Emily
Salí de mi cita medica preocupada. No me había gustado la noticia que me había dado mi doctora.
En la lista de espera de mi transplante, hacia la cuarta posición. Y debido a que habían pacientes con un estado más critico al mío, rodé a la décima posición en la lista.
Comprendía que era justo que esos pacientes tuvieran prioridad puesto el estado en el que estaban si no los atendían, podían perder la vida. Era lo correcto. Me ponía triste el saber que ya llevaba algunos años en la espera de u transplante de pulmón y que estando cerca de obtenerlo, se hizo nuevamente lejano.
Al regresar a casa, le conté todo a Lina. Estaba casi por salir al trabajo, pero aún así, decidió quedarse y escucharme. La noticia le resulto incomoda y entristecedora, puesto que pensaba que debido a varios años de espera, merecía que ya fuera mi turno.
Lina se marcho y estando sola en la casa con mi triste animo y aburrimiento, decidí escribirle a James. Tal ves una charla con él, me haría sentir mejor. Después de todo, era un amigo.
Le conté sobre lo sucedido de aquella horrenda noche. Lo tomo igual que Lina, con la leve variación de no insultar a Harrison como ella lo había hecho. Había pensado que lo tomaría igual, pero no fue así. Defenderme de aquel animal, era mi mínimo que podía hacer. Dejarme a al deriva, abría empeorado todo. De seguro las cámaras de la calle lo hubieran visto y todo hubiera caído como si él fuera cómplice de aquel animal.
Ahora... ¿que hubiera sido de mi si Harrison no hubiera estado en ese lugar para defenderme? ¿Estaría viva o muerta? De haber quedado viva y, de ese horrible momento, quedar embarazada ¿que hubiera hecho yo? ¿Lo tendría o abordaría? Tenía respuesta para ello.
Le confesé a James que, de haber resultado embarazada lo hubiera tenido, aunque eso implicara llevarme a al muerte. Era el mayor anhelo de mi vida, luego de obtener el transplante de pulmón. Tal ves no hubiera sido concebido con amor o una inseminación decidido por mi misma, pero el bebe no tendría la culpa de lo sucedido.
James había quedado sorprendido con mi manera de pensar. Que parecía valiente de mi parte tomar una decisión de ese calibre, sabiendo que seria producto de una violación.
Dejamos el tema de lado, porque no quería seguir recordando aquella noche.
Recordé que la exposición de sus fotos era en algunos días. Así que volví a preguntar si estaría allí, pero se encontraba fuera del país; cosas de trabajo.
Era una lastima. Ya había pasado bastante tiempo desde que habíamos comenzado a hablar. Lo justo era conocernos.
*****
La noche de la exposición llego.
Parecía una loca buscando un vestido entre mis cosas. Quería algo que me cubriera lo suficiente para sentirme cómoda ante tantas personas que era muy probable que hubieran en el lugar.
Lina me pidió que dejara de vestirme con piezas demasiado recatadas y aburridas. Que por primera ves, vistiera algo escotado, puesto que tenia buen cuerpo para mostrar aunque sea un poco.
Había perdido la cuenta de cuántas veces le había dicho "no" como respuesta. A la cual ella solo se reía mientras buscaba en su armario, entre todos los vestidos que tenía guardados. Intentaba tener vestidos para eventos. Solo por si surgía una invitación de algún chico con dinero. Era tonto, pero eso le hacia feliz.
—Te juro que si te pones ese espanto de vestido, lo romperé antes de que puedas traspasar esa puerta. —Rodé los ojos. —Habló en serio, Em...
—Lin, no me pondré vestidos escotados de esos que tanto te gusta ponerte. Soy más sencilla. ¿Recuerdas? —Ella se rió.
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Querido Harrison
RomanceEmily es una mujer con un gran sueño, pero sobre todo, y más importante que ello, un gran anhelo personal y con sentido de urgencia. Emily trabaja como la asistente personal del famosísimo Elian Harrison; hijo de la diseñadora de modas, Sandra Harr...