.006

9.9K 582 13
                                    


Palacio de Topkapi.

La fiesta continuó amenamente, el sultán viendo de reojo a la pelirroja que se encontraba en una esquina sentada, mientras todavía sostenía la mano de su esposa, las demás sultanas se encontraban en un platica tranquila.

La pelirroja sabía que el sultán la miraba y eso le daba cierta satisfacción al saber que su sultán aún con su esposa a su lado la miraba. Por otro lado Melek se empezó a sentir mal, sin embargo no quería retirarse pues consideraba eso una falta de respeto ya que la fiesta era en su honor, pasaron algunos minutos y el malestar era cada vez peor, así que decidió que era mejor retirarse.

-Su majestad.- dijo llamando la atención del sultán.- Me retirare a mis aposentos.- pronunció parándose logrando así que la atención de las demás sultanas se centraran en ella.

-¿Estas segura?.- preguntó el sultán recibiendo un asentimiento por parte de la sultana.

-Madre sultana, sultanas, me encantó la fiesta pero creo que es momento de retirarme.- dijo haciendo una reverencia.

-Oh Melek, es una pena que te vayas.- pronunció la madre sultana.

-Fue un placer compartir con ustedes nuevamente madre, pero quiero ir con mis hijos y descansar un poco.

-Esta bien Melek, que descanses.- dijo con una sonrisa la sultanas procedieron a despedirse. En una esquina de la habilitación la rusa sentía que su noche mejoraría pues uno de sus impedimentos para tener la atención del sultán se iba y al fin el sultán tendría total atención en ella.

Melek se despidió de todos y procedió a irse cuando estaba en la puerta tuvo un pequeño mareo más no le prestó atención y continuo su camino, salió de la fiesta y continuó su camino hacia sus aposentos, un par de pasos más adelante la sultana volvió a sentirse mareada, se apoyó en una de las paredes llamando la atención de sus criadas de confianza que se encontraban cerca.

-¿Sultana, se encuentra bien?.- preguntó Nulfer una de sus criadas, la sultana no respondió, simplemente se desmayó alterando a las dos criadas.- ¡Sultana!.- dijo acercándose donde se encontraba su sultana.- ¡Lale ve al harrem y avisa de la situación! ¡Deprisa!.- Lale corrió hasta llegar nuevamente al lugar de la fiesta.

En la fiesta se encontraba el sultán pensando, en si llamar a la rusa o no a sus aposentos esa noche, llamó a Nigar Kalgan para que preparara a la rusa para esta noche.

-Su majestad.- dijo haciendo una reverencia.

Quiero que prepar…- No pudo continuar porque la criada de la sultana Melek interrumpió la fiesta.

-¡La sultana Melek se ha desmayado!.- esas simples palabras hicieron que todos dejaran de un lado lo que hacían Para prestarle atención a la mujer que se encontraba sofocada, el sultán no espero ni un segundo y salió de la fiesta, con su madre, sus hermanas y Mahidevran detrás, llegó a donde Nulfer intentaba despertar a su sultana, el sultán la cargó y la llevó a la enfermería.

-¿Que ha pasado?.- dijo el sultán en tono fuerte hacia las dos criadas.

-Su majestad, la sultana paró a mitad de camino me acerqué a preguntarle si se encontraba bien pero simplemente se desplomó en el piso y luego mande a Lale a buscar ayuda en lo que me quedaba con la sultana, no había guardias cerca para pedirles ayuda.

-¿Eso es cierto?.- le preguntó a la otra criada la cual simplemente asintió. Paso un momento para que la doctora saliera.

-Su majestad, sultanas, madre sultana.- pronunció haciendo una reverencia.

-¿Que tiene la sultana?.- preguntó el sultán.

-Su majestad, la sultana a sido envenenada.- pronunció haciendo que los que se encontraban en ese lugar soltaran un jadeo.

-¿Envenenada?.- preguntó la madre sultana.

-Así es madre sultana, la sultana Melek a sido envenenada, ya ella expulsó lo que consumió, se tendrá que quedar esta noche aquí para mantenerla en vigilancia.

-¿Podemos pasar a verla?.- preguntó la hermana menor del sultán.

-Por supuesto sultana.- dijo dándole pasó con una reverencia para que pudieran pasar.

En otro lado del palacio…


Se encontraban dos personas entre las sombras.

-¿Cuanto pusiste?.- preguntó una voz en susurro.

-Dividi el veneno en dos dosis pero solo se tomó una.- dijo la otra voz.

-Eso no la matará, debimos de seguir suministrándole el veneno que hemos estado administrándole estos meses.

-Pues no había, sabes que ese veneno es difícil de conseguir, te dije que paráramos un poco hasta que consiguiéramos otra botella.

-Teníamos que suministrarle algo, sabes que si no le suministramos la dosis semana de veneno su “enfermedad” desaparecerá y no hemos estado envenenándola todos estos meses para arruinar el plan ahora.

-Bien, me comunicaré con el hombre que nos ha estado vendiendo el veneno para que consiga más en estos días.

-Bien yo le avisaré a ella para que esté al tanto.
Ambas sombras desaparecieron por los pasillos en direcciones diferentes, siendo cuidadosos en que nadie los viera.











Espero que les haya gustado este capítulo, gracias por su apoyo.











Créditos: Lissette411 :3

La Sultana MelekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora