Seis;

419 13 0
                                    

-   Dime que es una broma, dímelo- Empecé a llorar.

-    Lana, no llores por favor, me pone muy mal verte así. No quiero que llores. Enserio. Nuestra amistad seguirá lo sabes perfectamente

- Andy, por favor. Dime que no es verdad, dime que vas a estar aquí, que no te vas

-  Como se nota que Leyre y tú sois mellizas. Ella me ha dicho exactamente lo mismo.

-  ¿Porque Andy? ¿Porque?

-  Te lo insinué hace unos días Lana, lo sabes. Te dije: “Me gustaría irme a estudiar a Manchester.” ¿Lo hice o no?

-    Si si… Pero ¡no pensé que fuera verdad!

-   Pues sí… Me voy a estudiar a Manchester. Entiéndelo

-  Andy, lo entendería si no tuvieras otra cosa que elegir, pero, ¿sabiendo que te vas porque a ti te da la gana? No, no te puedo entender

- Lana... Por favor.

- Sigo esperando a que me digas que esto es una de tus estúpidas bromas. Dímelo Andy, dime que vas a estar ahí, cuando yo te necesite, que me vas a apoyar en todo sin moverte de aquí. Que me despertaras a las 5 de la mañana solo para darme las "buenas noches" porque acabas de llegar de fiesta. Dime que vas a seguir gritando "  JULIETA ASÓMATE  AL BALCÓN" cada vez que vengas a mi casa. Por favor, Andy, dime que no te vas a ir a Manchester. No ahora. Te necesito.

- ¿Te crees que yo no te necesito a ti? Lana, por favor, siempre has estado ahí cuando he caído, me has agarrado fuerte y me has dicho al oído que me mantenga fuerte pase lo que pase. Pero ahora te lo pido yo a ti. Por favor, sé que vas a ser capaz de seguir adelante sin mi, aunque tu creas que no, yo sé que eres fuerte. Sé que esta vida es una mierda, pero nos ha tocado vivirla. Por favor, yo no te puedo decir que me voy a quedar aquí, pero te puedo prometer que te voy a seguir llamando a las 5 o a las 6 o a la hora que sea para darte las buenas noches. No te pienso olvidar, Lana.

La impotencia pudo conmigo, y salí corriendo de ahí. Siempre huyo de mis problemas, pero esto era más que eso. Era tener que decirle adiós a la persona que me mantenía de pié. Mi móvil sonaba desesperadamente con el tono de “Little Things”. Le puse ese tono a Andy cuando el escuchó la canción conmigo por primera vez, de alguna manera, esa canción hizo que nos uniéramos más aún. Cuando llegué a casa, abrí la puerta dejando a Maria mirando ensimismada. Con una simple mirada, me dijo todo. Su mirada expresaba tristeza, igual que la mía en estos momentos. Subí a mi cuarto, sin dar explicación alguna y me encerré.

Tumbada en la cama, mis lágrimas salían sin cesar. Hasta que un acto reflejo hizo que me las limpiara cara cuando llamaron a la puerta.

-          - No quiero ver a nadie en este momento. Vete.

-         -  Lana, soy Leyre. Déjame pasar, por favor.

Callé.

-          - El silencio otorga.- Dijo entrando y tumbándose a mi lado.

-         -  Le voy a echar de menos.

-        -   Y yo también.

Y juntas, lloramos en silencio, hasta quedarnos dormidas

2 días después:

Nadie supera que su amigo de la infancia se vaya a otro continente, y mi hermana y yo no íbamos a ser menos.  Nuestra manera de superarlo, era una manera ilógica, no salir de casa. Yo aceptaba que me iba a costar mucho superarlo, pero a la vez, mi madre me comía la cabeza diciendo que hoy en día hay muchas maneras de hablar aunque esté en la otra punta del mundo. Yo sabía que tenía razón, pero seguía negándome a aceptarlo.

Había adelgazado unos  kilos desde la noticia. No comía, Maria me subía la bandeja a la habitación y poco a poco se iba acumulando, hasta que mi madre se las llevaba.

Cada minuto, cada segundo, Andy me llamaba, pero yo no respondía.

Leyre, en cambio, salía con el, no sin antes insistirme para que fuera con ellos, siempre recibiendo una negación por mi parte. Hasta el día en que decidí que me avisara cuando iba a venir y yo marcharme a cualquier lugar.

Mi madre se fue, a Londres de viaje. Así que me ponía los auriculares y mi música me invadía, haciéndome salir de este mundo.

Esta tarde, estaba en mi cama, leyendo, cuando mi hermana gritó a través de la puerta.:

-      -   ¡Andy viene hacía aquí!

Tardé unos segundos en reaccionar. Cogí mis llaves, mi móvil y salí de casa. Pero la persona de la que intentaba huir, se encontraba justo en frente de mi.

-     Lana por favor. Sabes que tenemos que hablar.- Dijo cogiéndome del brazo.

- No sé de que tendrás que hablar tu, pero yo no tengo que decir nada. Que te vaya bien en tu otro continente, y que encuentres a alguien como yo.- Dije soltándome de su agarre brutalmente 

Al levantar la cara vi como lloraba, no podía ser… No podía ver a Andy llorando, así que empecé a correr hacía un parque, olvidando casa de Amy. Corrí sin que nadie ni nada me pudiera parar. Llegué al parque y me senté en un banco. Me puse los cascos y empezó a sonar : “moments”. No podía parar de llorar. Noté una mano detrás de mí, en mi hombro.

- ¿ Que te ocurre, Lana?

Me giré. ¿Otra persona a la que tenía super ganas de ver? No puede ser.  Notar mi íronia 

- Déjame Diego

-  Sé que me echas de menos.- Dijo sentándose a mi lado- He oído lo de Andy.

- Diego, por favor.

Y me besó. Me dejé llevar, como la última vez que bese sus labios, los mordi y el soltó un pequeño gruñido.

- Podríamos volver. Tu quieres, yo quiero. Vamos Lana, lo estás deseando.

Me levanté y me fui. Cuando llegué a casa me fui a mi cuarto, sin interesarme ni lo mas mínimo en mi hermana y Andy, que estaban en el sofá. Oí como me llamaba mi hermana, pero no hice caso. Llegué a mi cuarto y me dormí.

Al día siguiente….

Ya está. Mañana se iba Andy. Lo tienes que superar ya Lana. Me decía a mi misma. No salí en todo el día de mi habitación, me pasaba el día mirando la pared. Creía que en esos posters encontraría la respuesta en cómo olvidarme de Andy, pero no podía. Por la tarde, me llegó un mensaje de Andy que decía:

“Espero que estés contenta de tu egoísmo. Ni siquiera te has parado a decirme que me echaras de menos, te has distanciado de mí. No quería que pasara esto enserio. Tienes que aceptarlo ya Lana, me voy mañana a las 13:30. Si quieres venir a despedirte de mí, ya sabes a qué hora salé el avión. Espero que vengas y que recapacites de tú egoísmo. Aunque tú no lo creas, TE QUIERO LANA, te voy a echar muchísimo de menos, lo sabes de sobras. Espero que nos volvamos a ver. Hasta pronto. Espero que hasta mañana. 

PD: Recuerda a tu Romeo, yo recordaré a mi Julieta"

But you love meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora