But you love me

Diecisiete;

-          ¡BUENO YA ESTA BIEN!  ¡Y SI NO HUBIERA TENIDO ESE BOMBO NI TÚ.- Se levantó de la mesa y dio un golpe señalándonos a mí y a mi hermana –  NI TU HABRÍAIS NACIDO! ¡Y A LO MEJOR SERÍA LO MEJOR AHORA MISMO! QUE NO HUBIESEIS NACIDO!

Quieras o no, que te diga tu madre que ojalá no hubieras nacido duele, duele mucho. Sé que yo la he provocado, pero sabiendo lo que sé, no me puedo resistir a ponerla a prueba, aunque ella sabe que yo no diré nada,  cae en mis trampas. Mi hermana estaba al borde de echar a llorar. Lo notaba, miraba hacia abajo y se mordía el labio inferior. Mi madre cogió un vaso, para beber, pero sin querer lo hecho en la mesa y me salpicó mi vestido.

-          Lana, Leyre .- Dijo mi madre mirándonos.- Hoy no salís.

Mi hermana me miro como diciendo: “Lo has cagado todo”. Miré a mi padre, quien observaba la escena atento. Y decidió intervenir.

-      Laura, si saldrán.- Oh padre nuestro!

-          ¿Otra vez me contradices? Mira, que hagan lo que quieran, pero no las quiero ver en esta casa.

Muy bien, ahora nos hecha de nuestra casa. Mi madre se fue y mi padre habló.

-          Esta noche no dormiréis en esta casa.

-          ¿Qué? .- Gritó mi hermana.- ¿dónde quieres que durmamos si no?

-          Pues en casa de tu hermana las dos.- Claro. Bravo papa, genio.

-          Es verdad Leyre , ni siquiera pisaremos esta casa, en mi cocina hay comida, tengo 4 habitaciones de sobras, podrás elegir

-          Vale, pero ¿hasta cuándo?

-          Hasta que se calmen las cosas Leyre , tu hermana te tratará bien, total, la está aquí al lado

-          Vale, vale.

-          Voy a cambiarme, me ha manchado todo el vestido. Qué asco.

Me levanté y dejé a Leyre en el salón hablando con mi padre, lo que acababa de presenciar no era bonito, así que la dejé desahogar. Subí a la habitación y miré haber que me podía poner, un vestido ya no me apetecía. Miré la hora, eran las 22:15, tenía 15 minutos para pensarlo hasta que nos viniera a buscar Elisabeth. Miré haber que me podía poner.

Cogí un jersey de lana, rosa claro, muy bonito, me lo regaló Amy para mi cumple el año pasado, cogí unos pantalones marrones claritos y miré que zapatos me podía poner, encontré los adecuados, unos blancos. Cogí el bolso blanco, cambié las cosas que llevaba en el otro bolso y los puse en este, y mis pendientes de flores plateados. Me miré al espejo, nunca antes me había puesto pantalones largos y tacones, pero hacían una buena combinación. Volví a bajar, despidiéndome de BooBear y saliendo por la puerta.

-          Leyre, ya estoy lista.- Vi que teníamos visita.- ¡Hola Elisabeth!

-          ¡Hola Lana!.- Me dio dos besos, ella iba vestida con un vestido azul oscuro y unos tacones del mismo color.- Vaya pedazo casa.

-          Jajaja gracias!.- Contestó mi hermana.

-          Ed y Lucia están ya de camino al local donde vamos a quedarnos estas noches, dicen que nos esperarán allí, ¿vamos yendo?

-          Claro, vamos.- Dije yo saliendo

El camino no fue muy largo, nos lo pasamos hablando, de lo que íbamos a estudiar.