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Ha pasado un día desde que Dvalin fue liberado de su tormento. Era por la tarde y nos encontramos en la Catedral de Mondstadt donde el Caballero Honorario, junto al Arconte y la Gran Maestra Intendente se encargaban de algo importante.

- Pff... Menos mal me deshice de aquel collarín, ahora mi cuello se siente mejor. Se supone que venimos a regresar la Lira Sagrada, aunque si mal no recuerdo...-

- Jean: Aquí viene la Diaconisa de la Catedral. Vino a recoger a Der Himmel, la Lira Sagrada. - Habla de Barbara, esta es una de las pocas veces en las que puedo ver tanto a Jean como a ella en el mismo lugar. Debe ser difícil convivir para ellas con toda la responsabilidad con la que cargan -

- Barbara: Que el Arconte Anemo les proteja. No estoy en posición de hablar como la Gran Maestra Intendente, pero... ¡Aun así, quisiera agradecerles en nombre de Mondstadt por su ayuda!

- Claro, olvide que cuando la Lira desapareció, ella no estuvo presente... No me imagino la presión en la que se pudo haber encontrado al saber que fue robada -

- ____: Bueno, afortunadamente, todo se resolvió de la mejor manera... - Aunque hubo un enfrentamiento de por medio, mejor a una guerra lo es -

- Barbara asintió -

- Barbara: No me quiero imaginar como habría acabado...

- Jean: También demostramos que los Caballeros de Favonius pueden encargarse de cualquier amenaza a Mondstadt, ahora los Fatui no tendrán nada que reclamarnos. - Es cierto, ellos en parte fueron culpables... Me pregunto, ¿si son tan sospechosos y demás porque no echarlos de Mondstadt? -

- Barbara: Siempre confié en que podrían, en especial en ____. ¿Tu cuello esta mejor?

- ____: Ahora que lo mencionas, si. Gracias por ayudarme con ello, jeje.

- Barbara: Siempre que lo necesites. En fin, ¿trajeron la Lira? el Senescal lleva mucho tiempo presionándome sobre ello. - Seguro que el Senescal debe ser el Obispo o Cardenal de la Iglesia, no se mucho de la jerarquía pero puede que sea eso -

- Paimon: Pues... la teniamos con nosotros, es solo que... esta un poco... - Despues de esto, Barbara dejara de confiar en mi -

- Barbara: ¡No se preocupen! ¡No les cobrare nada! La Iglesia puede tener un financiamiento especial.

- Lleve mis manos a la mochila y de ahí saque la Lira... se ve mejor que antes, aunque sigue bastante rota, con pena la extendí y la mostre a Barbara -

 se ve mejor que antes, aunque sigue bastante rota, con pena la extendí y la mostre a Barbara -

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¡¡AH!! ¡La Lira Sagrada!

- Barbara dio un grito que resonó en toda la iglesia, suspiró para luego caer de rodillas por el susto -

Sin nada que hacer en Genshin ImpactDonde viven las historias. Descúbrelo ahora