SEPTIMO MOMENTO

1.2K 114 58
                                    

Misaki seguía un poco sorprendido por las atenciones del profesor, no podía negar que tras ser tocado por la espalda, sintió algo muy extraño en su estómago.

Era ese sentimiento de emoción, de nervios, ese pequeño pinchazo que ocurre cuando miras a alguien importante para ti y que se difumina en segundos pero que te llena el corazón de forma total.
Miraba atento la avenida ocultando su nerviosismo y poder girar para poder ingresar a un carril.
Por su parte Miyagi fijaba su vista a cada movimiento del castaño, le sorprendía lo buen conductor que es, colocó mal su portafolio contra el bolso de Misaki provocando que algunas hojas cayeran y se mezclaran con sus escritos.

—Que tonto, me disculpo Misaki

Un poco incómodo por el cinturón de seguridad recogió el material y echó un vistazo, era un manuscrito, lo que confirmaba lo dicho por Hiroki del empleo del menor.

—No se preocupe Sensei.

—Misaki ¿Desde cuando aprendiste a conducir?

—Hace un año,  cuando me gradué ya contaba con empleo y a veces se nos dificultaba el traslado a nuestros diferentes compromisos y decidí comprar mi auto, de hecho hace poco  liquidé la factura.

—¿Nos dificultaba? ¿A quienes?

—A mi es....—Misaki hizo una pausa al percatarse de lo que diría a continuación—a mi esposo y a mi Sensei.

El castaño apretó muy fuerte el volante después de lo dicho. Por alguna extraña razón, para Miyagi escuchar aquello fue muy  incómodo y sorpresivo.

~Este chiquillo ¿Es casado? ¿Con un hombre? ~

Se preguntó desanimado y muy sorprendido por la confesión de su preferencia sexual.
¿Como es posible que el chico no haya contactado al esposo para rescatarlo de su desgracia esa madrugada?
¿Quien permite a su cónyuge beber solo hasta quedar perdido en la carretera?
Mas cuestionamientos aparecían en su mente y sin duda también trajo a recuerdo su relación con Shinobu, que sin estar casados, lo fueron ó al menos eso creyó Miyagi.

—¿Tu esposo no se molesta de que viajes con un desconocido y que me traslades a mi lugar de trabajo?

—Usted no es un desconocido Sensei, en todo caso es mi auto y decido con quien compartirlo, sirve que ayudamos al medio ambiente ¿No cree?

—Eso me parece bien, aunque apenas me conociste y ya hiciste dos favores arriesgándote por mi.
Yo me encontraría molesto y preocupado si mi pareja lo hiciera por  otra persona.

Miyagi dijo lo primero que sintió, el chico le provocaba un sentimiento de protección y preocupación al mismo tiempo.

—Ya nos conocíamos Sensei, nos reencontramos que es distinto y no tendría que suceder algún problema o molestia por ser amable con usted.

Misaki intentaba permanecer lo más estoico posible, las palabras del profesor  hicieron brincar de nuevo su corazón y podía suponer lo que la mente de Miyagi maquinaba. Y en efecto, es increíble que pidiera ayuda a un "desconocido" que a su cónyuge, mas aún, que se atreviera a perseguir delincuentes para salvarlo.

Llegaron a un semáforo, el docente no apartaba la vista de Misaki y él lo sabía. Algo lo instaba a seguir la platica y giró para preguntar a su acompañante.

—Sensei... ¿usted tiene a alguien importante en su vida? Lo pregunto por la señorita que fue a buscarlo, parecía molesta por mi presencia y me disculpo si le cause algún inconveniente.

—Ella es mi ex esposa y no debes preocuparte sólo fue a mí departamento porque volví a instalarme hace unos días y quería saber el motivo.

~Su ex esposa~

Atrapado en un momento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora