¿Quién soy...? Sin Ti

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¿Quiénes son ellos y por qué están detrás de ti?

Prefiero no decírtelo.

¿Por qué?

Porque te decepcionarás de mí.

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- ¡Kara Danvers! –

Salto en mi lugar al escuchar el grito de mi jefa, en otra ocasión me reiría, pero ahora no tengo idea de qué pude haber hecho, quiero decir, no recuerdo sí cometí algún error, lo cual es imposible conociéndome, así que definitivamente tengo miedo. Miro hacia la oficina de mi jefa quien me pide moviendo su dedo con ese gesto que sólo usa para la maldad. Echo un vistazo a los demás, quienes tienen tantas dudas como yo, esto comienza a ponerse crítico. Me levanto lentamente, juntando mis manos al entrar y ella cierra las persianas, sí va a matarme al menos no dejará testigos.

- ¿Qué pasa? — Cuestiono dudosa en acercarme.

-Siéntate — Ordena apuntando a la silla.

-Prefiero estar de pie para correr sí llega a ser necesario, gracias — Bromeo y sigue mirándome así — Por qué no deja el misterio, y me informa que es lo que hice para ganarme ese grito-

-Bien, cobarde — Arroja un folder hacia mí — Quiero que me expliques esto-

Tomo rápidamente el folder y al abrirlo comprendo su enfado, vaya, esperaba que no se enterara, pero olvidé que tiene una alta fijación por saber todo lo que pasa a su alrededor. Ya que estoy a salvo y no nada realmente grave, no para mí, tomo asiento en la silla, dejando el folder en el escritorio nuevamente, suspirando mientras rasco frente.

- ¿Y bien? — Me mira con fijeza — ¿Hablarás o tengo que obligarte? –

-Se supone que usted no se enteraría de esto, y no tengo idea del por qué llegó eso hasta aquí-

-Creí que eras inteligente, pero a veces olvidas mi capacidad para enterarme de las cosas, sobre todo cuando miles de personas más trabajan para mí y te conocen-

-No es...-

- ¿Por qué no me informaste sobre tu petición negada en MI BANCO? — Exclama furiosa — ¿Sabes qué fácil habría sido para mí arreglar eso? –

-Sí, lo sé, pero...-

- ¡Y no me salgas con la estupidez de que no quieres mi ayuda! — Azota las manos en el escritorio al ponerse de pie, inclinándose hacia mí — ¿Cómo pudiste omitir decirme que ese estúpido engreído te negó el préstamo? –

-Porque no quería que estuviera involucrada en ello, sabe que ese hombre odia, no tenía por qué meterla en una venganza personal patética, además el banco perteneciente a los Wayne me otorgó el préstamo, entonces...-

- ¡¿Preferiste ir a ese banco del maldito Wayne y no decirme a mí?! –

-Sí lo dice así suena a que la traicioné, y no, sólo quería evitar...-

-Cállate — Dice entre dientes y debo hacerlo considerando su enojo — Ya despedí a ese inepto, y no me importa que mi padre me dé un sermón de mezclar las cosas, no permitiré que siga como gerente de mi banco si te negó el préstamo cuando más lo necesitabas — Iba a hablar, pero no me lo permite — Dije que te callaras — Advierte y aprieto mis labios — ¿Y sí Wayne no te hubiera dado el préstamo? — No me gusta cuando se pone analítica — ¿Dejarías que la cirugía de Eliza se aplazara POR TU ESTÚPIDO ORGULLO? –

-Yo... no lo pensé — Respondo en voz baja.

-Estoy muy enojada contigo — La miro, y puedo ver cuán cierto es — Y ahora desaparece de mi vista-