CAPÍTULO 20

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Harrison

Decidí salir esa noche.

Sabia que mi madre se quedaría en mi casa luego de la conversación que habíamos tenido del contrato perdido. Que decepción. Quería que convenciera a Emily a regresar de nuevo en el proyecto que ella había trabajado por años. Estaba segura de que ella era la indicada para trabajarlo y presentarlo en la ultima fiesta del año. Le tenia mucha fe.

Comprendió que algo en lo que estábamos presentando, estaba mal.

Estaba segura de que ella lo renovaría por completo y sacaría algo mejor de lo que ambos habíamos hecho.

—¿Podrías darle esto al organizador del evento? —pregunto mi madre extendiéndome un sobre algo grueso. Fruncí el ceño. —Es mi donación para los niños sin un hogar —añadió. —Aun la seguía mirando con el ceño fruncido. —La actividad no es solo una exposición, cariño. Principalmente es una recaudación —comento. —Quien sea que haya organizado este evento, es un ángel.

Acepte el sobre y lo guarde inmediatamente en el bolsillo interno de mi gabán de etiqueta. No iba a perder una cantidad alta de dinero, y mucho menos si no era mío. Era mi responsabilidad asegurar ese dinero.

Al llegar al lugar. Entre por la puerta "VIP". Encontré a una chica fuera del edificio que conocía desde hacia un tiempo; así que, me dejo entrar por esa puerta.

Tome una copa de champan y mientras caminaba despacio entre la gente e iba saludándolos (a los que conocía); me detuve al ver a una chica observando una de las tantas fotos que estaban colgadas por las paredes de todo el lugar.

Tenia una copa vacía en la mano y en la otra una bolsa de mano.

Al acercarme, me percato de algo que me dejo helado. No era cualquier chica. Era mi ex asistente.

Me quedo observando lo hermosa que lucia en aquel vestido.

¿Como era posible que Emily Moore no utilizaba ropa ajustada al cuerpo y de moda  durante el horario de trabajo y, fuera de trabajo parecía una persona completamente diferente?

Su cabello largo y ondulado, parte de el caía por su cuello. Se veía impecable. Su vestido a pesar de ser sencillo, se veía estupenda.

Decidí acercarme un poco más y hablarle.

Me pareció extraño que le gustaran las exposiciones. Le dije que estaba muy bonita; algo que era completamente cierto. Palabras que habían sido de mis labios con una sonrisa. Incluso se le había escapado decirle que debía vestir de esa manera más seguido; que era bueno verle de otra manera.

Había sonado como un completo idiota.

Al parece la había hecho sentir muy incomoda; se quería marchar, así que, solo me resto pensar que me estaba evitando. Claramente lo hacia,  aunque dijera que no lo estaba haciendo.

Le dije que disfrutara de la noche, pero que al finalizar  el evento, me permitiera llevarla a casa.

Luego de lo sucedido, de solo pensar que pudiera ir sola a casa y que volviera a pasar lo mismo, me aterraba. Aquella imagen no me la había podido sacar de la cabeza.

El evento comenzó con una mujer presentando al equipo de apoyo que colaboró con todo el evento. Dio la bienvenida y dejo saber la hora en la que se llevaría a cabo la subasta para la recaudación de niños sin un hogar.

Note como ella se giro a ver el cuadro que haba estado viendo cuando llegue y le hable. ¿Será que quería el cuadro? O tal vez solo le había gustado.

—Y dígame, señorita, ¿desde cuándo le agradan este tipo de eventos? —pregunte interesado en saber.

—Es la primera vez que asisto a uno. Me invito un amigo —respondió luego de girarse a mi.

Querido HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora