¿Miedo? Eso era lo único que sentía ella al ver al rubio.
¿Culpa? Eso era lo único que sentía el al ver a la pelinegra.
Decidió mirar adelante,pasando por encima de ella.Su sueño de ser el número uno se acercaba cada vez más.
Sin embargo,dió un paso...
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Oh no, era Yamato.
Despues de volver a casa de la confusa y alarmante reunión, se entero que su hermana se había cortado y pintado el cabello.
De hecho le quedaba bien. Lo había cortado hasta sus hombros y tenía unas mechas rubias.
Se venía muy bonita.
Lo que la había sorprendido es que apenas y habían llegado a su casa, el joven sacó una rosa roja dandosela a la ojimorada.
Era un detalle muy lindo, un poco romántico. Y eso lo noto.
Las palabras de la cajera de la pastelería llegaron a su cabeza. "Ese cambio te abrirá el paso hacia esa persona. En cuanto lo hagas se dará a notar".
Y había sido asi..
¿A Yamato, el chofer de la familia, le gustaba su hermana mayor?
No tenía nada de malo eso, si el era la persona indicada para ella no había problema..era un buen chico..
Pero no quería que se la llevara. No quería estar sola. No otra vez.
-¡Muchas gracias Yamato, nos vemos mañana!-se despidió, cerrando la puerta con lentitud.
Ithomori miro a través de la ventana como el moreno sonreía ampliamente observando la puerta.
-¿Qué compraste?-pregunto a la mayor, mirando la bolsa que tenia.
-Nada..solo resina y brillitos. ¡Voy a preservar esa flor para siempre!-señaló la rosa en el pequeño florero, iluminada bajo la luz del sol.
La enorme casa tenía 2 salas y..¿2 cocinas? Era la sala principal, la primera con la que te topabas al entrar a la casa. Estaba pintada de tonos blancos y escasos grises. Era un elegante ambiente.
Entre la división de la sala y la cocina, había un pasillo pequeño pero estrecho, que compartía con las escaleras hacia las habitaciones.
Pasando ese pasillo, estaba lo pesado. Una sala con una enorme alfombra de color morado y las paredes con un tapete oscuro. La cocina de ahí era a la que _______ no se atrevía a poner un pie.
Esa sala se sentia tensa, con un ambiente pesado. Era el verdadero ambiente de la casa.
Soghai era astuta. Al entrar a la casa veías esa fachada tan elegante y blanca, pero conforme más entrabas al hogar, se sentia tenso y pesado.
Claro, nadie debía pasar más allá de ese pasillo.
Así nadie lo notaria.
-¿Te gusto mucho la flor?-miro a su hermana sacar las cosas de la bolsa, buscando algo.
-..¿Me creerías si te digo que Yamato se me hace..lindo?
