We Want a Family, Dad » KookTae

Capitulo 27

Yuna 9 años.

— Yuna, mi amor, ven aquí — Hablo la madre de la pequeña niña.

La niña que se encontraba sentada en el sillón de la habitación se levantó, sus ojitos estaba rojos y las lágrimas no dejaban de salir. Ver a su madre en ese estado la ponía muy triste.

— Cariño — La madre acarició las mejillas de la niña y sonrió — No llores, la muerte es parte de la vida, tengo que irme, pero siempre te cuidare desde el cielo.

La niña sollozo fuertemente, sin moverse, ahí parada cómo una piedra, sollozaba y las lágrimas caían de sus ojos, como una corriente de agua. La madre miro tristemente a su hija, odiaba verla llorar.

— n-no q-quiero q-que t-te v-vayas, mamá — daba respiraciones pesadas y pausadas. Sorbía su nariz en ocasiones.

La madre acarició el cabello de la menor, en un intento de calmarla, pero la niña seguía en su dolor.

— Te quedarás con tu padre, estarás en buenas manos — sonrió para la niña.

La niña alzó su mirada, observo a su madre y dejo de sollozar, pero sus lágrimas seguían ahí.

— ¿Me lo prometes?¿Cuidarás de mí? — Preguntó la niña limpiando sus lágrimas.

— Cuidaré de ti siempre, mi pequeña, sea donde sea que esté, te cuidare, por favor no llores, mami no quiere que su último recuerdo de su pequeña sea llorando — Sonrió y dio un beso en la cabellera de la niña. — Cuando sientas miedo solo piensa en mí, ¿Si?

Y abrazo con fuerza a la rubia, acariciando su espalda, Yuna asintió y abrazo fuertemente a su madre, disfrutando de lo que sería su último abrazo.

Yuna 16 años, una semana después de abandonar a ChanMi con Taehyung.

Yuna estaba desanimada en su casa, sentada en la orilla de su cama, tenía la cabeza gacha y recordaba los ojos y lo chiquita que era su hija.

— Desearía estar ahí para ti, ChanMi, de verdad perdóname — Comenzó a sollozar en silencio, dejando salir solo Suspiros.

La puerta de la casa fue abierta fuertemente, para después escuchar un portazo. Yuna rápidamente limpió sus lágrimas.

Los pasos en el pasillo de hicieron más audibles, la puerta de la habitación fue abierta de golpe, dejando ver a su padre, de nuevo ebrio.

— ¿Ya dejaste a la mocosa con su padre? — Cuestionó tambaleándose. Yuna asintió cabizbaja.

El hombre sonrió y comenzó a quitarse la ropa, Yuna lo miro sorprendida y asustada, Comenzó a retroceder, iba a correr pero su brazo fue atrapado por su padre, tirándola a la cama.

Yuna empezó a llorar, el hombre sonrió y bajo los pantalones de la rubia de una jalón, masturbó un poco su miembro y lo metió de una en la vagina de la chica.

Yuna soltó un grito de dolor, sollozaba y gritaba por ayuda, pero era inútil nadie la escucharía.

— DÉJAME, MALDITO ENFERMO — Lloraba, empujando a su progenitor, sin victoria alguna.

— CÁLLATE — dio una cachetada.

Yuna a los 18 años.

— te pareces tanto a ella — decía aquel hombre que llegó a llamar padre alguna vez.

El hombre besaba y tocaba el cuerpo de Yuna, mientras Yuna miraba a otro lado y las lágrimas caían de sus ojos.

— Oh, cariño — Gemía aquel asqueroso hombre — Chaeyoung

Yuna abrió los ojos y siguió llorando, ¿Cómo se atrevía a nombrar a su madre? ¿Por qué tenía que hacerle eso solo por parecerse a su madre? Era enfermo, pero tenía tanto miedo.

El hombre la encerró después de violarla la primera vez, la dejaba sin teléfono o algún medio de comunicación, atada a la cama hasta que el llegaba.

— Te amo tanto, Chae.

Yuna apretó sus labios, había perdido la cuenta de cuántas beses la había violado gimiendo el nombre de su madre.

Había perdido la cuenta de cuántas veces le había pegado, cuántas veces la había drogado, de cuántas veces le había cortado las piernas para que nadie las observará, aunque era estúpido ya que nadie tenía contacto con ella.

Yuna una semana antes de pedir la custodia de ChanMi.

Hubiera preferido que su padre la sugiera llamando por el nombre de su madre, eso solo decía que estaba confundido, pero ahora a la hora de violarla gemía su nombre.

— Quiero que pelees la custodia de ChanMi, Yuna — Su padre sonrió como si fuera la mejor noticia del mundo — Quiero tener un hijo contigo, Yuna.

Yuna sintió su estómago revolverse, tenía náuseas, su padre le daba un asco incontrolable.

— Pero si yo te embarazó puede que el bebé quedé con deformidades, por eso pensé en ChanMi. — Sonrió. Estaba ENFERMO — saldrás a la calle para poder pelear por ella.

Yuna sintió su pecho saltar de alegría, saldría a la calle después de nueve años, nueve años. No demostró su emoción y asintió.

— Está bien.

— Pero

Tenía que haber un pero, era tan perfecto, obviamente iba a haber un pero. Pensó.

— Te pondré un GPS y un micrófono, no quiero que cometas una estupidez.

La emoción de Yuna se desvaneció, y solo le quedó asentir.

El día que vio por primera vez a ChanMi.

Eres tan linda. Tan educada, Taehyung hizo un buen trabajo.

Sonrió inconciente al ver cómo la niña se despedía de los dos hombres y una niña, y después entraba felizmente a su escuela.

— Cuánto has crecido, mi niña — las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos.

Actualmente.

Tocó el timbre de la casa Jeon, donde ahora vivía, había convencido al hombre que la tenía secuestrada confiar en ella y no ponerle un micrófono, solo el GPS y daba gracias al cielo.

un hombre alto y de cabellos negros abrió la puerta, el prometido de Taehyung.  La sonrisa que tenía antes de abrir se esfumó.

— ¿Qué quieres? — Pregunto cortante.

Tu ayuda. Pensó.

— Hablar con ustedes.

No está tonta, había sentido en auto seguirla, por lo que su plan para liberarse de una vez por todas no podía fallar, quería alejarse de todo ese sufrimiento.

— nosotros no — iba a cerrar la puerta, pero Yuna fue más rápida y la detuvo.

— Por favor. — suplico.

El hombre hizo una mueca y la dejo entrar.

Gracias. Pensó

—...—

Habrá una sorpresa pronto, por favor esperen.

Gracias por leer

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