❛𝑨𝑳𝑰 . . .
🥋 Johnny Lawrence era un tipo que quedó traumado con su ex novia de la preparatoria. Ahora, muchos años después se encuentra a la copia de esa mujer.
🔪 En donde Cobra Kai arruina
la poca paz mental de Lara Mills
y ahora debe encontra...
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Halcón se estaba duchando cuando tuvo una iluminación:
El color del tinte que portaba su cabello ya no correspondía con sus sentimientos. Se sentía a la vez enfadado y feliz, bueno y malo.
Se le ocurrió una idea tan repentina que casi resbaló en el resbaladizo acrílico. Halcón terminó su ducha rápidamente y se vistió con la ropa más cercana que encontró, ocultando su largo cabello bajo una gorra de béisbol.
Saliendo a la ciudad en la noche, Halcón se dirigió al Target más cercano y esquivó a unas cuantas personas que salían con los brazos cargados de bolsas.
El joven se deslizó por cada pasillo, dirigiéndose al único lugar en el que ya ha estado varias veces. Azul. Rojo. Los colores pasaron por su mente, pero no son los que eligió.
Sonriendo como un loco a la caja que tenía en la mano, Halcón decidió que era perfecta para él. Era apropiado, por cómo son sus emociones hacia todo en el mundo ahora. Enfadado y feliz. Lo correcto y lo incorrecto.
Lo bueno y lo malo.
Su nuevo color de pelo iba a ser morado.
♧︎♧︎♧︎
Suspirando felizmente, Lara se arrastró por la cama hasta Eli, que estaba sentado en el borde de su colchón de espaldas a ella, encogiéndose de hombros con una camiseta nueva mientras oían Juego de Tronos de fondo.
Lara apoyó la barbilla en el hombro de él y lo respiró, llenando sus pulmones y su corazón con el aroma del jabón y la menta y el sudor y las persistentes ráfagas de colonia. Es sólo él. Completa y totalmente él.
—Me he estado preguntando... —comenzó lentamente, abrazándolo por los hombros.
—¿Mmm? —preguntó Eli, girando ligeramente la cabeza para mirarla.
Lara bajó sus manos, deslizándolas por su torso.
—¿Sigues en contacto con tu tatuador? —preguntó vacilante, sin saber si debería preguntar o no.
—¿Mi chico Rico? —dijo él, y luego sonrió cálidamente. —Sí, sigo en contacto con él. Él me va a cambiar el color del halcón para que convine con mi pelo. —Se apartó entonces lentamente, dándose la vuelta para mirarla. —¿Estás pensando en hacerte un tatuaje, Mills?
Lara se encogió de hombros y volvió a sentarse contra su cabecera, echando de menos la sensación de apoyarse en él. —Tal vez.
Eli sonrió y se sentó de nuevo junto a ella, tirando cuidadosamente de Lara hacia su regazo. —¿Qué estás pensando en conseguir? —Sus dedos recorren la columna vertebral de ella, provocando escalofríos en todo su cuerpo. —¿Un corazón con la palabra Eli en el centro? ¿Un halcón en miniatura a juego con el mío?
