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— Buenos días— un zombi medio dormido y desalineado hizo presencia en la sala.

— Buenos días, Kayama— saludó All Might con una sonrisa jovial en su rostro.

— A buena hora te levantas— reprochó el azabache quien ya se encontraba levantando los platos sucios de la mesa.

— Mh... ¿Que hay para desayunar?— se dejó caer sobre el sofá y continuó con su actitud somnolienta sin importarle en lo absoluto la hora.

— Si queres algo anda y hacelo vos— nuevamente Aizawa fue quien se apresuró en hablar antes de que alguno de los dos rubios a su lado terminara como sirviente de esa mujer.

— Tsk... que malhumorado, no arruines mi mañana con tu amargura— refunfuñando se levantó para dirigirse a la cocina.

— ¿Ella... siempre se levanta a esta hora?— preguntó Toshinori algo inseguro por el ambiente tenso que rodeaba al azabache.

— Un poco, si— contestó el rubio más joven, que sorprendentememte se había mantenido bastante callado— iré a lavar los platos— y con esa actitud tan impropia de el se marchó a la cocina.

Apenas dio el primer paso en la habitación Nemuri ya podía sentir la mirada del rubio clavada en su nunca, por más que intentara disimularlo, el pobre chico era demasiado obvio para ella.

— ¿Y a ti que te pasa?— se dignó a preguntar la mayor, ya inquieta con el silencio del rubio.

— ¿E-Eh? Nada, ¿por qué lo preguntas?— Nemuri se mantuvo en silencio, mirando con incredulidad al rubio— Esta bien, esta bien... sabes lo sensibles que son mis oídos, aunque los cuartos estén insonorizados aún así me llega algo— finalmente admitió con pena lo que traía entre manos, intentando apartar su rostro algo colorado.

En cambió, la mujer, se puso completamente pálida.

— ¿Qué... qué escuchaste exactamente?— su temor principal era que Hizashi la hubiera escuchado en una de las tantas veces que exclamó el nombre de su pareja.

— ¡Nada en particular! Me alejé al momento de escuchar un sonido extraño— se apresuró en aclarar ya que Kayama parecía querer acabar con cada parte de su ser.

— Mm...— suspiró con alivio una vez confirmó que el rubio no tenía ninguna sospecha— tenemos que encerrarte tres metros bajo tierra para tener un poco de privacidad— y se llevó la taza de café a los labios.

— ¡No fue mi intención! ¡Lo siento!

Fue insistente con sus disculpas pero a la tarde ya no parecía algo tan serio, dándose el lujo de molestar a su amiga con ello.

— Y bien guardado que te lo tenías, ya me parecía a mi que te estabas viendo con alguien, ¿¡pero en la U.A.!? Please tell me who's that person!— este obviamente esperaba oír el nombre de alguno de sus colegas que trabajaban en la academia pero Nemuri se negó rotundamente.

— Eso no depende de mi, así que cállate un rato— le dio con una carpeta en la cabeza, esta solo quería centrarce en su trabajo y sabía que no lograría deshacerse del rubio fácilmente.

— What? Why? ¡Eso solo me da más curiosidad!

— Entonces más vale que dejes esa curiosidad de lado...— se levantó de golpe, agarrando el rostro del rubio con una de sus manos— o te lo voy a tener que pedir por las malas— y con su mano libre hizo sonar el látigo contra el suelo, provocando un escalofrío en el chico.

— ¡Entendido!

Como una rápida sombra Aizawa ingreso a la sala, manteniéndose en silencio y con su habitual cara de pocos amigos, ignorando por completo al otro par.

Midnight x Fem!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora