CAPÍTULO 16

1.6K 59 0
                                    

Emily

Salí del apartamento decidida en buscar mis pertenencias en la oficina. Al llegar, me encuentro con que él área de Harrison no estaba operando, algo que se me hizo muy extraño.

Regrese a casa cuestionándome por que la empresa no estaba operando. Harrison nunca cerraba el área por varios días o dejaba ir temprano a los empleados.

Por un momento me puse a pensar en al situación.

La visita de la señora Harrison había sido decisión de ella. El no sabia que me visitaría. Así que, solo me restaba deducir que  la razón por al que su área estaba cerrada, era porque estaba evitando a su madre.

—¿Que haces? —me pregunto, Lina, mientras pasaba detrás de mi, comiendo algunas uvas.

Le dije que solo estaba haciendo algunas investigaciones.

Se sentó a mi lado y mirándome, me pregunto para que hacía investigaciones de empresas de modelos, cuando ya no trabajaba para Harrison y su madre.

—Estoy buscando que es exactamente lo que buscan este tipo de empresas en las casas de diseñadores.

—¿Y eso para que lo estas haciendo? Ya no debe de interesarte.

—Me interesa porque es del campo que me interesa. Así que por eso y mas estoy investigando.

—Bueno, en eso si tienes razón.

—Te había comentado que su madre vino a visitarme, pero no te comente que ella no sabia de que su hijo había perdido el contrato que ella había trabajado durante algunos años. Tras fracasar con el contrato varias veces; se lo dejo a él, pero también fracaso.

—Aja, pero ¿eso que tiene que ver contigo?

—Obviamente nada, pero es sumamente extraño que no le haya comentado el desenlace de su participación y para más, no abrir el área de trabajo que él maneja. Ósea, donde yo trabajaba.

—¿No crees que te estas preocupando demasiado por ellos, cuando ya no trabajas para ello?

—¿Crees que me estoy preocupando demasiado? —Asintió. —Bueno, es que solo me importa ayudar a al señora Harrison. Lleva demasiado tiempo presentando ese proyecto y no ha logrado obtener ese contrato. Creo que se lo merece.

—¿Y no haz pensado si es que no los quieren  o prefieren otras casas de moda? —Por un instante, sus palabras, me pusieron a pensar. —Por que tantos años presentando un proyecto y que no obtengas resultados positivos, es algo extraño. Por que si lo que buscan ese tipo de agencias es tener fama, ¿por que no coger a la empresa de los Harrison? Tiene fama. Así que no encuentro otra razón para no darles ese contrato.

¿Y si tenía razón? Lina muy pocas veces se equivocaba.

Decidí dejar toda la situación de lado. En una parte tenía razón. Ya no me correspondía preocuparme por ellos. Lo correcto era desligarme por completo de ellos y lo relacionado con su empresa.

*****

Al llegar la noche, el sentimiento de duda y curiosidad me ganaron.

Me aliste, y casi al salir del apartamento, Lina me detuvo para preguntarme a donde iba a esas horas de la noche. Tuve que mentirle. Tuve que decirle que me encontraría con Moira. De lo contrario, no me dejaría salir. Me detendría con tantas preguntas, preguntas que parecían más a un interrogatorio. Luego de todo lo acontecido, estaba muy pendiente de mi. Y la realidad era que la comprendía.

Recordé que saldría sin bolso y sin móvil. No podía pedirle a Lina el de ella, puesto que había quedado en encontrarse con su deportista en algún lado que no me había dicho, pero por la sonrisa que me había dado, estaba segura que no regresaría esa noche.

Al salir del complejo de apartamentos, detuve el primer taxi que encontré. Por suerte lo había encontrado muy rápido; lo que nunca.

La agencia de modelos, esa noche, tenia un gran evento. Un desfile.

Intentaría colarme en el evento para poder obtener respuestas a las preguntas que la señora Harrison y, por supuesto, yo, nos estábamos haciendo con referente a la propuesta que había hecho para el concurso de la agencia. No acostumbraba hacer ese tipo cosas, pero era necesario. Si los guardias de seguridad, contratados para el evento, me encontraban, estatua perdida. Seria el hazme reír de toda la ciudad, y de seguro aparecería en los periódicos de toda Nueva York. Ya me imaginaba el titular redactado: "Una loca se cuela en el evento de moda más importante de la cuidad de Nueva York."

Me detuve a un extremo de la fila, para observar cómo se comportaba la seguridad y buscar por donde entraría al lugar. Se notaba que estaban pendientes de cada movimiento, lo cual se me haría complicado ingresar al lugar.

Me percaté que bajaban el equipo de sonido de tres camionetas blancas largas. Estaban aparcados al lado del edificio. Así que supe que aun el evento no estaba completamente listo para comenzar; algo muy extraño.

Aproveche el momento para colarme por allí. No había guardias de seguridad. Así que, nadie me vería ingresar. 

Al cabo de un rato, un largo rato, salí de mi escondite.

El evento había comenzado y era mi momento para obtener respuestas. Tenia que saber que buscaban para tomar buenas propuestas, que de seguro, la propuesta de la señora Harrison era perfecta. 

Me escondí detrás de iba cortina negra ara poder ver todo el evento. Estuve allí largos minutos, pero de pronto, sentí como alguien tiro de mí. Pegue un pequeño grito al asustarme por el repentino tirón. Quede helada con la pregunta de la persona que estaba frente a mí. Ni siquiera pude responder.

—Señorita, ¿le pregunte que hace usted aquí? —pregunto por segunda vez. Era Harrison.

—Yo...

—¿Por qué entro como si fuera una intrusa? —pregunto soltándome la mano, luego de alejarme de la cortina; donde nadie pudiera vernos. —No debió entrar a escondidas.

—¿Usted me vio? —pregunte avergonzada.

—Estacionaba el auto cuando la vi entrar. —Explicó. —No haga de nuevo este tipo de cosas. Se podría meter en graves problemas.

—¿Ahora se preocupa por mí? De todas maneras es mi problema. No tiene por que involucrarse.

—Estoy tratando de que no se meta en problemas.

—Ay, pero que considerado —dije con sarcasmo. —No sea ridículo. Usted no se preocupa por mi. Solo se preocupa por usted.

—¿Y cómo se le llama a lo que hice? La lleve al hospital, y pague su factura. ¿Aun le parece que no me preocupo?

—Conmigo no tiene que actuar. Ya me lo conozco.

—Pues me conoce muy poco —aseguro.

—Diga lo que quiera. Ahora, siga con el evento y a mí déjeme tranquila. Me largo.

Me dispuse a caminar en la misma dirección por al cual había entrado al lugar. Harrison continuaba hablándome mientas me seguía.

Me unjo que me estuviera siguiendo a la puerta, me gire y lo empuje. No solía ser agresiva, pero ¿porque no se metía en sus propios asuntos?

Le grite que me dejara en paz y salí corriendo del lugar. Posiblemente me siguió en algún momento, pero luego no lo escuche.

Iba llegando a uno de los callejones donde habían botes enormes de basura, cuando de pronto vuelvo a sentir otro tirón. La risa  de la persona me alerta al no reconocer que no se trataba de Harrison, sino de otra persona.

La persona comienza a forcejear conmigo, y lo único que dudo hacer es gritar y pedir ayuda.

Rogaba que alguien me quitara a ese depravado de encima...

Querido HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora