But you love me

Dieciocho;

-          Se fue con aquel tipo, ¿como se llamaba? A si, Christopher.

-          ¿Hace mucho?

-          No, hace  cerca de 5 minutos. ¿por?

-          Porque me preocupa.

-          Tranquila Leyre,  No tardará, y si lo hace, te juro que movilizo todo para encontrarla.

-          Muchas gracias Elisabeth

Llevábamos un rato bailando, y mi hermana no aparecía, si le pasaba algo, estaba segura que era por mi culpa. No me lo perdonaría

-          Ed.- Dije acercándome a él

-          Dime Leyre .-  Dijo mirándome

-          Voy a tomar el aire un poco ¿vale?

-          Vale, te acompaño.

Salimos a fuera a tomar el aire como había dicho antes, me senté apoyada en la pared, y nos quedamos en silencio

-          Eh, Leyre , no te preocupes, ¿vale? Seguro que está bien. – Dijo leyéndome los pensamientos

-          Eso espero, no llevo llaves de casa.

-          Si en el fondo te preocupa que esté bien tontorrona.- Dijo abrazándome.

-          Para que engañarnos. Si.

-          Pues mira quien viene por ahí.- miré para delante y ahí estaba mi hermana, como si no se hubiera ido.

-          ¡Hey!.- Dijo ella

-          ¿Hey? ¿Un simple "hey" crees que soluciona lo preocupada que estaba por ti?- Le grité

-          A, perdona señorita que tiene la culpa por haberle dicho que yo estaba loquita por él.- Me sorprendió.

-    Ups. Te la quería devolver. ¿En paces?

-          En paces.- Me estrechó la mano.

-     Og- Soltó Ed.- Creo que ya es hora que os vayáis para casa vosotras dos, vamos, que os llevo.

-  De acuerdo, son las 6 de la mañana, y hoy casi no hemos dormido, yo no sé cómo hemos aguantado.- Dijo mi hermana

Lana;

Sabía que Leyre  me la iba a devolver, y  adiviné como cuando la vi hablando con aquel chico que no paraba de mirarme desde hace un rato. Minutos después, el chico se me acercó

FLASHBACK

-          Hola, me llamo Christopher.

-          Hola, yo soy Lana, encantada.

-          Bailas muy bien.

-          Gracias. ¿Vamos a dar una vuelta?

-          Claro.

Salimos a fuera, el chico era simpático, pero yo no quería nada con él, así que en cuanto llegamos a un parque, le dije que era lesbiana y que mi hermana se la había jugado. Lo de que eres lesbiana siempre cuela, te dejan en paz y no te vuelven a molestar. Cogí y me volví a la discoteca.

FIN DEL FLASHBACK.

 Ya llegábamos a casa, y Ed parecía cansado.

-          Oye Ed, porque no te quedas a dormir esta noche aquí? Pareces cansado.