Doce;

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Lo único que me salió de la boca en aquellos momentos fue:

-          Amy…  Mi hermana confiaba en ti.- Se giraron los dos.

-          ¿Leyre?.- Dijo Drave.

Mis ojos hacen apenas unos minutos habían contemplado como el ex novio de mi hermana y su “mejor amiga” se fundían en un apasionado beso . Amy no dijo nada, tan solo le pegó una bofetada a Drave, tal vez para disimular, y se fue corriendo. Drave solo se fue. Y allí me quedé, sin reaccionar, hasta que Sin Nombre me empujó para seguir con el paseo, pero nos dirigimos hacia a casa.

Lana;

El día que estaba pasando junto a mi tía y Boo incluido estaba siendo increíble, le compré millones de accesorios, collares, ropita. Vale, lo de la ropita… Se la compré porque le quedaba súper mona . Fuimos a comer a casa de mi tía Ana, bueno “casa”, era parecida a la mía, ya que ella era una famosa periodista. A mi no me gustaría ser famosa, quizás un poco, pero no para que te reconozcan a cada sitio al que vas. Por  Dios, que agobio.

-   Tía, vendrás a visitarnos ¿no?- Dije mirando como comía su plato de ensalada.

-    Pues claro preciosa, ¿como no os voy a ir a visitar? ¿Como pretendes que no vea a mis sobrinas preferidas más? Sabes que con tu prima Sofia no me llevo muy bien, no por nada, me gustaría verla más, pero tu tío no nos lo permite.

Mi prima Sofia, hacía mucho que no sabía de ella. Mi prima era hija de mi tío, claramente, pero mi tío piensa que somos una mala influencia para su hijita.¿Porque razón? Por el simple motivo de que dice que Leyre y yo somos unas mimadas por parte de nuestra madre y padre. Sobre todo, él nunca se llevó bien con mi madre, nunca. Cosa que me hacía pensar que él sabía que su hermana engañaba a su marido y que ni yo ni Leyre éramos hijas del hombre con el que se había casado. Mi tío no era rico, era normal, tenía la vida que yo siempre quise tener, sencilla, sin lujos. Mi prima tSofia se parecía a mi tío, morena y ojos claros. Claros, quiero decir azules como el mar. Parecía hija del mismo Poseidón.  Desde que me leí el libro de Percy Jackson no dejo de pensar en los dioses griegos.

-          Lo sé tía, sé que no nos lo permite, pero su motivo no tiene lógica. A veces querría tener una familia normal, una madre normal.- Mierda, metí la pata.

-  Pero que tonterías dices Lana. Tu madre tiene muy mala leche, como la mía, pero no por eso deja de ser una madre normal. Trabaja mucho, sí, pero ya está. Creo que no te gustaría tener a tu madre en casa todo el día.

-  Tienes razón- Mi tía era muy lista, y sabía que le escondía algo.

-  Suelta. Sabes que sea lo que sea no diré nada, te lo prometo.

-          Verás… Mi madre tiene un amante, me lo contó ella misma cuando descubrí una foto suya con el supuesto amante dentro de una maleta. Me dijo que era mi padre, que yo era hija de ese señor y no de mi padre.

Mi tía abrió los ojos como platos. Por su expresión supe que ella no sabía nada.

-          No sé qué decirte Lana. ¿Alguien más sabe esto? Con alguien más me refiero a tu hermana.

-          No, no.  Y prefiero que no se entere. Tanto ella como yo le tenemos mucho aprecio a mí padre, y cuando yo me enteré, me quedé destrozada. No quiero que mi hermana pase por esto, al menos ahora no.

-          ¿Cuando lo descubriste?

-          Ayer por la tarde

-          Madre mía Lana, ¿le has dicho algo a tu padre?

But you love meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora