Tres;

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Algo, alguien, interrumpió en mis profundos pensamientos

 -¡ ANDY!- Dijo mi hermana desde las escaleras

- Leyre, creía que no estabas.- Dijo Andy soltándome la mano que me había cogido al entrar en mi casa.

- Pues aquí estoy. ¿Que haces que no vienes a abrazarme?- Eh, Leyre, cállate de una vez, por favor. Sugerencia. 

Andy me miró para que interviniera

- Leyre... Andy y yo íbamos a mi cuarto, si no te importa...- Dije "invitándola a irse" 

- Ah, vale. Adiós Andy.

- Adios Leyre-

Subimos a mi cuarto, le hice sentarse en la cama. 

- Que pedo ha pasado ahí.

-  A sido raro, ¿verdad?

- Quizá si no me hubieras soltado la mano para que mi hermana no mal pensara hubiera sido menos raro todo.

- Lana... 

- No, Lana no. Encima, te utiliza y tu ¿haces todo lo posible para que lo siga haciendo?

- Lana, no me utiliza. Y si lo hiciera. ¿Para que querría utilizarme?

- Claro que si, cambia de tema. No sé porque te utiliza, pero lo averiguaré.

Pasó la tarde, y Andy no volvió a sacar el tema de porque me había soltado la mano. Solo fuímos nosotros mismos, no paramos de reír y de saltar en toda la tarde. Mi madre se había ido a cenar con mi tia Ana , y cuando me despedí de Andy, otra persona estaba en el umbral de la puerta. 

- ¿Que haces aquí Drave? - Dije mirándolo fijamente.

- Vine para hablar de lo que ha pasado esta tarde.

Andy me dio un beso corto en los labios, como siempre, y, seguido de un "luego hablamos"  bajo la atenta mirada de Drave, se fue.

-Leyre, ¿nos dejas? - Dije mirando a mi hermana que observaba atenta la situación desde la esquina de la sala de estar.

-Claro. Adiós Drave.- Dijo subiendo las escaleras

Me metí en el comedor con Diego y le hablé claro

-Vale, ¿a que has venido Drave?

-¿Que es eso de que te de un beso en los labios?- dijo confundido

- Drave, es un beso en los labios, que siempre nos damos, si te fijas ahora enhorabuena.
Le miré, pensando que era lo que tenía para que me hubiera enamorado de el. ¿ Sería su piel bien bronceada? ¿O esos ojos que te mataban con una mirada? Quizá eran sus dientes brillantes y esa sonrisa matadora.

-Lo que digas. Sé que estás cansada de que te diga esto, pero no me gusta verte tanto con el...

Dicho esto, me agarró del brazo y me acercó a el. Posó sus labios en mi cuello haciéndome estremecer. Su pelo castaño rozaba el mio, y al ser más alto que yo se tenía que agachar un poco.

- Me costó mucho que fueras mía, y que ahora te  pases los días con Andy...

Se apartó y me besó en los labios. Mi cuerpo abandonó la tensión en la que estaba y me dejé llevar por esos labios carnosos.

- Te quiero solo para mi Avalana.- Susurró en mi oído.
- Diego...

Me empujó al sofá, y mi debilidad salió a flote. No podía parar de besarle. Mis manos estaban por debajo de su camiseta, acariciandole la espalda.
Él se quitó la camiseta, y quitó la mía.
Nuestros besos se estaban haciendo más pasionales cada vez, y no me di cuenta de lo que estaba a punto de  pasar hasta que volvió a susurrarme al oído que me quería.

But you love meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora