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Maratón 1/4

Como era de esperarse, Maze y yo somos parte de la portada en la revista perteneciente a Catco, quiero decir, no es realmente seria, sólo hablan de ropa y cosas así, pero han llegado a rebajarse de esta manera, tengo entendido que antes de que la fundadora decidiera venderla, la revista realmente vendía información valiosa, y ahora, no es más que una del vulgo.

-El nuevo artículo de Catco sobre usted es bueno, ¿Por qué está enfadada? — Kara pregunta al ver la revista sobre la mesa.

-Sólo habla de nosotros superficialmente, no sobre las causas que hemos apoyado — Respondo, y es que hemos ayudado mucho, pero sólo se centran en estupideces.

-Bueno, es Catco, no es realmente una revista seria, aunque tiene razón sobre los donativos-

-Prefiero que hablen de la empresa, y no con cuántas mujeres de salido este mes — Suspiro, al beber mi whisky.

-Bueno, este mes superó cuota — Menciona con tono divertido.

-Kara... — Uso un tono de advertencia.

-De acuerdo, llamaré a mi contacto en Catco, aunque debería contenerse un poco — Levanta las manos, haciendo una mueca graciosa.

-Eres una idiota — Le doy un leve golpe en la cabeza, escuchándola reír.

- ¡Ouch! No me maltrate, ¿Después quién le ayudará? — Cuestiona con fingida indignación.

-Tienes razón, tu cerebro vale oro — Tomo su mano y doblo un poco sus dedos.

- ¡Lena! — Exclama con dolor, y es mi turno de reír — ¡Mis dedos también son importantes! –

-No para mí — Me encojo de hombros, y hace es gesto de enfado cuando infla sus fosas nasales — Ow, pareces un potrillo enfadado — Me burlo y ella se acerca rápidamente, mordiéndome la mejilla — ¡Auch, maldita! — La empujo y casi cae del sofá, aunque sigue riendo.

-Me alegra que no usara demasiado maquillaje hoy — Saborea sus dientes — O tendría un sabor amargo, y felicidades por comprar de nuevo esa loción-

-Eres irritante — Exhalo, poniéndome de pie.

- ¿A dónde va? Venga que debo morderla un... — Le arrojo un cojín, escuchando su carcajada — De acuerdo, no más mordidas, pero en serio, no puede irse ahora, tenemos que...-

-Ya sé, exagerada — Viro los ojos, sacando una caja de mi bolso — Tengo algo para ti — Tomo asiento junto a ella de nuevo, entregándole la caja blanca.

- ¿Es una caja de bromas? — Arquea una ceja con sospechas, y debo apretar mis labios para no reír — Porque sí lo es, prepárese para...-

- ¡Abre la maldita caja! — Exclamo, sonriendo al verla saltar en su lugar.

-Bien, bien, usted es la que manda — Al abrirla, veo su ceño fruncido como esperaba — ¿Un control remoto? — Casi puedo ver el signo de interrogación en su cabeza.

-Hay algo más, lee — Apunto al papel en el fondo de la caja.

-Esto es... — Comienza a leer y me mira — Le dije que yo lo compraría-

- ¿Recuerdas quién paga tu sueldo? — Arqueo mi ceja — No podías permitirte ese televisor si envías la mitad de tu suelo a tu madre — Suspira, mirando el control remoto — Y no comprendo por qué no me informaste sobre su condición-

-Es muy reciente, y Eliza no me permitió decirle — Hace una mueca — No quiere que usted haga lo de siempre-

-Podrá ser tu madre adoptiva, pero realmente te pareces a ella — Esto la hace sonreír con un toque de orgullo — Bien, no interferiré en eso, respeto la decisión de tu madre, pero sí puedo hacer esto — Doy un leve golpecillo al control — Envié a Alan para que la instalara y guardara la otra-

¿Quién soy...? Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora