¿Quién soy...? Sin Ti

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—Obsidian —

-Me sorprende que Lena te haya dejado venir — La señorita Andrea dice mientras bebe su té — Pero me alegro que estés aquí-

-Gracias por la invitación — Sonrío, acomodándome en el sofá — Aunque es verdad que mi jefa se puso a la defensiva-

- ¿Teme que te robe? — Sonríe, arqueando una ceja — Porque siendo honesta, es lo que quiero, mi propuesta es muy seria, Kara-

-Me halaga — Carraspeo — Y mentiría si digo que su propuesta no me pareció interesante, pero...-

- ¿Qué, pero puedes tener? — Interviene — Te mereces un mejor puesto, eres más que una simple asistente-

-El puesto es excelente, pero me temo que no puedo aceptar-

- ¿Puedo saber la razón? –

-Me gusta ser su asistente — Muestro una sonrisa divertida — Y sí, hay otra razón, pero no se la puedo decir, ni siquiera ella la conoce, así que sólo puedo ofrecerle mi ayuda-

-Envidio a Lena, en serio, eres realmente leal, Kara — Suspira — Y acepto tu ayuda, gracias por ser honesta conmigo-

-Gracias a usted por entender, y por favor, guarde mi secreto — Ladeo la cabeza, arrugando la nariz — Sí ella se entera, no dejará de molestarme-

-No lo haré, y ahora — Se pone de pie, así que la imito — Ven conmigo, te hablé sobre un proyecto, y creo que te será interesante, así le podrás decir a Lena, ya que no quiere ver mi rostro por ahora-

-Sí, lamento eso-

-Descuida, ya me acostumbré a su repelencia en mí-

Ella me lleva hasta su laboratorio, están desarrollando un nuevo programa de realidad virtual, el cual pueda ser accesible para todo tipo de personas, aunque claro, con sus respectivas cifras de contrato. Ahí es donde entra L-Corp. Necesita de la tecnología Luthor para crear un dispositivo adecuado para promocionarlo, estético y dinámico, fácil de utilizar, por lo que me sentí emocionada, definitivamente la empresa puede lograr fabricarlo.

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—L- Corp. —

Kara en este momento se encuentra en Obsidian, conversando con Andrea, y sé que esa estúpida querrá convencerla de unirse a su empresa, por fortuna para mí, Kara es increíblemente leal. Suspiro, jugando la pluma entre mis dedos, observando la pantalla de mi computador sin lograr concentrarme, porque no es la primera vez que alguien quiere llevarse a mi encantadora asistente, pero ya tuve una situación similar en la que ella me hizo una pregunta, la cual hasta ahora me pone a pensar cuando duermo sola.

—Flashback —

Nos encontrábamos en su apartamento, sentada en su sofá mientras ella veía esa película aburrida de magos, y yo leía uno de sus libros de terror, como dije, esta rubia tiene algo de demente y masoquista, quizás en otra vida fue una asesina en serie. Ella bebía su chocolate caliente como si fuera navidad.

-Tiene el periodo, ¿Cierto? — Ella se burló, murmurando en su taza.

- ¿Por qué más estaría aquí leyendo, mientras tú ves esa película aburrida? — Dije, escuchando su risa.

-Lamento que sus óvulos la estén torturando por no engendrar un bebé — La miré con aburrimiento, y ella comenzó a reír — Tranquila, querida jefa, sabe que me agrada tenerla aquí-