𝘿𝙚𝙨𝙘𝙤𝙣𝙤𝙘𝙞𝙙𝙤𝙨/ 𝐒𝐞𝐛𝐚𝐬𝐭𝐢𝐚́𝐧 𝐂𝐨́𝐫𝐝𝐨𝐯𝐚

15.

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SEBASTIÁN

En dos días tenía partido, pero el problema era que tenía que viajar a Torreón ya que seríamos la visita. Me encontraba discutiendo con Fernanda porque estaba insistiéndome en ir pero no está vez no tenía lo opción de llevarla conmigo y no puedo dejarla ir sola.

Me reclamaba lo mismo, que ya no era una niña pequeña y que se podía cuidar sola. Yo le respondía que por más que quisiera no puedo arriesgarme a qué se ponga mal en el avión.

Salió molesta del departamento, intenté detenerla pero se esmeró bastante en no escucharme. Decidí que lo mejor era que se le pasará el enojo y después volver a hablar.

El timbre sonó a los pocos minutos, me levanté a abrir la puerta. Ivanna estaba del otro lado.

— Hey, ¿Todo bien? — me preguntó — Me pareció escuchar gritos —

— Si, pasa — dije haciéndome a un lado. Nos sentamos en el sillón — Discutí con Fernanda —

— ¿Y por qué? —

— Porque va a ser, lo mismo de siempre — contesté — Quiere ir al partido pero tengo que viajar y no puedo llevarla conmigo, ni tampoco me agrada la idea de que esté sola aquí ¿Sabes? —

— Si, me imagino como te sientes. Cómo entre la espada y la pared — yo asentí.

— Me siento culpable cada vez que me dice que no la dejo vivir —

— Oye no eres culpable de nada. No están pasando por un momento sencillo, tú solo estás actuando como el hermano mayor protector —

— ¿De qué otra forma puedo actuar? — encogí mis hombros — Ella es mi vida —

Acarició mi hombro con suavidad.

— Escucha, si me lo permites... Yo puedo viajar con ella — sugirió.

La miré con sorpresa. Una de las cosas que hizo que, en su momento, me enamorará de ella era que siempre pensaba en los demás. Es capaz de hacer un montón de cosas por los otros sin recibir nada a cambio.

— ¿De verdad harías eso? — pregunté. Ella asintió. No dude en darle un abrazo, se sentía muy bien tenerla cerca de nuevo. No de esa forma que es capaz de traer sentimientos de vuelta, más bien de esa forma afectuosa, como cuando estás cerca de un buen amigo — No sabes lo mucho que te lo agradezco —

— Descuida, solo quiero verte feliz — respondió — Iré a buscarla para hablar con ella ¿Si? Te avisaré cuando la encuentre —

Asentí con una sonrisa. Se levantó y salió del apartamento. Me quedé mirando mi celular, bajaba las publicaciones de la sección “explorar” de Instagram. Decidí mejor entrar a Twitter, esperaba a que las noticias se actualizarán. Me congelé al ver el primer tweet que me aparecía, entré a ver las fotos más a detalle, aunque no se apreciaban bien logré distinguir a Edson saliendo abrazado con otra chica.
— Imbécil, ¿Cómo se atreve? — pensé.
Andrea pasó por mi mente, de verdad espero que no vea las fotos porque la destrozaría.

Estaba molesto, con ganas de ir a golpear a Edson por atreverse a engañar a Andrea. ¿Cómo se le puede ocurrir semejante estupidez? Y lo peor es que se atreve a tratarla de esa forma aún sabiendo que él le está fallando.
Buscó entre mis contactos el de Edson, quiero llamarle y reclamarle. Estaba por apretar el botón pero me arrepiento de último momento. No tengo derecho, prefiero quedarme con mi coraje a que Andrea sufra las consecuencias de haber llamado, porque estoy seguro que si lo hago le sumaría una discusión más y no se sabe cómo pueda terminar.