But you love me

Catorce;

De una forma ya sabía lo que me quería decir, sabía desde un principio que no quería que fuera con ellos a Londres.

-          Está bien señora, yo ya tenía pensado irme a vivir con mi madre a Londres

-          ¿A Londres? ¿Es que no has escuchado lo que te acabo de decir?

-          Si señora, lo he escuchado perfectamente, no quiere que vaya con ustedes a Londres, pero yo puedo ir donde me plazca. ¿O me lo impedirá usted?

-          No. Pero más te vale que no te acerques a mis hijas.

Se fue. Cuando creí que ya se había ido, dijo:

-          ¡Ah! Y a mis hijas no les digas que te he echado, invéntate algo.

Que mal me caía esta mujer Dios mío.

 Fin Del Flashback

Me acerqué al sitio de donde procedían los gritos, y vi a Lana, diciéndole:

-          Mama, me debes una.

Antes de que su madre dijera nada, decidí intervenir yo.

-     Lana, escúchame a mi antes.- Dije cortándola.- Me voy yo porque quiero retomar mis estudios, créeme, tu madre no ha hecho nada

-    Maria, no caigas en las trampas de esta arpía, seguro que ha sido ella quien te ha echado solo por puros celos.- Se dirigió a su madre, la que al momento le acaba de dar una bofetada. Fue entonces cuando intervino su padre.

-    ¿Qué está pasando aquí hija? ¿Por qué le has dado una bofetada Laura?

-    Me ha llamado arpía. No le consiento que me hable así.

Lana se metió en el coche, mientras que yo cogía mis maletas y me subía al mío, iba a ser una larga etapa sin ellas, me había acostumbrado tanto…

 Lana;

Me subí enfadada al coche, ¿Qué le molestaba que le llamara arpía? ¡Pero si es lo que és! Leyre se sentó a mi lado, y me puso la mano en la espalda, símbolo de apoyo. Al menos tenía a alguien que me apoyaba en esta casa. ¡Una persona! Y Maria se iba… No sabía donde iba a ir, pero la echaré mucho de menos. En fin. Intenté pensar en que dentro de poco estaré pisando tierra británica, junto con mis ídolos. Lograré olvidar a mi madre. Lo sé. Cuando entran mis padres al coche a la misma vez, mi madre me lanza una mirada asesina, y mi padre se la lanza a mi madre. Dios. Que tortura. Mi padre arrancó el coche. Por fin habíamos llegado al aeropuerto donde me esperaban 1:30 o 2 horas más o menos de viaje, hacia mi paraíso personificado.

2 horas después…

Alguien tocaba mi hombro, ¿Quién se atrevía a molestar mi profundo sueño? El movimiento no cesaba, así que decidí abrir los ojos. La primera persona que vi fue a mi hermana.

-          Lana, ¡YA EMOS LLEGADO!.- Dijo dando saltos hasta que una azafata le llamó la atención.

-   ¿¡SI?!.- Me levanté enseguida y note un pequeño mareo.- Uy, me mareo.

-  Suele pasar, eso es por levantarse con tanto entusiasmo.- Dijo mi hermana con cara de sabelotodo

-    Vamos anda.- Mire alrededor, no había nadie más en el avión.- Oye ¿Y papá?

-   Somos las ultimas en bajar dormilona, vamos, nos están esperando.  Mamá y papá han bajado de los primeros.

-  Sólo te he preguntado por papá, pero gracias.- Dije empujándola para que fuera bajando.