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TIMBRE

TIMBRE

TIMBREEEE

— Nh-— intentó cubrirse los oídos, pero aún así el sonido seguia— Nemuri... Nemuri están tocando el timbre... ¡Mierda, Kayama!— luego de un par de intentos se giró bruscamente, usando su almohada para pegarle a la mayor.

— ¿¡Ah!? ¿Qué pasa?— esta finalmente dio respuesta levantándose de golpe, con una cara aún bastante somnolienta.

Su respuesta fue nuevamente el sonido del timbre.

— ¿Puedes ir a atender de una vez?— gruñó mientras volvía a acomodarse bajo las sábanas.

— Si, si— le contestó con el mismo tono cansino.

Se levantó y caminó como zombi hasta la puerta principal, quedándose casi ciega al abrir la puerta y recibir de lleno la luz del sol en toda la cara.

— Oh my god, girl u look horrible.

Kayama se alejó de la puerta sin responder, dejando que el rubio pasara.

— ¿Qué haces tan temprano acá?— se dejó caer sobre uno de los sofás, relajando el cuerpo y cerrando lentamente los ojos.

— ¿Temprano? Kayama, ya es pasado medio día— la mujer abrió los ojos como platos.

— ¡La junta de profesores! ¡No puede ser, lo olvide por completo!— se llevó las manos a la cabeza mientras su indiferente gato saltaba sobre su falda.

— Tuve que arreglarmelas para justificar tu ausencia, te salvé las papas mujer, agradecemelo— infló el pecho esperando su elogio.

— ¿Puedes decirme de que hablaron?— preguntó seria y cortante.

— Hmn- la seguridad de la academia será reforzada, los alumnos serán refugiados dentro del campus, las clases tendrán que ser más exigentes así que nuestro plan de enseñanza tendrá algunos arreglos y... ______ ______ aún no aparece— esa última noticia sobresaltó a la mujer, pero no por lo que Hizashi creía.

Olvidé por completo notificar a la academia— ellos preocupados y la boluda durmiendo en su cuarto, algo culpable si se sentía— ¿Shota cómo está?— ese hombre podía parecer alguien frío y sin sentimientos pero no iba a descansar hasta ver a sus crías sanas y salvas.

— Pasó la noche en la academia, ya sabes como es, no va a pegar un ojo hasta confirmar la seguridad de sus estudiantes— dijo con una sonrisa algo nostálgica— Ahora pensaba ir a verlo e intentar calmarlo, caí de paso a ver si habías logrado descansar.

— Si, dormí bastante bien— una sonrisa boba se dibujo inconscientemente en su rostro, mientras bajaba la mirada para acariciar a su gato.

Yamada tardó unos segundos en llegar a una conclusión y otros cuantos para creérselo. Como si fuera una respuesta a sus dudas un fuerte ruido se escuchó en la habitación de Nemuri.

— Uhm algo se debe haber caído...— palidecio al escucharlo y rápidamente busco una excusa.

— ¡Nemuri Kayama, tienes a alguien en tu cuarto!— exclamó boquiabierto.

— ¿¡Qué!? ¡No!— se puso nerviosa y se levantó de golpe, mandando al gato a volar— ¡Algo se debe de haber caído!— insistía con esa torpe excusa.

— No tienes que sentir vergüenza, me alegra que al fin hallas conseguido al hombre ideal— este habló con un repentino tono calmado, ganándose una patada por lo que decia— ¡Ah!

— ¿¡No ibas a ver a Shota!?— gritó casi echándolo.

— ¡Si, a eso iba!— corrió hasta la puerta cojeando, logrando escapar de su posible verdugo.

Midnight x Fem!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora