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Hasta ese momento ______ no había tenido tiempo de admirar en todo su esplendor el cuerpo desnudo de su profesora; sus pechos firmes adornados por una areola carmesí, un abdomen esculpido a mano con ocasionales lunares y unos muslos de porcelana capaces de volverse una trampa mortal. Todo en ella era perfecto, sensual y elegante. Podía haber pasado el resto del día admirando cada detalle de su cuerpo, pero no era el momento, ahora tenía la oportunidad de adueñarse de esa persona y no la iba a desperdiciar.

Arremetió contra su cuello sin pudor alguno, clavando sus colmillos y succionado cada espacio en blanco que veía, usando la humedad de su lengua para deslizarse hasta sus pechos. Sus manos tomaron un camino a parte, bajando por su espalda y agarrando bruscamente sus nalgas para levantarla y acomodarla sobre ella.

— Mhn...— un suave gemido se escapó de sus labios, Kayama rodeó la cabeza de ______ para pegarla más a su pecho y esta en respuesta volvió más violento el movimiento de su boca.

Las cicatrisadas manos de la menor recorieron sus muslos, acercándose peligrosamente a su entrepierna, pero no hizo falta llegar más lejos para lograr sentir la humedad que esta generaba.

— Que mojada estas, no pensé que te calentara tanto— se adelantó a hablar _____, sacando a relucir la humedad que había caído en sus dedos con tan solo recorer sus muslos.

Con el dedo índice delineo todo el controno de su abdomen, bajando hasta su vientre, y comenzando a hacer suaves caricias en círculos en la zona, rozando deliberadamente su clitoris.

— ¿Estas jugando conmigo, ______?— hundió sus dedos en la cabellera de la menor y tiró de ella para separarla bruscamente— ¿Piensas volverme loca?

— Ahg... entonces dime, Nemuri... ¿Que es lo que quieres que haga?— llegó a formar una sonrisa y verse medianamente firme a pesar de la posición en la que se contraba, claro que eso no terminaba de tener efecto en la mayor.

______ sin duda esperaba obtener una reacción nerviosa, algo avergonzada e incluso negativa, pero no tuvo muy en cuenta con quien estaba tratando. Esa mujer sin vergüenza no tenía problema alguno en seguirle el juego y eso la tomó por sorpresa.

— Quiero tus malditos dedos dentro de mi— fue directamente a detener la mano que jugaba con su vientre, y sin pudor alguno la guió hasta abajo— y creo que ya sabes como mover esa lengua, ¿no?— con su otra mano agarró bruscamente el rostro de la menor, abriendo su boca a la fuerza y metiendo su pulgar en esta, haciendo presión sobre su lengua.

______ continuó encantada, su lengua hizo un camino hasta su cuello mientras su mano pasaba a deslizarse por su entrada, perfiló sus labios inferiores, le dio un pellizco y sin previo aviso hundió dos de sus dedos en su interior.

— Ahgg si~!— no se molestó en contener sus gemidos, ni en ocultar las ansias que tenía por sentir a la morocha— Bien hecho, Bebé— ronroneo sobre su oído a la vez que lo mordía, sintiendo un suave gruñido sobre su cuello.

Sus caderas comenzaron a moverse casi por instinto, podía sentir esa corriente de placer recorriendo su cuerpo, su columna erguida y sus pezones erectos producto de ello. ______ comenzó a dar suaves embestidas hasta encontrar el ritmo perfecto y así comenzar a aplicar más fuerza en su movimiento, sintiendo las afiladas uñas de Kayama clavarse en su espalda y por mientras su boca buscaba con desesperación donde más atacar, volvió a sus hombros, clavícula, cuello, subió por su mandíbula para dar con su boca, iniciando un torpe beso.

— Mhm... ¡Hya! ¡Qu- ah~!— no logró formar palabra alguna, una gran presión en su interior la había sorprendido, pero ______ no dio lugar a quejas.

La morocha habia usado su quirk, había generado una onda provocando una presión placentera en sus paredes internas y dando de lleno con el punto G de esta.

— No te molestes en hablar, eres un desastre— se jactaba con una sonrisa perversa en su rostro, deteniéndose para deleitarse con la imagen frente a ella.

Ese curvilíneo cuerpo sudado, sus pechos sacudiendose al ritmo de las embestidas, las numerosas marcas que había dejado por estos y finalmente su rostro; rojo, con pequeñas gotas callendo por su cien y sus oscuros mechones desalineados y humedos pegados en su frente. Sonaba como una fantasía más.

— ______...— a duras penas logró conseguir con el rostro de la contraria— Mhn~ ¡______!— no logró concretar su plan, una intensa sensación de placer lleno su interior, sus piernas se aferraron a las caderas de la menor y su espalda se arqueo, dejando caer su cabeza para atrás— ¡Ahh~ Si!

— Disfruta mientras puedas que esto lo vas a limpiar vos...














A mitad de mambo se me puso una canción de Marama de fondo y me empecé a cagar de risa, no doy más de boluda.
Eniweis, corto pero para que no me rompan las bolas, el vienes mando el siguiente cap.

Midnight x Fem!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora