But you love me

Once;

-  Que no es de tu incumbencia he dicho.

- ¿Me lo afirmas?

Silencio.

- El silencio otorga mamá. 

- No, hija. No es lo que parece. 

- ¿A no? ¿No os estáis a punto de comer los morros? ¡Venga ya!

- Tu padre viajaba continuamente, me sentía sola

- ¿Tu excusa es que te sentías muy sola? Vale, yo también me he sentido sola durante mi adolescencia, y no me he buscado otra madre ni mucho menos otro padre.

-  Tengo mis razones

-  ¿Tus razones? ¿Hay algo más que yo no sepa y que me lo quieras decir? Si lo hay, lo dices ahora, porque no quiero que me vuelvas a dirigir la palabra en tu vida ¿me has entendido? Dejaré que se lo digas a papa, o dejaré que se entere por su propio pie.

-          Lana….

- ¿Hay algo más verdad?.- Ella agachó la cabeza, cosa que me hacía ver que sí que lo había.- ¿Cuanto tiempo llevas engañando a papa, mama?

Nunca había visto a mi madre así. Parecía como si le hubiera descubierto un secreto que llevaba guardando toda su vida, un secreto que hacía que la mujer que tanto se hace respetar quede por los suelos al ser descubierto.

- No quiero más mentiras. Dime toda la verdad ahora mismo o llamo a papá.

-  20 años.- 20 años, vale, desde antes que yo naciera. Pero eso me hacía sospechar que  ni yo ni Leyre éramos hijas de mi padre, si no de ese señor de la fotografía.

-¿20 años? Laura, porque ya no te mereces que te llame mama, quiero que me seas sincera a la pregunta que te voy a hacer.- Ella asintió.- ¿El señor de la fotografía es el padre de Leyre y mío?- Ella me miro a los ojos y después añadió.

- Nunca esperaba que lo averiguarais así - Dijo así afirmando lo que le acababa de pregunta

Salí de la habitación con la maleta en una mano y con la otra secándome  las lágrimas que me caían al pensar que el hombre al que yo he llamado papa durante los últimos 17 años,  no era mi verdadero padre. Pero nunca lo iba a dejar de llamar así, el fue el que me crió, el que me educó y me enseño todos los valores de la vida. Aunque conociera al señor con el que mi madre ha estado engañando a mi padre, nunca le llamaría papa. Nunca. El no se ha acercado a nosotras para nada. No nos ha educado, no nos ha mantenido, no nos ha protegido de nada, ese hombre, no era mi padre, no.

Entré a mi habitación, me puse los auriculares, empezó a sonar “Gotta be you” de mis chicos.  Tiré toda la ropa que había encima de mi cama al suelo, tirándome en la cama. Y empezando a llorar cada vez más. Después de una hora llorando, me levanté, me lave la cara y acabé de hacer las maletas.
Cuando acabé, Marie me vino a buscar para ir a cenar. En el comedor, vi a mi hermana y mi padre, pero no a mi “madre”.

-   Papa, ¿donde está mama?.- Dije mirándolo, me preguntaba si él se sospechaba algo, pobre, él no tiene la culpa de nada y mira. Se casó con mi madre por amor, le juraron falso amor y se lo creyó.

-   Ha salido con Ana.

-          Vale

Cuando acabamos de cenar, me subí a mi habitación y se me ocurrió llamar a mi tía para averiguar si mi madre estaba con ella o no.

- ¿Si, Lana?.- Me contestó.- Cuanto tiempo, ¡me he enterado que os mudáis a Londres! ¿Cuando tenías previsto contármelo eh?- Mi tía era muy diferente a mi madre, con ella siempre me había llevado muy bien.