Blackjack, Reina {A #2}

♥ · Capítulo 2 · ♥

Capítulo 2. Amenaza latente.

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—¿Hum? ¿Cómo dices?

—Pregunté que si te referías a que me parezco a mi papá.

Muerdo mi labio con nerviosismo y niego, mientras intento despistarla mirando "disimuladamente" hacia una foto "familiar" donde salimos Matteo, Madness y yo, dando una sonrisa más falsa que mi relación con el italiano.

—No tanto, sabes que Matteo y tú no se parecen porque...

—Las dos sabemos que Matteo no es mi papá.

Al escuchar la seriedad y la firmeza de sus palabras, mi corazón no puede evitar descontrolarse. En estos cinco años he descubierto de lo que es capaz Matteo, y no estoy dispuesta a que una gota de esa ira toque jamás a Madness.

—¿Por qué dices eso, Amor?

—Es obvio. Él es rubio y yo soy pelinegra, como mi papá de verdad.

Mientras más habla Madness, más mi corazón enloquece por el miedo. No quiero que ella viva lo que viví cuando apenas era una recién nacida por no saber medir mis palabras con el italiano.

—Madness...

—Solo dime su nombre, por favor.

—No, y no menciones el tema nunca más.

Mi tono es severo, pero eso no evita que Madness se baje de mi regazo y empiece a hacer un escándalo.

—¡Yo tengo derechos, mis nanas lo dicen, y ahora mismo exijo que mi derecho a saber la identidad de mi padre me sea concedido!

—¡Madness, haz silencio! —gruño por lo bajo, poniéndome en pie y corriendo en su dirección, dejando caer el body de mi regazo en el proceso.

Antes de que pueda llegar a tomarla, la puerta se abre y la figura esbelta de Erick aparece, helándome la sangre al instante. Madness, que resultó ser mejor farsante que yo, empieza a reír mientras se aleja de mí, corriendo.

—¡Atrápame, Mami!

Al "no estar atenta" a lo que hay frente a ella, Madness termina por chocar con la pierna del castaño de ojos miel y, cuando lo hace, ella levanta la cabeza y suelta un fuerte grito al ver a Erick.

—¡Cuidado, Mami, es uno de los lamebotas de Matteo!

A pesar de mi miedo, no puedo evitar reír suavemente ante la falta de respeto de Madness. En cualquier otro caso la hubiera corregido, pero Erick es el menos peligroso de aquí, si de asesinos y narcotraficantes se trata.

—Señorita, el señor Denaro desea verla —habla el castaño luego de haber asesinado con la mirada a Madness, quien solo le sonríe con inocencia al notar como la mira.