❛𝑨𝑳𝑰 . . .
🥋 Johnny Lawrence era un tipo que quedó traumado con su ex novia de la preparatoria. Ahora, muchos años después se encuentra a la copia de esa mujer.
🔪 En donde Cobra Kai arruina
la poca paz mental de Lara Mills
y ahora debe encontra...
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La última vez que Johnny Lawrence vio formalmente a Ali Mills fue en el torneo de karate del All Valley.
Su cabello había estado esponjado y su sonrisa fue radiante; hermosa, como siempre.
Johnny había pasado años soñando con ella: cómo sería besarla y abrazarla de nuevo.
Llegó un punto en el que se resignó. Ali no volvería con él.
Sin embargo, tal vez la vida por primera vez se apiadaba de él, porque justo frente a él estaba una chica que podría haber pasado por una copia de Ali.
Era cómo jugar a "encuentra las diferencias entre estas dos imágenes". No eran muchas... pero ahí estaban, sutiles como una fragancia: el color de los ojos, los hoyuelos que se formaban en las mejillas de la joven y cómo lo estaba mirando.
—¿Sensei? —la voz confundida de Miguel lo sacó de sus pensamientos.
—¿Cuál es tu apellido? —cuestionó Johnny frunciendo el ceño, con la curiosidad brillando en sus ojos azules. Había una posibilidad de que esa chica fuera familiar de Ali; tenía que serlo.
—Eh, es Mills. Me llamo Lara Mills —la chica sonrió y sus mejillas adquirieron un tono rojizo.
Johnny la miró directamente a los ojos, y su rostro se suavizó ligeramente. Ella era... igual a ella. Igual a Ali.
—Bien, fórmate. Díaz te dirá cómo. —El rubio se giró para encaminarse a su estudio de nueva cuenta, con aire pensativo, pero se detuvo a último momento para mirarla de nuevo—. Vamos. No se me queden mirando, hay trabajo que hacer.
No pudo dejar de pensar que un fantasma lo estaba atormentando.
Concretamente, el fantasma de Ali Mills.
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Al final de la clase Lara acabó sudorosa y sonrojada, pero feliz.
Tenía un buen presentimiento, todavía no sabía exactamente sobre qué, pero ahí estaba, latente.
A su lado izquierdo estaba Miguel y a la derecha estaba Eli, ahora mejor conocido como Halcón.
Lara amaba el pelo del chico pero nunca se lo diría.
—¡Ey, Mills! —Halcón se giró hacia ella y sonrió burlonamente—. Estoy ansioso por ver si tienes potencial.
