Cuarenta y nueve: Indefenso.

2.8K 298 111
                                    

No recuerda en qué momento llegó a su habitación en casa de sus padres, solo sabe que esa mañana despertó ahí con el cuerpo pesado, los ojos hinchados y la garganta seca. No se ha movido de entre las sábanas, está demasiado cansado como para salir de la cama o tan siquiera respirar. Prefiere quedarse todo el día ahí mismo, son moverse, y por un momento cerrar los ojos y fingir que nada de lo que pasó fue real.

Las últimas cosas que recuerda es que Taehyung lo tomó en brazos para llevarlo a su coche, luego lo dejó en el asiento copiloto, donde apoyó la cabeza contra la ventana para llorar en silencio con los ojos cerrados. Supone que luego de eso quedó dormido y Taehyung lo trajo hasta sus padres, para que cuiden de él.

― Toc toc.

Abre los ojos al escuchar la voz de Taehyung. No tenía planeado moverse en un buen rato, pero no puede simplemente ignorarlo por más que quiera. Con un suspiro levanta la cabeza y parte del torso para ver mejor a su amigo peli rojo en la puerta.

― ¿Puedo pasar?

Asiente sin muchas ganas. Cuando Taehyung abre la puerta por completo e ingresa a su habitación no puede retener una pequeña sonrisa que surge en sus labios. Taehyung trae en brazos a Seiji, quien parece muy feliz de verlo, ya que sonríe al reconocerlo.

― Espero que no te moleste que lo haya traído, se despertó hace poco y pensé que te haría bien estar con él. ― Explica mientras coloca a Seiji en los brazos de su padre, quien lo sostiene con amor, acariciando sus mejillas.

JiMin siente paz de poder estar al lado de su hijo, ese pedacito suyo tan inocente y puro, ajeno a todo el caos y dolor que hay a su alrededor. Acaricia sus cabellos ondulados y deja un pequeño beso en su frente. Por un momento, puede olvidar todo tipo de malestar en su cuerpo y enredo en su mente.

― Gracias. ― Es lo único que dice.

Taehyung asiente tomando asiento a en el lado vacío de la cama, JiMin se acomoda para darle más espacio. ― Sabía que traer a Seiji sería buena idea, te veo con mejor semblante.

Él niega, y sube la mirada para verse a los ojos. ― Tae, me refiero a... a gracias por todo. Gracias por haber ido a buscarme, por traerme aquí, y por cuidarme. Sé que lo digo muchas veces, pero es verdad, haces mucho por nosotros.

Kim lleva una mano a su rostro para quitar el largo y rizado cabello negro que cae sobre su frente, y lo lleva detrás de su oreja. No hace falta decir nada, solo le regala una suave sonrisa a labios sellados, y JiMin siente tranquilidad ante la calidez que le brinda si gesto silencioso.

― ¿Cómo diste conmigo? ― Pregunta con genuino interés.

No le es difícil de responder. ― Jane me llamó preocupada, me contó todo sobre las fotos. ― Suspira. ― Cuando llegué te vi tan... ― Extiende el “tan” mientras busca las palabras adecuadas para completar su idea.

Hace una mueca sintiéndose avergonzado de repente. ― ¿Débil? ― Trata de completar la oración.

― No, más bien… frágil. ― JiMin baja la mirada y asiente lentamente al comprenderlo. ― ¿Ya estás mejor? ― Niega viendo el rostro de su hijo, acariciando la piel de sus mejillas. ― ¿Quieres hablar sobre eso?

Empieza a sentir el nudo en su garganta y prefiere negar antes de que empiece con el tema. ― No... Bueno, no creo que sea buen momento ahora, ¿Entiendes? Prefiero olvidarlo un momento antes de salir de esta habitación y afrontar la realidad.

Siente la mano de Taehyung posarse en su hombro y alza la mirada, percibiendo un extraño sentimiento en sus irises marrones. No tiene idea de que, la razón de esa mirada, es porque Taehyung se siente culpable por no habérselo contado ante a JiMin, sobre la amante que esté tiene. Creyó estar protegiéndolo de un indudable corazón roto, pero se equivocó, y ahora tiene miedo a decírselo porque teme ser considerado un mentiroso más, como Jungkook.

Satisfied | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora