Diez;

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- Eleanor.

Le di la mano pero me vino a dar dos besos.

- ¿No eres de aquí verdad?

- Pues no… Me has pillado, soy de España.

- Ya, digamos que soy buena en los acentos.

Una llamada a su teléfono nos interrumpió.

- Lo tengo que coger, un momento.

Se alejó y la vi asintiendo y diciendo: "Okey".

- Me tengo que ir, me reclaman.- Dijo con una sonrisa cuando volvió. - Me ha encantado conocerte.

- Claro. Igualmente, ¡ adiós!

Y se marchó tranquilamente.


Lana;

Mi mente estaba en el mundo de "El diario de Noah" cuando una cabeza curiosa se coló por la puerta.

- Perdón  si molesto.- Dijo asomando la cabeza mi hermana.

- No, pasa pasa.

- Me aburro mucho, ¿quieres venir al centro?- Propuso poniendo cara de suplica.

-  Claro, me visto y vamos. ¿Vamos con mi moto?

- Miedo me das, hace mucho que no la coges.

- Oye, que no se me olvida en dos meses. Además solo te llevé un día a clases.

- ¿Te recuerdo lo que pasó? - Dijo haciendo ver que era mi madre, lo que me hizo mucha gracia.

- Llegábamos tarde. Tuve que correr si no querías tener falta y ya sería tu tercera, lo que causaría tu expulsión.

- Bueno, vale. Me voy a vestir y nos vamos va.

Llevábamos dinero en efectivo, nuestros ahorros, ya que mi madre se negó a darnos más de 10 euros.

Al cabo de unas horas, mi hermana me propuso ir a alguna cafetería, lo que me pareció genial.

Cuando llegamos nos sentamos y una chica morena nos vino a tomar nota del pedido.

- Yo quiero un batido de fresa, gracias.- contestó mi hermana con una sonrisa.

-  Yo lo mismo. Gracias.¿Crees que estaremos bien en Londres?

-   Claro que si, alguien tendrá que darnos una vuelta turística porque si no… Por cierto, ¿allí no viven los  guan daireison - ¿Enserio? ¿ guan daireison? Con tantas veces que los nombraba

-  Si Leyre si… Pero es One Direction. 

Cuando llegamos a casa,  me fui a mi habitación y me duché, ya que estaba cansada.
Me acordé que mañana tendría que preparar a hacerme las maletas. Madre mía de mi corazón. Lo que me esperaba. Miré la hora y no eran más de las 19:30. Así que me puse a hacer maletas. Empecé sacando todas las maletas que tenía, dejándolas de una en una fila. DIOS lo que me esperaba. Fui sacando la ropa, primero de los cajones, doblándola y metiéndola en la maleta. Todos los cajones, me ocuparon 2 maletas y media de la otra. Ahora iba el armario/vestidor.  Empecé a sacar todos los vestidos, la ropa que había comprado esta tarde, y todos los pantalones, jerséis, abrigos, sudaderas. Vamos, toda la ropa que tenía, y algunas prendas que no recordaba ningun momento en el que las llevara. Eso me ocupó todas las demás maletas. Pero me faltaban los zapatos y todas las joyas y demás accesorios. No tenía más maletas, así que fui a pedirle a mi madre.

-  ¿¡Mama?!- Dije ya que no la encontraba. Entré en su cuarto, donde hacía mucho que no entraba, ya que ella no me dejaba.

Cogí una de las maletas. Tendría de sobra, ya que tenía un armario lleno de ellas. Abrí una para ver como era de grande y vi una foto. Salía mi madre con un señor que no conocía. Salían abrazados y a milímetros el uno del otro.
¿Quién es?
Mi mente daba vueltas y vueltas a mis recuerdos, pensando si conocía de algo a ese señor. Pero mi madre entró en la habitación.

-¿Que haces hija?

- Venía a buscar más maletas, que yo me he quedado sin.

- Ah, vale. ¿Tienes suficiente con esas dos?

- Si, creo que si.- Respondí sin quitar mis ojos de la foto, que aún sostenía en las manos.

-¿Que es eso que tienes en la mano?

- Umm... - Al ver que no le contestaba me lo quitó de las manos.-¿Quién es mama?

- Es ... Mario. Fuimos juntos al instituto, y luego a la universidad.

En la imagen de la foto, que aún seguía en mi memoria, mi madre salía como ahora de edad, no como hace años.
- Tienes el mismo aspecto que ahora, ¿os seguís viendo ?

- Si, me la hice hace unos meses. En una cena que tuvimos de antiguos alumnos.

- ¿Enserio? parecéis muy cómplices en la foto.

- Si, estuvimos juntos, saliendo en la universidad.

- Igual que ahora. ¿No?

- ¿Como dices? ¿Como se te pasa eso por la cabeza?

- Por favor mamá, estáis a milímetros de daros un beso.

- No es de tu incumbencia.

-Empieza a ser de mi incumbencia cuando el hombre al que no estás besando es mi padre. Dime que no engañas a papá. Dimelo.

But you love meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora