Emily
Tres semanas. Exactamente tres semanas habían pasado desde el aquel momento. El beso. El beso que me robo.
Cada noche la escena se hacia presente en mis sueños. No sabia cuanto tiempo podría aguantar tal cosa.
Faltaban algunas horas para el desfile. El desfile de mis sueños.
Tantos años soñando con el gran momento de poder trabajo una colección y presentarla ante muchas personas. Ver cómo mis piezas se vendían al publico; todo eso estaba a punto de suceder. Era increíble hasta donde había llegado. Era como si luego de ello, pudiera morirme en paz, pero no era así. Tenia una vida por delante. Un futuro.
Lina vendría a pasar el desfile conmigo. Agradecía el gesto de acompañarme la noche mas importante de mi vida.
Comencé a prepararme luego de la llamada de la señora Harrison. Me dijo que llegara dos hora antes de la hora pautada para preparar a las modelos, que mandaría a alguien por mí. Tenia algo para mí. Algo que me extraño mucho.
Solo esperaba que quien viniera por mí, no fuera su hijo. Por que de lo contrario, me iría en taxi. Ya estaba demasiado incomoda como para continuar en el mismo patrón.
Me lave el cabello y lo deje secar mientras colocaba mi vestimenta dentro de una pequeña maleta. Coloque varios aretes y collares a escoger. Los zapatos los coloque en unas bolsas de tela de algodón para que no mancharan el vestido. Estaba básicamente lista para partir en cualquier momento.
La puerta se abrió y de inmediato escuche a Lina gritar "¡llegue!". La emoción por verla luego de tanto, daban ganas de llorar. Siempre compartimos todo, pero durante ese difícil momento, ninguna de las dos podíamos comunicarnos mucho.
—¿Lista para este gran momento? —pregunto tan animada. Mucho más animada que yo.
—Nerviosa. Muy nerviosa. —Sonreí—. Anoche no dormir muy bien debido a eso.
—Pues quita esos nervios que ya nos vamos.
—¿Como que ya nos vamos?
—Acaso, ¿la señora Harrison no te dijo que alguien vendría por ti? —Asentí. —Pues esa soy yo. —Sonrió.
—¡¿En serio?!
—Obvio, ¿acaso ves otra Lina por aquí? Por que yo no la veo —rió. —Obvio que yo.
—¿Nos tenemos que ir ya?
—Si lo estas, si. Hace un momento me comunico que estaban todos en el hotel. Quiere que llegues temprano por que tiene algo que mostrarte.
—Pues... déjame terminar de empacar la maleta y nos vamos.
—Listo. Te espero afuera.
Empaque todo rápido y salimos. Un gran auto nos esperaba, y Lina iba a manejar. Le pregunté de donde había sacado el auto, pero era obvia la pregunta. Si la señora Harrison se había comunicado con ella, era obvio que el auto había sido de parte de ella.
Llegamos al hotel y nos bajamos del auto rápido. Reíamos mientras caminábamos dentro del hotel. Indicamos en recepción que éramos parte del evento. Dimos nuestras identificaciones del evento. El chico nos dirigió hasta el pasillo d ellas habitaciones. Nos extendió las llaves, pero no fue necesario usarlas. Al llegar al pasillo indicado, tanto la señora Harrison como su hijo, estaban discutiendo. No se veía acalorada la situación, pero si se notaba que estaban discutiendo; estaban en desacuerdo.
—Señora Sandra —dijo Lina de repente.
Ambos se giraron en nuestra dirección y fue inevitable que ambos nos miráramos. Los nervios volvieron a salir. Sentía que me iba a morir.
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Querido Harrison
RomanceEmily es una mujer con un gran sueño, pero sobre todo, y más importante que ello, un gran anhelo personal y con sentido de urgencia. Emily trabaja como la asistente personal del famosísimo Elian Harrison; hijo de la diseñadora de modas, Sandra Harr...