XVII. EL CAMINO

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CAPÍTULO DIECISIETE
ACTO DOS: ATARDECER

Es una locura por parte de una oveja hablar de paz con un lobo

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Es una locura por parte de una oveja hablar de paz con un lobo.

—Caballeros... damas. Bienvenidos a Coyote Creek —Kreese comenzó su discurso con una sonrisita —. Los dividimos en dos equipos. El Rojo y el Negro. La meta es conseguir tantas cintas del otro equipo como sea posible.

Miguel le sonrió con complicidad a Lara, debido a que ambos portaban cintas negras en sus frentes con orgullo y la rubia chocó los puños con el latino. Halcón los miró retador del lado contrario.

—Hoy, los de enfrente no son sus amigos —el sensei Kreese continuó, observando con aprensión los equipos —. No son sus hermanos. Son el enemigo. El equipo que resista, gana.

—¿Cómo tomamos las cintas? —preguntó Miguel con curiosidad.

—Por cualquier medio. No hay reglas.

—Sean prudentes —Johnny intervino —. Solo es un ejercicio.

—Sí, pero recuerden: esto es su vida —Kreese sacudió una de las cintas en el aire —. Si la pierden... mueren.

El rostro de Lara se oscureció ante esas palabras, sin importar lo que dijese Kreese, ella seguiría el consejo de Johnny. No podía darse el lujo de perder el control de nuevo. Jugar a ser Cobra Kai empezaba a ser un juego bastante peligroso para su salud mental y emocional.

—Chicos, disculpen llegar tarde — Raymond habló, integrándose a la formación con un look completamente diferente —. Había mucho tráfico. Puse Coyote Creek en el GPS pero no encontré nada. Una porquería.

—¿Que te has hecho? —Johnny cuestionó con una ceja alzada irónicamente.

—Cierto, decidí hacer un cambio al estilo Halcón —Raymond comentó y señaló al chico mencionado, el cual solo pudo atinar a fruncir el ceño—. Mis respetos. A partir de ahora pueden decirme... Mantarraya.

Lara disimuló una risa poniéndose la mano en la boca, al mismo tiempo que Halcón arqueó las cejas.

—Bien, Gordo —Johnny también parecía querer ocultar una risa y luego palmeó a Kreese en el hombro, indicándole que "Mantarraya" se iba a quedar en el equipo rojo—. Se queda contigo.

—Genial.




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—Se supone que debes estar con tu equipo —Halcón le murmuró a Lara.

—Lo sé, pero es más divertido venir contigo —la chica rubia le sonrió juguetona, al mismo tiempo que ambos empezaron a escalar un árbol—. No me vas a quitar la cinta, ¿verdad?

—Aunque quisiera, creo que no podría— Halcón trepó una de las ramas del árbol para luego extenderle una mano a Lara—. ¿Vienes?

—Claro —Lara tomó la mano del chico con fuerza y se impulsó para quedar sentada a su lado—. ¿Listo?

𝓐𝐿𝐼 ▹ ROBBY KEENE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora