CAPÍTULO 21

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Emily

Eran las 3:00 de la madrugada. Daba vueltas por toda la sala de estar. Lina estaba en medio de una llamada cuando se harto de mi caminata desenfrenada. Tal ves me veía ridícula, pero no podía dejar de pensar en aquella suma excesiva que Harrison había dado por un cuadro. ¿$100,000 dólares? Definitivamente debes de estar loco.

Lina casi se muere al escuchar la cifra. Si tan solo hubiera visto mi expresión cuando lo escuche en vivo y a todo color en el evento. Un poco más y se me salían los ojos, el corazón y el alma al escuchar tal barbaridad.

—O sea... Déjame rebobinar toda la información, para entender toda esta locura. —Tomo un momento en silencio y volvió a hablar. —Bien... ¿Acabas de decir que dio un donativo de $100,000 dólares, solo por un maldito cuadro? —Asentí. —Definitivamente los millonarios botan el dinero en cualquier cosa.

—Bueno, en realidad no en cualquier cosa. O sea, quise decir... Tal ves algunos si, pero al menos ese dinero va directo a la fundación de niños sin un hogar.

—Si, pero ¡¿$100,000 dólares?! —Aun no salía de su asombro. —Que me regale un poco. Me hace falta. Bueno, nos hace falta —dijo ella, haciendo un va y ven de ella hacia mi con la mano.

—No quiero un solo centavo de él. Trabajo para mantenerme; aunque ahora este viviendo de mis ahorros.

—Mal. Muy mal, Em —dijo negando con la cabeza.

—Lo se...

—Oye, iré a buscar la correspondencia. Olvide buscarla en al tarde cuando llegue —comentó. —Me entretuve convenciendo a alguien de que se pusiera uno de mis vestido. Me imagino que sabes quién es, ¿cierto?

—Muy chistosa. —Simule una sonrisa. Como si me causara gracias su comentario. —Ademas, ¿por que buscas eso a estas horas? Búscalo en la mañana.

—No cuando estoy esperando un paquete desde hace mas de 3 semanas. Así que no. No voy a esperar. Posiblemente esta allá abajo esperando por mi.

—Bueno... si tu lo dices.

Me fui a duchar y luego irme a la cama; pero antes, decidí escribirle a James. A pesar de que me había encontrado a Harrison, el evento había estado muy bueno. Las exposiciones estaban preciosas; incluso, le dije que Harrison había donado una cantidad ridícula por uno de sus cuadros. Lo único que me tranquilizo era que estaba destinado a una gran causa.

—No llego nada —dijo, con una expresión de tristeza en el rostro luego de abrir la puerta de mi habitación. —Me voy a dormir.

Le desee buena noche y se marcho.

*****

Desperté al escuchar el timbre de la puerta. Me levante de la cama cuando sonó por segunda o tercera ves; ya ni siquiera sabia cuántas veces había sonado. Por que Lina no abría si aun no era hora de ir a trabajar? Se supone que estuviera haciendo su desayuno o mejor ya estaría sentada degustando lo que habría preparado.

El timbre dejo de sonar cuando estaba saliendo de mi habitación. Al llegar a la sala de estar, Lina no estaba. No había rastro de ella. ¿Se fue temprano al trabajo? Era raro. Demasiado raro.

Me acerque a la puerta y allí pegado estaba una not que decía "Em, tuve que marcharme muy temprano. Viajare a ver a mi madre. La han hospitalizado de emergencia. Al regresar te cuento un poco de lo que haya pasado".

No iba a discutir con ella por no haberme levantado y habérmelo dicho. Después de todo era una emergencia, y no había tiempo para contar la noticia y luego viajar. Así que, esperaría al menos su llamada.

Querido HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora