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El camino de regreso fue oscuro y silencioso, su cuerpo manejaba por instinto mientras su mente se mantenía dispersa, divagando en pensamientos confusos.
Apenas se dio cuenta cuando había llegado, bajó del auto con el bolso en mano y subió hasta su apartamento. Al abrir la puerta todo se volvió más oscuro, la única luz que había era la proveniente del exterior y no era mucha. Un hambiente denso y extraño había llenado la casa, sus pelos se pusieron de punta al sentir un escalofrío recorriendo su columna.

— ¿______?— llamó con duda mientras buscaba el interruptor de la luz.

Escuchó lo que parecía un murmullo distorsionado a sus espaldas, ante el miedo se abalanzó sobre el interruptor y rápidamente tomó una posición de defensa.

— ¡AHG MIS OJOS!— la estruendosa queja llamó su atención al intante.

— ¿¡Qué carajo estas haciendo, imbecil!?— exclamó enojada y confundida, viendo como la menor se retorcía en el suelo agarrando lo que sea que tuviera en su cabeza.

— Encontré esta mierda entre tus cosas, fue divertido hasta que prendiste la luz— se sentó en el suelo mientras frotaba sus ojos irritados.

Midnight se agachó a su lado para ver que era lo que traía.

— Lentes de visión nocturna, un modelo bastante viejo— volvió a ponerse de pie, extendiendo la mano para ayudar a la chica que apenas podía ver— estas cosas podrían dejarte ciega, ten cuidado con lo que tocas.

— ¿Eh? ¿Por qué mierda guardas algo tan viejo?— preguntó mientras peleaba por abrir los ojos.

— La caja de donde los sacaste eran las pertenecias de un antiguo maestro, me las quedé cuando murió— forzó un tono más serio, aguantando la risa al ver la cara de incomodidad que le había quedado.

— Mnh...— tragó en seco sin saber que responder— oops— finalmente una sonrisa nerviosa se formó en su rostro, quedando como una completa boluda.

Midnight estalló a carcajadas.

— Solo bromeaba, verte tan nerviosa me fascina— dio un paso al frente para acercarse a su rostro y dejar un suave beso sobre su mejilla— pero es lo que te ganas por meter las manos donde no debes.

— Andate a la mierda— no pudo evitar reír al momento de putear, por alguna razón le agradaba la forma en la que Nemuri jugaba con ella.

— Por cierto, estaban tus hermanos— eso quitó toda sonrisa de su rostro.

— ¿Hermanos? ¿En plural?

— Si, tu hermano menor también estaba... no me dijeron su nombre— dijo recordando esos cortos periodos en el que habían interactuado y el niño nunca se presentó aparte de que su hermano no lo mencionó en ningún momento.

— Bueno, es algo complicada su situación— antes de seguir hablando buscó donde sentarse, la presión en su pecho estaba empezando a sentirse abrumadora— digamos que sus padres nunca llegaron a ponerle un nombre, suele usar una abreviación de su apellido para documentos legales.

— ¿Documentos legales?— siguió a _____ hasta el sillón, dejando el bolso a un lado y sentándose a su lado— No quiero ser desconfiada pero-

— Nah, tenes razón, nada es legal, pero de alguna forma tenía que estudiar— admitió con gracia, segura de que la mayor no la delataría.

— Ustedes podrían meterse en muchos problemas, pero parece que se cuidan bastante— habló algo nostálgica— llamarán a la academia y dirán que tu ya apareciste con ellos, estas cubierta.

— ¿Eh? ¿Y por qué te lo dijeron a ti? ¿Les dijiste que estoy acá?— comenzó a preguntar nerviosa.

— Yo no dije nada— se limpió las manos.

Midnight x Fem!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora