We Want a Family, Dad » KookTae

Extra 2

Jungkook se encontraba maravillado al ver a los dos bebés ahí, frente a él, tan pequeños, tan bonitos, sus hijos, de nuevo esa sensación en su cuerpo, de felicidad y emoción, como cuando Lisa nació, aunque ellos eran sus hijos de sangre, la sensación era la misma que había sentido con Lalisa, tal vez el destino sabia que ellos terminarían siendo padre e hija.

— Son... Tan pequeños. — Susurró. Tomo al bebé entre sus brazos, delicado, pero firme,  tratando de asegurar que estuviera cómodo, sin lastimarlo.

Alguien a su lado soltó una suave risa, para después darle una palmada en su espalda, tenía claro que se trataba de uno de sus hermanos, pues al parecer para ellos la situación era cómica, tal vez tenía un poco claro el porque, de hecho bastante.

Cuando era más joven había afirmado qué jamás tendría más hijos, pues no era fan de cuidar niños, pero ahora, años después ahí estaba, con dos hijos más, y dos nenas espetando en casa, joder, la vida podía ser tan cómica e inesperada, hace un año y medio juraba qué no tendría pareja, y ahora estaba casado, hilarante.

— Es obvio que son pequeños, tonto, acaban de nacer.  — El hermano menor habló, haciendo reír a Jimin. Ambos amaban molestar a su hermano mayor.

Ciertamente no es que ese momento no fuera más importante que las burlas, lo era, también eran dos tíos jodidamente felices, a Jimin le fascinaba cuidar, jugar y convivir con niños, y a Yugyeom le producía mucha ternura, e interés el ver como crecen, tan fascinante.

— Ellos son preciosos. — Aseguró Jimin. Mirando por encima del hombro de Jungkook, pues él estaba frente el cristal, por ser recién nacidos debían estar ahí para asegurar que todo fuera en orden, pero no fue necesaria la incubadora, pues ambos nacieron en excelente salud, siendo dos niños fuertes.

— Como Taehyung. — Dijo Yugyeom.

Jimin miro a ambos niños y luego miró a Jungkook, ellos se parecían a él, lo hacían, era la combinación perfecta entre el rostro de Taehyung y el de él.

— Los rasgos de Jungkook son más dominantes, en realidad, pero hay delicadeza, como en el rostro de Taehyung. — Habló Jimin.

Y todos estuvieron de acuerdo, ellos a primera impresión se parecían a Jungkook, en cuanto los miras, sin embargo, al mirar más el rostro de Jungkook se perdía, y abría paso al de Taehyung. Raro. Pero posible.

Después de verlos y estar un rato junto a los bebés, Taehyung había despertado de la anestesia así que Jungkook tenia permiso de pasar, pues era el más cercano ahora, incluso antes que sus padres.

Otra cosa de cuando te casas, es que en automático a tu lado siempre estará tu esposo, en cualquier cosa, en temas legales, por supuesto.

Jungkook se sentía extrañamente nervioso, y no sabía exactamente el porque, vería a Taehyung, tal vez esa podría ser la mejor explicación, y ciertamente era la razón, estaba nervioso porque no quería verlo en mal estado, pálido o cansado, ciertamente le daba una sensación extraña, pero sabia que era totalmente normal, acababa de pasar por un evento desgastante, así que posiblemente él estuviera cansado.

Entro a la habitación, siendo muy silencioso, por si él estaba durmiendo, que fue así, sonrió con amor, se veía cansado, con los labios un poco pálidos, pero seguía teniendo un aura brillante, y llena de paz, eso lo hizo sentir más relajado. Agradecía con su alma haberlo conocido, agradecía todo lo que habían vivido juntos, agradecía tenerlo a su lado.

Tomó asiento en la silla que estaba al lado de la cama. Apoyó su cara en la cama de hospital, siendo cuidadoso y evitando no despertar a su esposo.

— Nuestros hijos son hermosos. — Susurró. — Ellos serán tan increíbles como tú. 

Taehyung abrió poco a poco los ojos. Y miró a Jungkook. Sonrió débilmente, llevando su mano hasta los cabellos de su esposo.

— ¿Cómo están ellos? — Dijo con una voz tan débil que quebró a Jungkook.

Jungkook tomo la mano de Taehyung y la recargó contra su mejilla, cerrando los ojos ante el cálido toque.

— Ellos están bien. Serán unos hombres increíbles. — se acercó para besar los labios de Taehyung. Beso que fue correspondido de inmediato.— Se parecen tanto a ti que... Me siento aliviado de que sea así, verlos a ellos sers como tenerte a ti de pequeño.

Taehyung río débilmente. Y acaricio la mejilla a medio rasurar de Jungkook.

— Seguro también se parecen a ti. Tenemos buenos genes. — Se inclinó para darle un beso a Jungkook. Quien lo miró preocupado. — No me pasará nada si me muevo un poco, no seas paranoico.

Jungkook sonrió en desacuerdo, pero beso dulcemente los labios de su amado. Un beso amoroso y lleno de afecto, donde compartían la felicidad de ser papás otra vez, está vez juntos, eran hijos de ambos, y eso le dejaba una sensación cálida en su pecho.

— ¿Cómo los llamaremos al final? — Preguntó Taehyung. Jungkook puso su frente contra la de él, sonriendo suavemente.

— Taehyun y Heeseung. — Afirmó. Y Taehyung estuvo de acuerdo.

— Son nombres preciosos.

La enfermera entro con ambos bebés en su respectiva cuna, Taehyung se levantó para poder observarlos, y calidez lo invadió, él veía a un mini Jungkook y también a un mini Taehyung, eran hermosos. Su corazón se aceleró, y quiso cargarlos, así que lo hizo. Estando acostado en la camilla, con ambos nenes en sus brazos, se sintió completo, teniendo a Jungkook y el padre de sus hijos delante de él. Tan completo que quería gritar. Quería llorar. Las emocines mezcladas lo hicieron experimentar otra clase de amor.

— Los amo. — Dijo a los tres hombres en la habitación. Jungkook sonrió y se acercó para abrazar a Taehyung.

— Yo también los amo. — y dio un beso en la cabeza de Taehyung. Ellos serían la mejor familia del mundo.

Porque su familia ya estaba completa y era perfecta, dos hijas hermosas y dos hijos hermosos, no había nada más que pedir. Las palabras de las niñas se repitieron en su cabeza: — Papá, quiero una familia.
Ahora lo eran. Eran una familia. La mejor familia.