Cuatro;

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Cogí mi sudadera, y me la puse. Bajé las escaleras corriendo y lo primero que pude ver fue a mi hermana llorando a lágrima viva, y, junto a Marie, gritando.

- ¿Que hacéis? ¿Quien hay fuera?

De la boca de mi hermana, salió como un último suspiro, antes de caer en un ataque de ansiedad.

- Liam...

- ¿Liam? Salir voy a hablar con él- Dije mientras Marie cogía a Leyre y se la llevaba a otro lado.

Abrí la puerta, ahí estaba el con ese pelo oscuro y ojos claros. Estaba gritando estúpideces

- ¡Liam!- Dije cogiéndole del brazo y apartandolo de la puerta de mi casa.-  ¿Que haces? Mejor, ¿que te crees que eres para estar gritando esas estúpicedes sobre mi madre?

- Mira Lana, déjame en paz, y yo digo lo que me da la gana ¿vale? Dile a tu hermana que salga ¡YA!

- A ver a ver... ¿como? Uno: No le voy a decir nada a mi hermana, porque ella ahora mismo ¡no quiere verte! Dos: Como no te vayas de aquí, AHORA llamo a la policia, y seguro que de esta no te salva ni Dios.

Soltándo un gruñido, y tirando una piedra a la puerta de mi casa que me rozó, se fue. Cuando pude ver que se había alejado lo suficiente, me metí para casa. Donde Marie le sujetaba la cabeza a Leyre.

- Marie, ya me encargo yo, vete a descansar, gracias.- Dije dándole un beso en la mejilla

- ¿En serio? ¿Estaréis bien?

- Si Marie, en serio, creo que lo que necesita es una charla de hermanas.

- Esta bien, como quieras. Mañana hablaremos sobre esto más tranquilamente.

Miré a Leyre, que ahora estaba encogida y con la cabeza entre las rodillas. Le abrazé y, le susurré:

- Leyre, amor, vamos a la cama, vamos a descansar

No me contestó, solo tembló. Le cogí como pude, poco a poco, como si fuera una muñeca frágil y se fuera a romper en pedazos si la soltaba. Le ayudé a subir las escaleras, y a meterse en la cama. Le pusé el pijama, pero una cosa me llamó la atención. Moratones, arañazos y sangre seca cubría todo su débil cuerpo. Entonces fue cuando, por primera vez en esta madrugada, ella reaccionó, tapándose sus heridas como si yo no me hubiera quedado petrificada al verlo.

- Leyre. No, no lo tapes. No me escondas eso. Por la simple razón de que ya lo he visto. No tienes nada que esconder.

Cuando dije eso, cedió la tensión que tenía en su cuerpo.

- Ahora, explícame quien te ha hecho eso y, porque.

- Lana...- Dijo entre sollozos.- Liam siempre que le apetecía hacerlo, yo no quería, porque con el no quiero perder mi virginidad. Entonces, el se cabrea, me pega, me araña y me tira al suelo. Con tanta brutalidad que un día me hice esto- Dijo señalando una cicatriz que ocultaba con su pelo.- Me dio con la esquina de la pared. 

Me quedé paralizada, ¿como podía llegar a esos extremos ese idiota? Cuando lo pillara se enteraría de quién soy yo y de quien es mi hermana. Claro está que si mis padres se enteran, lo denuncian y tanto a Leyre como a mí nos prohibirían salir. Así que yo no se lo diría, y supongo que ella tampoco.

- Leyre...- Le abrazé.- Leyre , mirame.- Dije sacándole los pelos que tenía en la cara.- Has hecho muy bien en decirmelo, pero muy mal por haber esperado a que llegara a este extremo. Sabes que yo te apoyo siempre en todo, y que me puedes contar lo que quieras.

- Lo sé, pero es que... Pensaba que no era nada, que tenía sus ataques, hasta hoy. No quería que ni papá ni mamá se enterarán de esto, por las consecuencias. Al principio no era así...

- Pero siempre que te pase algo como esto lo tienes que contar Leyre, siempre. Y, si tu crees que no es necesario contarle nada a papá ni a mamá, no te preocupes, eres igual de madura que yo para saber lo que conviene o no, así que de mi boca no saldrá nada que tu no quieras. Por mucho que me duela no poder darle lo que se merece ese idiota. Buenas noches renacuaja.

Le besé la frente y me fuí a continuar soñando. Pero lo que no sabía es que no pude conciliar el sueño en toda la noche

"Fin del flashback"

- Sé que has cambiado, mucho, pero sé que lo que te ha hecho volverte así fue lo ocurrido hace un tiempo.

- Si, he cambiado, y , de alguna manera siento que esta actitud me hace más fuerte delante de las relaciones. Menos tolerable. Han pasado dos meses desde Liam, y no me he vuelto a meter en otra relación por miedo a que me hagan daño.

- Tu tienes miedo a que te hagan daño, pero no piensas que ahora eres tu la que está haciendo daño. Si no te olvidas de aquel imbécil, no llegarás a ningún sitio. Te lo digo como  tu hermana que soy, y por mucho que, aunque no lo demuestre, te quiero y deseo lo mejor para ti.

- Me propongo cambiar, empezaré mañana mismo, hablando seriamente con Andy. Muchas gracias Lan..- Dijo abrazándome.

- Me parece muy bien que te lo tomes así.- Le di un beso en la mejilla, como hacía tiempo que no hacía.

- Me voy a dormir, gracias por esta charla, la necesitaba. Ah, y perdón por interrumpirte mientras leías, recuerdo que lo odias.- Sonrió y se fue.

- Buenas noches.- Susurré para mi sabiendo que ella no lo había escuchado.

 Me tumbé a mi cama, pidiendo siempre el mismo deseo de llegar a cumplir todos mis deseos. "Algún día se harán realidad, lo sé." Y caí en brazos de Morfeo.

Un dulce aroma invadió mi sueño. Abrí los ojos lentamente, observando borrosamente a una persona dentro de mi habitación. Cuando aquella persona se dio cuenta de que había interrumpido mi sueño, se fue. 

Otra persona me despertó una hora más o menos después. Haciendo que me sobresaltara. Mucha gente despertándome aquella mañana.

- ¡Buenos días bella durmiente!-- Dijo aquella voz.

But you love meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora