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Kara se encuentra en su pequeño dormitorio del avión privado de Lena, sus ojos pesan por el cansancio, aunque ciertamente no se arrepiente de aquello que lo causó. Por supuesto está adaptada a dormir en espacios como este, sin embargo, cuando estaba por sumirse a un sueño profundo siento un peso sobre su cuerpo seguido de besos en su mandíbula que poco a poco descienden a su cuello. Al abrir un ojo se encuentra con la sonrisa maliciosa de Lena quien muerde su labio inferior.

- ¿Te aprovechas de mí? — Murmura.

-No puedo dormir — Hace un puchero y coloca las manos sobre el pecho de Kara para posar su mentón — Así que vine aquí para entretenerme-

-Yo sí puedo dormir así que quítate — Kara bromea y Lena niega sonriendo dándole un corto beso — Además esta es una cama demasiado pequeña para lo que estás pensando-

-Tú siempre tienes sexo con las mediocres en el armario ¿Y una cama pequeña no te agrada? –

-Los armarios me permiten moverme mejor — Mueve las cejas y Lena resopla virando los ojos — Dicho esto, déjame dormir-

-Tú duerme yo me haré cargo-

Kara ya tenía los ojos cerrados cuando Lena dice esto así que al abrirlos arquea una ceja mirando a la pelinegra descender y sus manos desprenden los botones de su camisa para comenzar a repartir besos en la zona entre sus senos hasta llegar al abdomen marcado que saborea con la punta de su lengua. Kara gime a causa de las mordidas de que Lena le da a sus abdominales e incluso parece querer absorberlos, escucha la risa malvada de su ex jefa quien coloca las manos en el botón de su pantalón y al desprenderlo baja lentamente la prenda.

- ¿Sigues con sueño? — Pregunta mientras usa la punta de su lengua para rosar su sexo.

-No lo sé — Exhala riendo — Me sorprende que hagas esto, pero conozco tu apetito sexual perfectamente-

-Y a pesar de eso te niegas a darme lo que quiero así que voy a tomarlo — Tararea lamiendo completamente esta vez viéndola cerrar los puños y tensar la mandíbula — Tú sigue intentando dormir-

No le gusta que la toquen a excepción de Imra en algunas partes de su cuerpo, pero ahora es diferente porque quien está haciéndole esto es Lena, la mujer que probablemente ama desde la primera vez que vio sus ojos verdes, aunque le llevó demasiado tiempo darse cuenta. Aprieta los labios para no gemir en voz alta cuando siente la lengua de Lena en su interior moviéndose exquisita, no creyó que se atreviera a hacerlo pues no es un secreto que su ex jefa prefiere estar abajo, aunque ciertamente no le molesta.

Lena recuerda las palabras de Imra y sonríe al ver que Kara no la rechaza lo cual significa que lo tiene permitido más que cualquiera otra amante que haya tenido en el pasado incluyendo a Imra. Ya que ella usualmente no hace esto pues prefiere estar abajo usa la técnica de Kara al rosar sus dientes en el clítoris de esta para provocarle más placer gozando internamente al verla contener sus gemidos. El probar a Kara por primera vez le encanta en todo sentido y no puede evitar excitarse, le es inevitable palpitar cuando está llevando a cabo este acto, pero ya tendrá tiempo pues ahora es el turno de su novia.

El vientre de Kara se tensa minutos después y entonces Lena traga el orgasmo que provocó con sus atenciones. Apartándose observa con malicia a Kara quien abre la boca para soltar el aire contenido y respirar agitada. Ésta la mira con sus brillantes ojos azules divertida y niega mientras ríe en cuanto Lena se deja caer nuevamente sobre su cuerpo así que aprovecha para recorrer las hermosas curvas de esta hermosa mujer con sus manos pesadas.

-Aprendes rápido-

-Te diste cuenta — Lena ríe.

-Sí, porque ambas sabemos que tú no haces eso-

¿Quién soy...? Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora