CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO
ACTO CUATRO: ANOCHECEREn cuanto pudo, Lara salió del dojo y le llamó a la única persona que tenía los medios para ayudarla sin juzgarla: Lex. En menos de veinte minutos llegó el ojigris y se acercó presuroso a ella.
—¿Estás bien? —preguntó. —¿Te han hecho daño?
—Estoy b-bien —dijo ella, con los dientes aún castañeando. —Pero me duele la pierna.
Lex volvió a arrodillarse y apartó la chaqueta para poder mirar las vendas que le había puesto Robby. Estaban empapadas de rojo y gruñó. —¿Puedes caminar? —preguntó suavemente.
Ella apretó la mandíbula y dio un paso, siseando de dolor y casi cayendo al apoyar su peso en la pierna herida. Él la atrapó antes de que se cayera, con sus manos agarrando sus brazos para mantenerla erguida. —Voy a matarlos —siseó ella.
Lex apretó y desencajó la mandíbula mientras la levantaba al estilo nupcial y se dirigía a su coche. —Creo que va a haber una cola —dijo. La dejó suavemente en el asiento del copiloto, sintiendo la fría brisa que atravesaba su ligera camisa negra. La idea de que alguien dejara a Lara o a cualquier persona herida de tal forma le hacía hervir la sangre. Los adolescentes podían ser tan mezquinos. Buscó en su bolsillo y sacó su teléfono. Marcó un número rápidamente. —Sí, Grant, te necesito en la mansión en una hora. —Con eso, colgó y subió al coche, acelerando hacia la autopista. Encendió la calefacción cuando miró a Lara, viéndola temblar en el asiento de al lado.
Llegaron a la mansión en poco tiempo y, una vez más, Lex la cogió en brazos antes de entrar. El cuerpo de ella vibraba contra el suyo, haciéndole fruncir el ceño de nuevo. Quienquiera que hubiera hecho esto iba a tener que rendir cuentas a un buen número de personas. Su atención fue atraída cuando llegaron a las escaleras. Frunció el ceño al darse cuenta de que aún no había ordenado ninguna de las habitaciones de los invitados. Suspiró al entrar en la suya antes de entrar en el baño adjunto. La dejó en el borde de la bañera y se arrodilló frente a ella. —Hay un médico en camino. Quiero que te des un baño caliente y te traeré ropa de abrigo.
Ella asintió y miró al suelo. —L-Lo siento por ser una m-molestia —dijo ella, sin querer mirar a los ojos.
—Lara, no eres una molestia —dijo él, poniendo una mano en su brazo. Sus ojos mieles como el ámbar, que normalmente estaban llenos de coraje y fuego, se habían apagado considerablemente. —Confía en mí. Me aseguraré de que te cuiden.
Con lágrimas en los ojos, se deslizó hacia delante y le rodeó el cuello con los brazos. Sorprendido, tardó un minuto en responder. Pero cuando sintió que su cuerpo volvía a temblar, esta vez por el llanto, le devolvió el abrazo, sin importarle en ese momento que sus lágrimas empaparan su camisa. —Está bien. Ahora estás a salvo —le dijo.
—Gracias —dijo ella en voz baja. Lo soltó y se recompuso, limpiando las lágrimas de sus ojos. Lex le dedicó una suave sonrisa.
—Dejaré la ropa en la cama. Si necesitas algo, grita. Estaré abajo.
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𝓐𝐿𝐼 ▹ ROBBY KEENE
Fanfiction❛𝑨𝑳𝑰 . . . 🥋 Johnny Lawrence era un tipo que quedó traumado con su ex novia de la preparatoria. Ahora, muchos años después se encuentra a la copia de esa mujer. 🔪 En donde Cobra Kai arruina la poca paz mental de Lara Mills y ahora debe encontra...