Su sonrisa.
Esa sonrisa que ya no podía ver pues se desvaneció con el tiempo. Acaricia el borde de la imagen, en la fotografía podía admirar el rostro de su esposo con el atardecer detrás suyo, y lo más importante, tenía una genuina y calmada sonrisa en sus labios.
Las fotografías en sus manos y regazo eran la única prueba de que Jungkook lo amaba con pasión y lo cuidaba de todo y todos. Cuando las miraba podía recordar más claramente como era escuchar su risa sincera, sus ojos grises por momentos tan cálidos, y la felicidad en su rostro, esa que hace mucho se esfumó.
De repente su teléfono empieza a sonar avisándole de una llamada entrante, deja la fotografía de lado sobre la cama y se estira para tomar el aparato. Es Jungkook. Aunque duda termina por colgar la llamada. No quiere hablar con él, pero Jungkook insiste en llamarlo al menos una vez al día.
JiMin no entiende que pretende con eso, pero no quiere averiguarlo.
Suspira y mira las fotos regadas sobre su regazo con una nostalgia fuertemente instalada en su corazón, como si viera el retrato de alguien que murió. Y tal vez era así, el Jungkook que conoció ha muerto, ya no queda nada del hombre que lo enamoró diez años atrás.
Vuelve a sonar su teléfono y al ver que se trataba de su padre resopló. Realmente no se sentía en condiciones de hablar con nadie en ese momento, mucho menos con su padre, por más cruel que suene. Cuelga y apaga el teléfono para no volver a escuchar ninguna llamada.
― Supongo que gue suficiente. ― Se dice a sí mismo y empieza a recolectar las fotografías para guardarlas en una cajita de su mesita de noche.
Siente pisadas desde el pasillo y alza la mirada hasta la puerta entreabierta, al cabo de unos segundos Taehyung la abre por completo con Seiji en brazos, quien llevaba un bonito conjunto de oso puesto. En una de sus manos llevaba su teléfono.
― Hola Tae. ― Sonríe un poco, feliz de ver a su mejor amigo junto a su hijo en brazos.
Al parecer volvieron del pequeño paseo que Taehyung hace con el bebé casi todas las mañanas, para disfrutar del calmado ambiente que el niño adora. JiMin lo agradece, así tiene tiempo para sí mismo.
Hablando de eso, debe admitir que Seiji no es el único que aprecia la calma del bosque, pues él mismo se siente muy agusto con la paz que experimenta en aquel lugar.
Le recuerda cómo era su antigua casa ubicada a la entrada de un bosque, ahí vivió con Jungkook por varios hermosos años, y si no hubiera sido por la bomba que dejaron en la puerta de su casa meses atrás, estaría de lo más feliz aún en su hogar.
Sin embargo, no puede quejarse de dónde está ahora, sin duda se siente en paz con el aire fresco del ambiente, la preciosa vista del lago frente a la casa y finalmente el silencio que le otorga el bosque a su alrededor, ocasionalmente interrumpido por los cantos de las aves por las mañanas o el sonido de los grillos por las noches.
Asiente en modo de saludo. ― Es tu padre. ― Se acerca para entregarle el aparato en sus manos, JiMin lo toma confundido. ― Quiere hablar contigo.
― Oh... ― Mira la pantalla del teléfono y pasa saliva. Al parecer su decidió llamar a Taehyung para llegar a él al percatarse de que apagó el teléfono. ― Gracias.
Si estaba diendo tan insistente es porque algo había pasado. Se preocupó, por lo que rápidamente llevó el aparato a su oreja.
― Tomate tu tiempo, estaré con Seiji en la sala. ― Susurra Taehyung señalando fuera de la puerta, él asiente y articula un silencioso "Gracias" con la boca.
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Satisfied | Kookmin
FanfictionJungkook siente que ya nada es suficiente, y JiMin no puede detenerlo. - Infidelidad, angst y drama. - Muerte de personajes. - Mpreg (Embarazo masculino). ¡Créditos de la portada a @-sungtiny!