodiaban las puertas, llegaron a los aposentos que anteriormente la pelirroja ocupaba.
-¡Por Allah Hurrem!.- mencionó Maria Hatun.- No sabes lo que pase allí, fueron muchas cosas.- hizo una pausa.- Pero dime ¿Ya eres sultana? ¿Y tu hijo? Estoy ansiosa por conocer al pequeño pinc…- Calló al ver la expresión de su amiga.- ¿Que sucede?.
-Me quitaron a mi hijo Maria.- dijo la rusa.- La sultana Melek me quito a mi hijo.- sollozó siendo abrazada por su amiga.
-Por Allah Hurrem, ¿Como pasó eso?.- preguntó separándose de su amiga.
-No importa como hayan pasado las cosas, ella me quito a mi hijo y eso no se quedará así.
-Hurrem.- dijo en suspiro la otra mujer en la habitación.- Ya intentamos matar a un príncipe una vez y mira como terminó.- dijo viendo con una mueca a su amiga.
-Lo se María, pero esta vez no será a un hijo, si no que mataremos a Melek, y lo haremos hoy.- dijo decidida, se levantó y acercó a una pequeña gaveta que tenía, saco una caja de la cual saco un objeto envuelto en una tela, Maria vio con los ojos bien abiertos aquel objeto, era una daga, la hoja se veía tan filosa que le dio escalofríos a la misma, miro a su amiga pidiendo una explicación que la rusa no dudo en dar.- Está daga la conseguí hace un mes, mi plan era usarla con su hija menor pero ahora la usaré con ella.
-Hurrem pero ¿Y si sospechan de ti?.- dijo su amiga con una mueca.
-¿Quien sospecharía de una mujer que acaba de dar a luz a dos niños?.- dijo analizando la daga.
-¿Dos? Dijiste ¿!Dos!?, ¿!Tienes dos hijos!?.- preguntó Maria.
-Ese será un tema para después, ve a ducharte y nos colaremos a sus aposentos cuando termines.- dijo la rusa recibiendo un asentimiento de parte de la otra mujer. Pasaron 20 minutos y al fin Maria Hatun sale enfundada en un vestido rosa opaco.
-Estoy lista.- dice con seguridad recibiendo un asentimiento de la pelirroja.
-Bien.- dijo la rusa escondiendo la daga en su vestido.- Hay que ser precavidas, nadie te puede ver.- dijo solo recibiendo un asentimiento por parte de su amiga.
Ambas emprendieron camino hacia los aposentos de la sultana, en el camino se toparon a Andrea Hatun, una amiga que había hecho Maria anteriormente y que casualmente también era una de las nodrizas de los recién nacidos, ambas le contaron el plan, pero ella se rehusaba a participar en el plan, la pelirroja empleando si manipulación le ofreció oro y diamantes que se les darían cuando la rusa fuera sultana, la exoneraron de la parte de ensuciarse las manos, así que será la distracción, solo tenía que fingir un desmayo para que los guardias de separaran de la puerta.
El plan dio marcha, Hurrem y Maria se encontraba observando detrás de una columna como Andrea desfiló frente a la puerta de la habitación de la sultana, unos cuantos pasos más adelante Andrea empieza con su actuación, ambos guardias se percatan del estado de Andrea que en estos momentos se encuentra recargada en una pared.
-¿Señorita le sucede algo?.- cuestionó una guardia sin moverse de su posición.
-Yo… yo…- tartamudeo la nodriza para luego caer “desmayada en el suelo” ambos guardias se acercan, y rápidamente ambas mujeres que se encontraban escondidas salen e ingresan a los aposentos de la sultana, tratando de hacer el mínimo ruido posible, dentro todo estaba obscuro las mujeres solo pudieron visualizar un poco las cunas de los menores, se dirigieron hacia la cama, la rusa reconoció a la sultana que estaba durmiendo plácidamente boca abajo, rápidamente le hace señas a su amiga la cual con mucho cuidado coloca una de las almohadas encima de la cara de la sultana aprisiona con fuerza haciendo que la sultana despierte sin embargo se encuentra limitada por la posición en la que se encuentra, la rusa de acerca y rápidamente susurra en los oídos de la sultana.
-Me quitaste el amor del sultán, me quitaste mi puesto en este palacio, incluso me quitaste a mi hijo, pero ahora yo te quitaré la vida.- alza la daga y cuando esta a punto de decente una voz la paraliza en su lugar.
-¿!QUE CREEN QUE ESTÁN HACIENDO!?.- exclama una voz fuerte y varonil, la silueta de donde viene aquella voz se encuentra con un candelabro encendido en las mano, y recién llagando del baño.
-Su… su… majestad.- dice la rusa viendo al sultán, mientras deja caer la daga y su amiga busca refugio en las paredes, mientras la sultana se sienta tratando de tomar aire nuevamente.
¡Feliz Año Nuevo!❤️🎉
Espero que les haya gustado este capítulo, gracias por su apoyo, Los amo <3
Créditos: Lissette411 Gracias por tu cap tan lindo :3

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La Sultana Melek
FanfictionSoy la sultana que el sultán Suleiman olvidó por un tiempo, pero después volví, en frente de mis enemigos y de todos mucho más fuerte y poderosa. ¡ATENCIÓN SU EXCELENCIA HASEKI MELEK SULTAN ESTÁ AQUÍ! Soy la sultana más poderosa de este imperio...