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Fue saltando de cornisa en cornisa, escondiéndose entre las sombras como una rata y evitando todos los guardias de la zona, casi se sentía como un criminal pero ese sentimiento tan familiar desaparecía al recordar a donde se dirigía.
Al llegar casi resbala con el barandal de la ventana y antes de caer estruendosamente desde un segundo piso, hizo todo su esfuerzo para caer al lado contrario. Una entrada espléndida.

— ¡Ya llegué!— se anunció al momento de entrar al cuarto, pero estaba vacío— ¿Nemuri...? ¿Me habré equivocado de cuarto?— ante la duda recorrió el cuarto con la mirada, impresionada con lo grande que era en comparación al suyo y notando lo descuidada que era al ver su ropa tirada; un par de prendas comunes se encontraban colgadas en el respaldo de una silla y bajo esta el mismísimo uniforme de la heroína a la que tanto esperaba ver, aparte de el desorden que tenía en su escritorio.

Simplemente soltó un bufido y caminó tranquilamente hasta las prendas, recogiendolas y dobladolas como es debido, no sin antes echarle un vistazo al traje de héroe.

— Llegaste más rápido de lo que esperaba...— una calida sonrisa se dibujó en su rostro al salir del baño y encontrarse con la adorable escena de la morocha ordenando sus cosas— Te morías por verme, ¿no es así?

El tono juguetón y la sugerente mirada que le había lanzado sin duda la avergonzaron, pero sus ojos no se podían apartar de su cuerpo. Una bata de baño cubría pobremente su blanca y radiante piel, dejando entrever que esta no traía sutien pero ocultando sus caderas correctamente.

— Me esfuerzo en mejorar mi puntualidad, te dije que estaría en diez minutos y aquí estoy— avanzó intentando mantener un semblante confiado frente a quien sabía que podía derrumbarla.

— Que niña tan aplicada te has vuelto— obviamente no iba a retroceder, le siguió el juego como ya era costumbre— Incluso sacaste un buen puntaje en la prueba, felicitaciones— terminó con la poca distancia que las separaba y dejó un corto y dulce beso sobre los labios de su amada.

— Quedamos en festejar, ¿no es verdad?— antes de que la mujer volviera a retroceder la atrapó de la cintura y la pegó a su cuerpo— Celebremos toda la noche— soltó con un tono ronco antes de arremeter vorazmente hacía la boca contraria, formando un beso mucho más intenso que el anterior.

Nemuri no puso resistencia, correspondió el beso intentando seguirle el ritmo a la vez que subía lentamente sus manos por el pecho de la menor y antes de que ______ se metiera por debajo de de la bata, Nemuri lentamente puso distancia entre sus cuerpos.

— Que niña tan ansiosa, de hecho tenía otros planes antes de llegar al sexo— dicho eso se liberó del agarre de la morocha para ir a buscar algo en uno de los placares cerca del sofá.

— ¿Ah, si?— algo desconcertada y curiosa se mantuvo atenta a los movimientos de la mayor.

En un momento Nemuri se inclinó, no de forma exagerada pero si lo suficiente para que la ágil y perversa vista de ______ se escabullera por debajo de la bata y con eso confirmara sus dudas; efectivamente, no traía absolutamente nada bajo esa mierda.

— Y bien, ¿qué te parece?— ante la pregunta ______ no dio una respuesta coherente, mantuvo el ceño fruncido murmurando insultos— Hmm... dame un poco más de tiempo para entender ese idioma raro tuyo— bromeó al no recibir respuesta, espabilando a la otra.

— ¿Qué estas-?— bajó la mirada solo para notar como la mujer sostenía un par de copas y un vino bastante llamativo a su parecer.

— No sé que te gusta, pero supuse que tomabas después de nuestro encuentro en el bar.

— No tomo muy seguido, de hecho solo lo hago en ocasiones especiales— alzó la botella que aún sostenía la mayor para ver que tipo de bebida traía entre manos— ¿Tienen permitido tomar en la academia?— obviamente ella, como alumna, lo tenía más que prohibido, pero podia ser diferente para los profesores.

Midnight x Fem!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora