¿Miedo? Eso era lo único que sentía ella al ver al rubio.
¿Culpa? Eso era lo único que sentía el al ver a la pelinegra.
Decidió mirar adelante,pasando por encima de ella.Su sueño de ser el número uno se acercaba cada vez más.
Sin embargo,dió un paso...
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—¿Quien tomo al fantasma rojo?
—¿Te refieres a Shy Guy? Creo que fue Yaoyorozu.
—¡Lo siento! Enseguida elegire otro personaje.
Oh, que amable.
Penso que sería más difícil hacerla cambiar de opinión.
Habían decidido jugar unas partidas del buen Mario Kart. Kaminari con el rey Boo, Kirishima con Toad , Ithomori con Shy Guy y Momo con la princesa Peach.
No sabía que le gustaban los videojuegos a Ithomori hasta que noto que su fondo de pantalla era un Shy Guy de pixelart repetido.
Claro, ese era de bloqueo. El fondo normal era Kentaro dormido entre sus piernas.
Era hermoso.
Pero regresando al videojuego.
Ithomori le contó un poco acerca de los controles a Yaoyorozu, explicándole lo básico y a como ella pudiera entender.
Aunque claro, Yaoyorozu tenía un IQ más alto que el de ellos tres juntos.
En cualquier momento si llegaba a entender algún patrón de juego que ni siquiera la compañía conocia, podría humillarlos en segundos.
—¿Todos listos?—pregunto el rubio, recibiendo una respuesta afirmativa de todos sus compañeros.—Bien..¡Entonces empec..!
El teléfono de Yaoyorozu comenzó a sonar.
—¡P-Perdón! Es mi papá, ¿me permiten unos minutos?—se alejo del área donde estaban ellos, contestando la llamada.
Ithomori tomo su control, cuidando de el.
—Bella dama, ¿Me pasarías mi teléfono, por favor?—_______ le dio su celular a Denki aprovechando que estaba más cerca.—Gracias.
—Yo revisare si hay algo para comer.
Así que Denki estaba en su teléfono, Kirishima buscando algo para comer, Yaoyorozu contestando una llamada familiar e Ithomori ahí, sentadita en el suelo con sus pantuflas de conejo.
Reviso la hora en la pantalla de su teléfono.
Hm..Momo ya se había tardado..
Llevaba unos..¿5 minutos hablando? Eso ya era demasiado.
Incluso considerando que las llamadas de Ithomori duraban de 1 minutos a menos.
Sin contar, claro, esa ocasión en la que hablo por 37 minutos con Midoriya acerca de FatGum..
Pero olvidemos eso.
—Iré a ver donde está Yaoyorozu.
Se levantó de su cojin/asiento, siguiendo el camino que ella había recorrido.
Escucho su voz a lo lejos. Estaba hablando en los jardines.
