Lana llegó a casa como si todo el día de hoy se hubiera tratado de un sueño que se desvanecería en cuanto se despertara, pero no fue así. Había pasado la tarde entera con Harry y ya había oscurecido. En su casa, la esperaba su hermana, Leyre, con un montón de preguntas que Lana no dudaría en responder, pero siempre y cuando fuera delante de su amiga Elisabeth. Se reunieron las tres, y Lana contó con todo detalle su cita con Harry. Elisabeth se emocionaba solo de pensar que su mejor amiga se veía con Harry Styles y Leyre no se podía creer que los sueños de su hermana se estuvieran haciendo realidad. Las tres se durmieron de un tirón, hasta el día siguiente, que las despertaría un grito llamando a Lana.
- ¿Qué querrá mamá a estas horas?- Se preguntó Leyre
- Cualquier cosa.- Contesté.
- ¡Lana baja aquí ahora mismo!
- ¡Que ya voy!
Cuando llegué abajo, me encontré a mi madre con un montón de revistas en la mano.
- ¿Qué es esto?- Dijo enseñándome una foto mía y de Harry
- Pues esta soy yo, y este es Harry.
- ¿Y que se supone que haces con él?
- ¡Es genial mamá, se están viendo! ¡Son tan monos! – Contestó mi hermana
- ¿Cómo? - Me gritó.- ¡Es famoso!, no puedes tener nada con él.
- Si que puedo, lo estoy haciendo. Le gusto mamá.
- ¡No te va a querer en la vida! ¿No lo entiendes? ¿Te piensas que te va a pedir salir, que vas a ser famosa, que vas a ganarte una vida solo por salir con este malcriado?
- No lo llames malcriado mamá. Trabaja como papá y como todo el mundo para ganarse su dinero y se lo gana de la manera que más le gusta. No, no pretendo ser famosa, parece ser que no conoces a tu hija. ¡Nunca me ha gustado que me mirasen ni ser el centro de atención! Le quiero mamá, y no vas a hacer que deje de hacerlo.
- Vas estar castigada aquí en casa, no vas a salir.
- ¡ Ya veremos si papá dice lo mismo!- Me defendí
- ¡No puedes castigarla sin ver a Harry mamá!
- ¡No te metas en esto Leyre!
Me fui a ver a mi padre, enfadada. No podía entender como mi madre no quería que fuera feliz. "Papá solucionará esto, Lana" Me decía a mi misma, intentando convencerme de que sería así. Entré en el despacho de mi padre, y me senté.
- ¿Qué pasa ahora, Lana? ¿Te ha hecho algo Harry?
- No, es mamá, que dice que me prohíbe ver a Harry, me ha castigado sin salir de casa.
- Pues entonces no saldrás de casa.
- ¿Cómo dices? Papá, quiero a Harry, no podéis alejarme de él
- Tú no saldrás de casa, pero no ha prohibido a Harry venir.- Dijo después de un rato en silencio
Diez minutos después de planear como entraría Harry a casa, lo llamé,
- Lana.
- Harry, mira, tengo un problema.
- ¿Qué ha pasado?
- Me han castigado sin salir de casa.
- ¿Qué? Lana, tengo dos semanas de vacaciones y quería pasarlas contigo, luego estaré mucho tiempo fuera y no nos podremos ver.
- ¿Quieres venir a casa a cenar?
- ¿Pero no estabas castigada?
- Sin salir, pero no me han castigado sin que tu vengas aquí.
- ¿A qué hora quieres que esté allí?
Lana estaba nerviosa, no paraba quieta solo de pensar que iba a ir a su casa a cenar. Una noche para ellos dos solos. Se puso a cocinar, y hizo una lasaña que le había enseñado a hacer María. Mientras la lasaña se horneaba, se fue a vestir. ¿Qué se pondría? Era la pregunta que le rondaba por la cabeza. Harry había dicho que iba a ir arreglado, así que ella podría ponerse un vestido. El problema era cual le iba a gustar a Harry. Se había decidido por ponerse un vestido de palabra de honor, con la parte de arriba blanca con un poco de encaje y la falda de color rosa. Se puso unos tacones blancos. Se miró al espejo con una gran sonrisa. Se sentía bonita, sentía que nadie la podía derrumbar. Su pelo caía por encima de sus hombros en sus rizos naturales, y sus ojos grises sobresaltaban y se llevaban toda la atención. Se puso un poco de maquillaje, y estuvo lista para acabar de preparar la cena.
Sacó la lasaña y la colocó en la mesa que previamente había adornado.
- ¡Lana! Huele muy bien aquí dentro.- Dijo sobresaltándome mi hermana.- Vaya, que guapa te has puesto para estar castigada.
- Calla, entra.- Cuando se sentó en el sofá y yo cerré la puerta, le expliqué lo que estaba pasando – Va a venir Harry, a mí solo me han castigado sin salir, no sin verlo.
- ¿Has preparado la lasaña de María? Esto no lo haces por mí.
- Ya, es que estaba inspirada y me ha apetecido.- Miré el reloj.- Harry estará al caer. Vete.
- Estarás de broma, yo quiero que me lo presentes.
- Está bien, te lo presento y te vas.
Mi hermana sonrío.
- No sabía que te interesaba tanto conocer a Harry. Ni siquiera sabes decir bien el nombre de su grupo.
- Si me interesa conocer a mi futuro cuñado. Tengo que saber si le va a hacer daño a mi hermana.
- No seas como papá, por favor. Y no digas eso de cuñado, no somos nada.
- Tenéis como un lio, un rollete.
- Ni eso.
- Suerte, puedes hacer que sea más que eso.
En ese momento llamaron a la puerta y fui a abrir. Harry se encontraba en la puerta, vestido con una camisa blanca y unos pantalones negros. Llevaba puesta una americana negra y los primeros botones de la camisa desabrochados dejando ver sus tatuajes de las golondrinas.

ESTÁS LEYENDO
But you love me
Fiksi PenggemarPerdoné errores casi imperdonables. Intenté sustituir a persona insustituibles y olvidar personas que pensé que nunca me decepcionarían. Sonreí cuando no podía. Hice amigos eternos. Lloré oyendo música y viendo fotos. Llamé solo para escuchar una vo...