10.

1.1K 78 3
                                    

No te olvides de comentar y votar.⭐
...





ANDREA

El partido no estuvo nada mal. Aunque la selección mexicana no haya ganado, dieron un buen partido. Al menos no se llevaron la derrota.
Durante el encuentro, veía de reojo a Kevin tan entusiasmado mirando a los jugadores, incluso lo vi cerrar los ojos mientras se entonaba el himno. Estoy segura que muy pronto estará ahí en la cancha con la playera de México.

Es nuestro último día en Los Angeles, así que Kevin y yo decidimos recorrer la ciudad. Tal vez no podamos ir a todos los sitios pero a algunos si.
Mi novio no podía estar con nosotros, porque aunque el partido ya haya pasado, tenía que seguir concentrado con su equipo.

El clima estaba insoportable, hacia bastante calor y yo sentía que sudaba por todos lados. Caso contrario de Kevin, él andaba como si nada. Yo fácilmente me había tomado tres botellas de agua.

Estábamos caminando por el paseo de la fama, era impresionante ver la gran cantidad de nombres que había. Seguimos nuestro camino y terminamos en una de las playas más famosas. Kevin quería un par de fotografías, así que después de tomar sus fotos llegamos hasta Santa Mónica.
La verdad fue mi lugar favorito.

Compramos un helado que tuvimos que comerlo lo más rápido porque con el sol se derretía muy fácilmente.
Después de nuestro gran día regresamos al hotel.

•  •  •  •  •  •  •  •  •  •  •  •  •  •  •  •  •  •  •  •  • 

Nuestro vuelo salía al medio día, el de Edson salía una hora después. Tenía que regresar a Amsterdam para reportar de nueva cuenta con su club.
Estaba terminando de empacar, Kevin se había adelantado al lobby. Tomé el ascensor para encontrarme con mi mejor amigo.

Íbamos a salir cuando recordé que me hacía falta mi cargador de mi celular. Le dije a Kevin que subiría rápido por el. Aún teníamos buen tiempo para llegar al aeropuerto.
Regresé a la habitación y logré visualizar mi cargador en la mesita que estaba entre las dos camas. Lo tomé y salí de la habitación. Volví a tomar el ascensor, iba a entrar pero me detuve de golpe cuando ví a Sebastián concentrado en su celular.
Tarde tanto en entrar que las puertas se cerraron.
Volví a apretar el botón pensando que había ilusionado al verlo. Las puertas volvieron a abrirse, realmente estaba ahí.

— ¿Vas a entrar o seguirás jugando con el elevador? —

Le sonreí lo más amigable que podía y me coloqué junto a él. Las puertas se cerraron y toque el botón que le correspondía al piso al que yo me dirigía.

Ninguno de los dos decía nada, parecía que no nos conocíamos. Simplemente nos lanzamos miradas, aunque en no hacíamos contacto visual tan claro.

— Diste un buen partido — dije para romper el hielo.

— Gracias, tú novio también —

— Si, lo sé — respondí — Siempre juega bien —

— No siempre — me contradijo.

— Bueno los que yo he visto siempre han sido buenos —

— Algún día te tocará ver uno malo —

𝘿𝙚𝙨𝙘𝙤𝙣𝙤𝙘𝙞𝙙𝙤𝙨/ 𝐒𝐞𝐛𝐚𝐬𝐭𝐢𝐚́𝐧 𝐂𝐨́𝐫𝐝𝐨𝐯𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora