Mi hijo.

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Los meses transcurrieron, Misaki se había recuperado por completo y este día se encontraba en Marukawa revisando un manuscrito de sus autores.
Shizuku lo miró de reojo cuando hizo un gesto de desagrado mientras agarraba su estómago.

—¿Te encuentras bien Takahashi?

—Si, he tenido un poco de indigestión estos días pero estoy bien y esta parte que dibujó Rena Sensei me parece que debería ir al final del capítulo. Hay que volver a acomodar la secuencia.

—Le hablaré para decirle si puede corregirlo

—Gracias Shizuku.

Misaki vió a su segundo asistente salir de Japun para contactarse con la mangaka; a raíz del nacimiento de la hija de Yanase, su amigo editor ya llevaba 3 meses fuera de Marukawa.
Lo extrañaba mucho en la editorial pero con Aikawa y Shizuku las horas en el trabajo también eran muy divertidas.

—¡Misaki!—gritó Aikawa dando un portazo con su tableta en mano—¡Mira nada más cuanto dinero!

La pelirroja le mostró él último artículo vendido de su sitio; FORNICANDO BAJO EL CONSENTIMIENTO DEL CONEJITO.

—¿Te dieron 3 millones de yenes por un traje de Akihiko?

—Así es y no sólo eso, Usami Sensei al ver lo excelente de la puja añadió una corbata y un par de sus calcetines sin costo alguno.

—Me parece increíble que Usagi san haga ese tipo de negocios contigo, él defeca dinero y no tiene necesidad ofrecer sus prendas.

—Le parece llamativo y poco ortodoxo como la gente se pelea por sus artículos personales además de que con esto ayuda a la caridad y todos le agradecen con cientos de mensajes lindos y románticos que envían a sus redes sociales.

—Se hizo mucho más famoso a partir de que dejó la Editorial y supongo que Shinobu debe estar celoso.

—Ahora sabe lo que se siente que intenten arrebatarle el amor de su novio.

Misaki alzó los hombros, si lo analizaba con detenimiento, que Shinobu se haya atravesado en su camino trajo muchas cosas buenas para él y la principal se llamaba Miyagi.

Miró su anillo de bodas y soltó un suspiro, a los pocos segundos su móvil hizo ruido anunciando una llamada de Miyagi.

—Iré a contestar—se disculpó el editor.

<Hola mi amor>

—Miyagi cariño, ¿Qué tal las clases?

< Terminé hace una hora y estoy con Hiroki "ayudando" a que se decida por cuál papel usará para imprimir sus invitaciones>

—Kamijō Sensei está muy animado con su boda.

<Más bien loco diría yo>
< Te estoy oyendo vejestorio y quiero apurarme porque la próxima semana iremos de investigación a Nagoya>

—Buenas tardes Kamijō Sensei.

<Hola Misaki, ¿Qué papel te parece más adecuado? Tengo papel de seda, satinado adhesivo, reciclado, ecológico, bond... digo, tu sabes de papel por visitar las imprentas.>

<Ay por favor, ya imprímelas en papel sanitario, sirve que nos limpiamos el culo con ellas y tiene doble función. La mayoría de las invitaciones terminan arrumbadas>

—Miyagi no seas grosero.

<Es que ya estoy fastidiado Misaki, deberías pasar un día con este maniático para entenderme>

<¡Eres un idiota!>Se escuchó un portazo

—Y ya hiciste llorar a Kamijō Sensei.

<El siempre me ofende con sus palabras, ahora que se aguante>

Atrapado en un momento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora