El mismo dolor

1.2K 80 61
                                    

El viaje en tren-cama aunque fuese de unas pocas horas, había resultado muy relajante para Misaki y frustrante para Miyagi que lo único que pudo hacer fue tener abrazado a su novio mientras dormían. Le había prometido que no lo tocaría  a fin de recuperarse de sus molestias después de tanto sexo dé reconciliación por lo que el docente tuvo que hacer aplomo de sus necesidades.
Fue un suplicio tener la cadera de Misaki pegada a sus genitales y no poder despojarlo de su ropa interior, acariciar su entrada y penetrarlo de forma suave mientras le susurraba cosas obscenas al oído.

El profesor tuvo que conformarse con besar su cuello y hacer caricias leves por encima de su pecho y un poco por las piernas. Misaki parecía dormir como bebé sin percatarse de las intenciones de su parte por lo que le hizo más pesado su sufrimiento moral.

—¿Que ocurre Miyagi?—Preguntó el castaño mientras acercaba la última fresa a la boca de su novio

—Eh....Pienso que eres muy lindo

—¿Estas seguro? Te veo un poco ojeroso ¿No dormiste bien?

Miyagi hizo una carita triste por ese comentario y mordió la fresa que se le ofrecía

—Parece que no le emociona ir al bazar, Miyagi Sensei

—Oh si, sí que me emociona, pero tengo un amigo que está muy triste y no pude dormir por eso—Miyagi agarró un pedazo de hot cake y lo metió a su boca.

—¿Es Kamijō Sensei? Pero si se le veía muy feliz con su novio.

—Es otro amigo que no habla pero que si tuviera voz, estaría de acuerdo conmigo.

Misaki no entendía las elucubraciones de Miyagi con el amigo ese que mencionaba y optó por ponerse de pie y sentarse sobre las piernas del mayor, muy cerca de su miembro.
Comenzó a repartir muchos besos por el rostro sin darse darse cuenta que por el movimiento sus glúteos rebotaban un poco en la entrepierna de Yō.
Miyagi estuvo por acariciar ese trasero que le volvía loco y justo se dejó escuchar el anuncio de que estaban por llegar a su destino: Shimo-Kitasawa.

Takahashi se paró como resorte dejando al docente con las manos vacías.

—Iré por nuestras cosas—Misaki se echó a la boca el último trozo de su almuerzo mientras Miyagi le volvía a mirar frustrado.

—Si... yo también tengo que ir al sanitario antes de que bajemos, Misaki.

El profesor vió a su novio desaparecer y él fue directo al sanitario para acomodar su asunto y porque también quería hacer sus necesidades.

Respiro profundo para calmarse y no dejar salpicado todo, después de terminar con la micción cogió un poco de papel para limpiar la gota de la punta

—Creo que Misaki no nos quiere más—pronunció viendo su glande.
—no, creo que no Sensei—Miyagi hizo voz chistosa moviendo su pene y lo volvió a acomodar por dentro de la ropa interior.

—¿Nos vamos?—Misaki se asomó al sanitario muy sonriente

—¡Misaki! Si..de..deja me lavo las manos—
Miyagi brincó por ver al castaño y se apresuró para asearse.

—Me gusta como te ves con esa vestimenta Miyagi, no había tenido la oportunidad de verte con ropa más casual.

—Gracias por las prendas, tienes buen gusto y no creí que trajeras esto para mi.

Atrapado en un momento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora