Treinta y siete: Cabaña.

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JiMin lloró tanto que terminó cayendo dormido, por lo que Taehyung tuvo que detener el coche en algún punto de la carretera, para poder tomar en brazos a Seiji y colocarlo en el portabebés de los asientos traseros, asegurandose de que esté más seguro ahí. Luego procediendo a colocar una manta sobre el oji púrpura para mantenerlo caliente. Reanudando el viaje hacia su destino luego de asegurarse de que todo estaba en orden.

Cada par de minutos desviaba sus ojos al rostro de JiMin. Las lágrimas secas en la piel de sus mejillas eran visibles gracias a la iluminación amarillenta de los postes de luz que cubren los lados de la larga carretera, casi vacía y fantasmal. Realmente su destino estaba completamente alejado de la ciudad, además de que era la madrugada, por lo que era de esperarse la falta de autos.

Qué cansancio. ― Truena su cuello por el dolor en la zona.

Con el pasar de las horas y mientras más se acercaban a su destino, sentía sus músculos tensarse no solo por el cansancio, también por la tormentosa cantidad de pensamientos y recuerdos que su mente dejó lucir. Recordándole todo lo vivido en aquella cabaña. Todo lo que pudo evitar, y todo lo que perdió por sus malas acciones.

Las pesadillas que lo recurrían no eran nada a comparación de lo que ahora sentía. Aprieta con fuerza el volante entre sus manos cuando finalmente se estaciona frente a una bonita cabaña de madera, al lado de un lago, rodeado de un bosque. La casa está algo deteriorada sobre todo en los jardines, pero a pesar de esto Taehyung sigue viendo el encanto que esta tiene, y que lo orilló a comprarla muchos años atrás.

Tomó una profunda inhalación, con los ojos fuertemente cerrados, y la contuvo unos segundos hasta que exhaló con pesar, tratando de lidiar con la maraña de sentimientos en su corazón roto. Sale del auto, le da un rápido vistazo a su alrededor, concentrando su mirada en aquel lago apenas a unos metros de su lugar, más tiempo del que quisiera.

"¡Taehyung!"

Sacude su cabeza, no era momento para rendirse ante los depresivos recuerdos. Tenía una gran responsabilidad, tenía a JiMin y Seiji esperando por él en el auto. Pasa una mano por sus cabellos y renuda su camino hasta subir unos pequeños escalones que lo llevan al porche de madera vieja. Se planta frente a la puerta y de su bolsillo saca aquella llave, la introduce en el cerrojo y pronto se revela frente a él el interior de la cabaña.

Da un paso dentro, todo parece en orden, los sillones y muebles no están rotos como recordaba, parecía que todo había sido restaurado con nuevos objetos, pero casi idénticos a los anteriores. Supone que Woong fue el responsable, para entregarle una casa en buenas condiciones.

Deja la puerta abierta, camina hadta los asientos traseros del auto y toma el porta bebé de Seiji para llevarlo hacia dentro de la casa, y despositarlo en la cama de la habitación principal, luego de darle una sacudida a las mantas por el polvo.

Procede a volver al auto para abrir la puerta del copiloto, desabrochar el cinturón de JiMin y tomarlo en brazos para adentrarlo a la casa y depositarlo en la misma habitación. No tenía corazón para levantarlo, y de todas formas no sentía la capacidad de hablar teniendo un gran nudo en la garganta, que impide el paso de las palabras.

La última vez que sale es para cerrar el auto, se encargaría mañana de las maletas. Cuando vuelve cierra la puerta principal y camina directamente s la habitación principal mientras estira partes de su cuerpo. Conducir más de cuatro horas en medio de la noche es bastante cansado, aunque esté acostumbrado a madrugarse pues así lo demandaba su cargo de seguridad.

Llega, lo primero que hace es acercarse a la chimenea para encenderla y así tanto JiMin como el bebé estén calientes dentro de la pequeña cabaña, tomando en cuenta lo fría que puede llegar a ser. Incluso a esas horas de la madrugada los vientos son más fuertes, además hay constantes lluvias que se dan en el bosque, y a eso podemos sumar la humedad al estar al lado del lago.

Satisfied | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora