¿Quién soy...? Sin Ti

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—Maratón 4/4 —

—Días después...

-Ya que su alteza está totalmente recuperada, creo que puedo llevar a cabo el motivo por el que realmente vine a National City — Sam dice, al entrar a mi oficina, seguida de Kara.

-Así que no soy el motivo de tu visita-

-Te dije que quería hablar algo con Kara, no eres tan indispensable para mi vida como crees — Al decir esto, sacude su cabello de forma ridícula.

- ¿En qué puedo ayudarla, señorita Sam? — Kara cuestiona, divertida ante mi gesto.

-Tengo entendido que conoces a la dueña del museo en New York — Arquea una ceja con malicia, y mi asistente asiente, sonriendo — ¿Crees que puedas convencerla de venderme el hermoso jarrón coreano? –

-No lo sé, le tiene cierto aprecio — Kara suspira — Aunque siempre está dispuesta a negociar-

-Sabes que tengo dinero suficiente para adquirirlo-

-No — La sonrisa de Kara se vuelve maliciosa — No me refiero al dinero-

-Oh... — Mi amiga sonríe con picardía — ¿Así fue como obtuviste esa pintura para Lena? –

-Sí, ya que a ella no le gustan las mujeres de cabello negro, tuve que negociar por mi cuenta — Se encoge de hombros, orgullosa — Y usted es de ascendencia latina, creo que podría tener oportunidad-

-Nunca me negaría a tal oportunidad, así que haz una cita para mí, por favor-

-Claro — Saca su celular y antes de que marque, interrumpo.

-Un momento — Ambas me miran — ¿Qué pasa sí pide verte de nuevo? — Pregunta a Kara — Recuerdo la primera vez que te llevé, quedó fascinada contigo-

—Flashback —

Kara decidió acompañarme al museo, creí que estaba agotada por el día que tuvimos, ya que yo tenía una cita aquí, por lo que debería volver sola al hotel por su cuenta, sin embargo, rápidamente me di cuenta de sus intenciones, cuando la linda y cautivante guía castaña, le sonrío de manera coqueta, guiñándole discretamente, y mi asistente mostró esa sonrisa que pone a todas las mujeres locas por tener sexo con ella.

- ¿Acaso crees que no sé por qué aceptaste venir? — Cuestioné, arqueando mi ceja.

- ¿De qué habla? — Siempre ha sido buena siendo cínica.

-Quieres tener sexo con la guía castaña y del museo, ¿Cierto? — Ella sonrió divertida, y dijo:

-Tal vez... -

-Entonces, tal vez le puedas preguntar cómo puedo adquirir esa hermosa pintura — Apunté al hermoso arte frente a nosotras.

-Lo tendré en cuenta-

Por supuesto, logró su objetivo, pues cuando mi cita de esa noche llegó, ella ya estaba conversando en el rincón con aquella castaña. Me despedí haciendo un ademán, y creo que ambas disfrutamos esa noche.

—Fin del Flashback —

- ¿Celosa? — Sam dice y la miro con gesto aburrido — Kara haría eso por mí, ¿Cierto? — Pestañea hacia ella, quien sigue con esa sonrisa de Joker.

-Kara trabaja para mí, no para ti, Samantha Arias — Advierto y ella hace un puchero.

-Llamaré y le diré que la modelo internacional Samantha Arias quiere adquirir el jarrón coreano, apuesto que eso la convence de negociar con ella — Mira a mi amiga quien sonríe, dando un leve aplauso.