Extra #3 | Anillos

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Frente a la chimenea dos hermanos tratan de calentarse del frío que azota el clima esa noche, esta es la primera navidad que pasan sin sus padres y a cargo de su abuelo. No hay adornos ni luces de navidad, no están entre los cálidos brazos de su madre mientras escuchan la radio con canciones festivas.

No hay lo que ellos llamaban hogar.

El mayor de ambos niños alza la mirada hacia aquel hombre detrás suyo, sentado de piernas abiertas en su sillón de cuero, con un cigarro entre sus resecos labios, ese hombre es su abuelo. Recuerda como esa mañana le pidió a su abuelo salir a comprar algún tipo de decorativo para su hermano menor, pero se rehusó mientras le sonreía burlonamente con un cigarro igual al que tiene ahora en la boca.

Vuelve la mirada hacia su hermano menor, dormido con su cabeza sobre sus piernas, acaricia su cabello rubio y suspira. Le gustaría que todo fuera diferente.

Escucha pasos de tacón detrás suyo, en el marco de la sala llega la cocinera de la casa, una mujer regordeta que siempre ha sido amable con ellos, su abuelo también gira su cabeza hacia ella.

Se acomoda su saco y la cartera colgando de su brazo. ― Señor Jeon, me paso a retirar, mi familia me espera para la cena de navidad. Ya dejé la comida lista en el comedor para Ggukie y Jungkookie. ― Ella le sonríe a Gguk, quien le devuelve el gesto, aliviado de que al menos tendrán una cena de navidad.

El hombre canoso se levanta de su silla de cuero y con el cigarro entre sus dientes camina hasta la bajita mujer, quien se intimida por la cercanía. Él saca de su bolsillo su cartera y saca varios billetes para entregárselos a la mujer.

― Gracias, con permiso. ― Ella se despide ya con los billetes en su cartera, le da un último vistazo a los niños. ― Feliz Navidad. ― Articula con una sonrisa, Gguk entiende capta el mensaje y asiente.

Finalmente la señora sale del lugar cerrando la puerta principal, pronto escuchan las llantas de su auto sobre la tierra alejarse, entonces Gguk decide despertar a Jungkook sacudiéndolo con cuidado.

― ¿Qué pasa? ― Somnoliento el menor se levanta.

― Vamos a cenar. ― Le sonríe y se pone de pie. ― ¿Cenarás con nosotros, abuelo?

Se da media vuelta y camina hacia la salida. ― Estaré en mi oficina. ― Y se marcha.

― ¿Tenemos cena? ― Jungkook pregunta.

Gguk asiente y lo toma del brazo para guiarlo hasta el comedor cruzando el pasadillo. Minutos después están sentados uno frente al otro en la mesa ocupando dos lugares de los doce al rededor de esta. Era solitario ser solo ellos, sin música ni las voces de sus padres, pero al menos estaban el uno al lado del otro, además la cocinera realmente preparaba deliciosos platillos, y ellos sabían que su pavo de esa noche no sería la excepción.

― ¿Está bueno? ― Señala con su tenedor el plato de su hermano menor, haciendo referencia al sabor de su comida.

Jungkook asiente masticando, vuelve la atención a su comida y su hermano lo hace por igual. Cuando termina de masticar y traga, se queda un momento en silencio viendo su plato. Siente su nariz picar al saber que esa cena era la primera de muchas que pasaría solo con su hermano, pues sabe que sus padres están muertos y jamás volverán, su abuelo se encargó de que estuviera bien enterado.

"Nunca más volverás a verlos, Jungkook. Deja de llorar, ellos así no volverán" recuerda sus palabras, frescas en su memoria como si tan solo ayer las hubiera escuchado.

― Oye Jungkook.

Su hermano lo saca de sus recuerdos, rápidamente limpia con las mangas de su camisa las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojitos, aún teniendo los cubiertos entre sus manos, luciendo adorable a los ojos de su hermano, combinado con tristeza y amargura. Él sabe lo que su hermanito siente, porque él también se siente así.

Satisfied | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora